martes, 30 de junio de 2015

LA GRAN MURALLA




Desaparece el 10% de la Gran Muralla China por erosión y vandalismo









La erosión, el vandalismo y la falta de mantenimiento han provocado la desaparición de un 10% de un tramo de la Gran Muralla china no transitada por turistas en la provincia de Hebei (noreste), según los medios locales. 
De los 21.000 kilómetros que constituyen la Gran Muralla, casi 2.000 han desaparecido, según fuentes de la Administración Estatal de Herencia Cultural del país asiático. Tan solo un 8,2% del tramo de la muralla construido durante el imperio Ming (1368-1644) se mantiene en buen estado, según un estudio difundido por China Great Wall Society (CGWS), una organización dedicada a su conservación y protección. Las paredes de la muralla podrían colapsar durante las lluvias torrenciales debido a la erosión, algo que ya ocurrió en 2012 y que provocó la caída de más de 30 metros de pared, según explicó el director adjunto de la organización, Dong Yaohui, al diario Beijing Times.
Los árboles también suponen una gran amenaza para la superveniencia de esta emblemática fortificación, ya que sus raíces se extienden a través de las paredes, lo que ayuda a debilitar aún más los ladrillos, dañados por su exposición a las fuertes condiciones meteorológicas durante siglos. Algunos ciudadanos chinos que viven cerca de la parte "salvaje" de la muralla, aquella no transitada por los turistas, también han robado ladrillos, especialmente aquellos que poseen caracteres grabados en ellos y que tienen cierto valor en el mercado negro (entre 6,5 y 8 dólares por unidad).
La Ley de Protección de la Gran Muralla, que entró en vigor en 2006 y garantiza la conservación de esta fortificación, es un mero "papel en blanco", ya que la falta de detalles en la normativa y de personal administrativo impiden cumplir dicho propósito, según varios expertos chinos. No obstante, las autoridades chinas ya anunciaron la semana pasada un proyecto para restaurar la parte más antigua de la Gran Muralla, construida entre los siglos VIII y V a.C. y situada en la provincia oriental de Shandong.
La Gran Muralla , uno de los mayores reclamos turísticos de China y que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987, presentaba graves problemas de conservación en esa zona debido a la erosión y a la cercanía de obras y minas.













lunes, 29 de junio de 2015

POEMA






Estrellas por la alfombra


Vanesa Pérez-Sauquillo











Esta mañana supe
mi extraña rendición a tus palabras,
mi irrevocable voluntad de naufrago
de sílabas,
de filóloga ahorcada en complementos
directos o indirectos
pero tuyos.
Esta mañana supe
que me visto en tus verbos,
desayuno tu nombre
y me quedo perdida, como tonta,
si me encuentro algún “no”
camino de la tarde,
camino de la noche.
Esta mañana supe
que muy frecuentemente
me vuelvo monosílabo
de sombra
agarrado al tobillo de tus frases,
que muy frecuentemente
quisiera ser prendida en tu nevera
como “nota importante”.
Esta mañana comprendí, aturdida.
Esta mañana supe, por fin vi
que me confundo en viento
cuando gritas mi nombre
y que basta un susurro,
un susurro de nada,
para dormirme en ti.












sábado, 27 de junio de 2015

ARTE URBANO: OBEY







El artista callejero que encumbró a Obama

Gregorio Belinchon






Shepard Fairey, con su obra más conocida, en 2009. 


Barack Obama ganó sus primeras elecciones presidenciales por muchos motivos: principalmente políticos y sociales. Pero también por su imagen. En Estados Unidos cuenta, y mucho: JFK afeitado y moreno ante un Nixon hirsuto y demacrado en su famosa confrontación televisiva, Ronald Reagan vendiendo su patriotismo en los ochenta en un país hambriento de autoafirmación… Hasta en la serie El ala oeste de la Casa Blanca se incidía en lo necesario de poseer “una voz presidencial”. 

