Comunión.
Rosa Díaz *
Te daría a beber
las gotas de perfume de mi garganta
o si me permite arsénico.
Pero ante esta imposibilidad,
hurgo en el dorso de mi mano y pinto
mis uñas con tus glóbulos rojos.
Y no es que sea dañina, no. Mi crueldad
es plural y de género femenino.
Navego en el mar de las ovulaciones.
Soy ciclotímica y las endorfinas
hacen el resto. Aunque
si fuera el ángel exterminador,
no faltaría quien me hiciera
una mala crónica.
Y total, todo porque enamorarse
tiene poco que ver con la bondad
y mucho con la antropofagia
y los pecados capitales.
*(de Perfecto amor, Accésit Rafael Morales 1996
Colección Melibea, Talavera de la Reina, 1996)
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