Black Friday: el big data tras las compras
Tal vez no lo sepas. Pero es muy
posible que compraras tus zapatillas preferidas, cambiaras de marca de café o
te enamorases de una camiseta por culpa de Martin Lindstrom. Lo más probable es
que su nombre te resulte desconocido, a no ser que estés interesado en el mundo
del marketing o la comunicación. Y, sin embargo, este danés de pensamientos
rápidos y afirmaciones contundentes, apareció en la lista elaborada por la
revista Time como una de las 100 personalidades más influyentes del mundo.
La modelo Tyra Banks dice de él que es “un gurú, un genio”; Tom Raths, prestigioso columnista del New York Times asegura que “si compras algo, tienes que leer sus libros. Así de simple”; y Kjeld Kirk Kristiansen, el propietario de Lego, piensa que su libro Branchild “cambia el pensamiento convencional. Ofrece una perspectiva nueva y alimenta ideas acerca del comportamiento de los niños”. Pero, ¿qué ha hecho Martin Lindstrom para ganarse semejantes piropos de personalidades tan diversas? Básicamente pensar. Atreverse además a pensar distinto. Y después difundir sus ideas a través de libros, conferencias y colaboraciones en medios de comunicación.
La modelo Tyra Banks dice de él que es “un gurú, un genio”; Tom Raths, prestigioso columnista del New York Times asegura que “si compras algo, tienes que leer sus libros. Así de simple”; y Kjeld Kirk Kristiansen, el propietario de Lego, piensa que su libro Branchild “cambia el pensamiento convencional. Ofrece una perspectiva nueva y alimenta ideas acerca del comportamiento de los niños”. Pero, ¿qué ha hecho Martin Lindstrom para ganarse semejantes piropos de personalidades tan diversas? Básicamente pensar. Atreverse además a pensar distinto. Y después difundir sus ideas a través de libros, conferencias y colaboraciones en medios de comunicación.
Lindstrom se define a sí mismo en
su web personal como un “agente de cambio y futurista de las marcas”. Y si
estas compañías son de las dimensiones de Walt Disney, Coca-Cola, McDonald’s o
Nestlé, entre muchas otras, es fácil entender lo que explicábamos en la primera
frase. Porque a no ser que se viva encerrado en una cueva sin contacto con el
mundo exterior, es difícil no encontrarse con un producto o servicio sobre el
que –a grandes rasgos- no hayan tenido algún tipo de influencia las ideas de
Lindstrom. Lo que ha hecho su discurso relevante sobre otros especialistas en
comunicación de marcas es la introducción de nuevos conceptos que juegan con lo
emocional y lo tecnológico. Sus técnicas, asegura, incluyen marketing
sensorial, neuromarketing y evangelización de marca (un término lo
suficientemente ambiguo como para permitirse jugar con nociones vaporosas, que
incluyen desde lo religioso a la fidelidad a una empresa). Es también el
creador de conceptos como Small Data, basado en la importancia de los pequeños
detalles e historias -en contraposición al big data- y cómo de esos detalles
pueden surgir grandes revoluciones.
La pasión de Lindstrom por las
marcas no es nueva. Cuando era un niño, su afición a las construcciones de Lego
le llevaron a dormir en una cama hecha con las famosas piezas y a ingeniar todo
un mundo en el jardín de sus padres que atraía visitantes desde varios kilómetros
a la redonda. Hoy, cada nuevo libro que publica asciende a las primeras
posiciones de los best-sellers del New York Times o el Wall Street Journal; y
su nombre es una constante referencia para cualquier compañía que pretenda
innovar en el mercado.
Apasionado también de las nuevas tecnologías y cómo estas pueden influir en las decisiones de los consumidores, así como en el seguimiento minucioso de sus preferencias a la hora de elegir un producto, tiene un consejo determinante para decirnos qué hay que hacer a la hora de lanzarse a consumir ofertas on-line en días como el Black Friday: pensárselo dos veces antes de introducir la tarjeta de crédito y aceptar la compra.
Apasionado también de las nuevas tecnologías y cómo estas pueden influir en las decisiones de los consumidores, así como en el seguimiento minucioso de sus preferencias a la hora de elegir un producto, tiene un consejo determinante para decirnos qué hay que hacer a la hora de lanzarse a consumir ofertas on-line en días como el Black Friday: pensárselo dos veces antes de introducir la tarjeta de crédito y aceptar la compra.
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