Obama recibió el apoyo de Shepard Fairey, más conocido en el arte callejero como OBEY, que de motu propio creó el icónico póster en rojo, blanco y azul –colores de la bandera estadounidense- en el que el entonces candidato demócrata mira como el Che Guevara en la foto de Korda y debajo puede leerse ‘Hope’ (Esperanza). “Había gente que creía que Obama no tenía altura presidencial, y yo sabía cómo contrarrestarlo visualmente”, recuerda Fairey (Charleston, Carolina del Sur, 1970). “Era un outsider, aun siendo senador, alguien que podía parecer al estadounidense común poco presidencial”. Imprimió 300.000 pegatinas y medio millón de pósteres, y el resto… el resto puede leerse en los libros de historia. “¿Pensaba en ese momento que iba a tener tamaño impacto? No. ¿Me sorprendió la repercusión? Tampoco. Sabía de la potencia de mi obra”.

Aquel retrato acabó colgado en la colección permanente de la National Portrait Gallery, del museo Smithsonian de Washington D. C.  En uno de los muros puede verse el primer tratamiento que hizo de aquella foto de Associated Press que en sus manos se convirtió en un arma de elección masiva. Alrededor, todo tipo de mitos e iconos del siglo XX y XXI: el subcomandante Marcos, Deborah Harry, Joe Strummer, Dolores del Río, Patti Smith, Ai Weiwei, Angela Davis, Aung San Suu Kyi, Bob Marley, Basquiat… Serigrafías, carteles, un par de curiosos trofeos metálicos. Cartelismo soviético y chino; Warhol, Jasper Johns y rock psicodélico. Lemas a favor de la libertad de expresión, de la paz, la libertad, contra todo tipo de dictaduras, tanto gubernamentales como económicas. Rojo, negro, blanco. “Son los colores más potentes para la propaganda y la publicidad”, explica su autor, que ha sabido reconvertirse de aquel chaval que empapeló medio mundo hace 25 años con sus pegatinas con el rostro del luchador André el Gigante (famoso en el cine por La princesa prometida) en uno de los artistas más influyentes de la actualidad.



André el Gigante

Fairey es un creador polémico. Maestro de la autopromoción y del marketing de guerrilla. Siempre ha jugado en muchos campos: desde la publicidad y los museos hasta el grafiti urbano. Sus seguidores más radicales aplauden que aún siga en busca y captura en Detroit (“el caso aún está en los tribunales, no puedo hablar de ello”) por vandalismo callejero, aunque muestran su decepción por sus campañas de diseño gráfico para grandes corporaciones. “Sí, creo en la propaganda. Pero no en la que acalla y manipula a la gente, sino en la que empuja a abrir debates, en la que llama la atención sobre los problemas de hoy”. Se siente muy estadounidense: “En mi país se puede hablar libremente y nadie me va a perseguir por mis ideas y opiniones. Pero a la vez me preocupa la situación económica actual, los problemas acuciantes de pobreza, y la reiterada negación del cambio climático”. Por eso se planteó aquel cartel de Obama. “Estaba harto de la guerra de Irak, de Bush, quería alguien que se preocupara de la ecología, de una economía verde”. ¿Se siente decepcionado? “Sí y no. Lucha contra un sistema poderoso, contra la maquinaria republicana… Ha conseguido cosas, ha hablado de valores. Sin embargo, tenía que haber dado más pasos. Luchado por ir más lejos. Ahora, en el trato personal debo decir que es tipo muy cercano”.

¿El arte cambia al entrar los museos? “No, si se mantiene el compromiso”. Por eso sigue con sus campañas de apoyo a los indios estadounidenses. “La gente no quiere ver los problemas de los nativos norteamericanos en sus reservas. Yo desarrollo campañas y a la vez recaudo dinero para ellos. Algunos de esos nativos me miran mal y me dicen que no se fían de mí, que qué hace allí un blanco. Ahí está el problema; en mirar la piel en vez de darnos cuenta de que todos somos seres humanos”.Para Fairey, que luce imagen juvenil de skater que a la vez es consciente de que peina canas, el arte urbano “es el que se hace en la calle, y allí debe estar, sea legal o no”. Lo que muestra en los museos es otra cosa”. “Yo me considero multidisciplinar. La diferencia entre el arte comercial y las bellas artes no es el estilo, sino la intención. Yo empecé haciendo camisetas, diseñando portadas de discos y aún me gusta crear diseños para tablas de skate”. ¿Y qué le satisface más? “Los grandes murales”.
 Uno de ellos, Paz y libertad, lo colgó en una fachada en Málaga, enfrente del CAC, en 2013. “Supongo que veo a la gente admirándolo y me halaga. Además, el ser humano es tan pequeño junto a esos murales…”. En esta ciudad está cómodo. "Aquí nació Picasso. Me gusta su mezcla de calle y de aprecio al arte" 



De sus correligionarios, admira a Banksy. “Sabe contar ideas muy complejas con imágenes sencillas, No hay nadie como él para acertar en las localizaciones para poner sus obras. Es muy muy listo”.


Mural callejero:  Banksy
















jueves, 25 de junio de 2015

arteBA




Cheque en blanco: las 10 obras que compraría el gran Macció




Fabián Burgos, versión en rojo  Foto: LA NACION / Maximiliano Amena



De traje, ocultos sus ojos detrás de lentes oscuros para mitigar su timidez, el gran maestro Rómulo Macció expuso su credo pictórico, antes de iniciar su maratón "compradora" por arteBA: "Lo único que me interesa es la pintura, que es el lenguaje natural del hombre, como cantar y bailar. Soy tradicional y no creo en lo conceptual. A Duchamp hay que dejarlo descansar en paz: su gesto nació y murió con él".

Gachi Harper, óvalos superpuestos  Foto: LA NACION / Maxim

Depositario de un "cheque en blanco" otorgado por La Nación en este juego de sumar 10 obras a su colección personal, cimentada con gramáticas disímiles como las de Quinquela, Marcia Schvartz, Luis Francella y Berni, entre la veintena de firmas que atesora en sus casas de Recoleta y París y en su taller en Balvanera, Macció fue consecuente con sus dichos. Con sus vitalísimos 84 años, el maestro autodidacta de la Nueva Figuración ("una etapa más y una menos" en su fecunda trayectoria) sólo se detuvo ante la seducción de la pintura, que para él es como una "ciencia oculta, un acto irracional, en el cual se cifra el misterio de la creación humana".

"Me parece natural que la gente quiera poseer cuadros. Sería coleccionista si tuviera dinero", confesó, parado frente a un lienzo suyo hipnótico, Reflejos sobre la ciudad, la luz que rebota sobre los rascacielos de Manhattan, que se negó a comprar en Vasari. "Sería vanidad pero  tendría una casa vacía sólo con cuadros. De otros, para ver a través de ese rectángulo como se expresan los hombres. De poder hacerlo colgaría obras de Bacon, Tiziano, Matisse, Picasso. Velázquez, Vermeer. Soy clásico", se definió.
Sin titubeos, su primera adquisición fue el colorido festín matérico de un lienzo floral, de gran empaste y formato, de Juan Becú, Beau geste, en la galería Nora Fish. "La pintura no se puede explicar ni teorizar. Es como el vino, te gusta o no. Lo mío es intuitivo y sólo diré que ésta me conmueve porque es la consagración de la pintura. ¿Ves el juego del pincel en la tela? Lo que importa no es la temática, sino la energía que vibra sobre el lienzo."


Gachi Hasper


En la galería paulista Oscar Cruz lo cautivó la sensual geometría de Gachi Hasper: una obra sin título de 2015, de óvalos en colores plenos y superpuestos que juegan con la transparencia de un fondo blanco. "Tiene su inteligencia ese juego repetido de figuras. Me gusta, va para mi colección", dijo y pasó inmutable frente a la performance Joya imposible, de Jimena Crocey, en la que un hombre con el torso desnudo mantenía en equilibrio dos piezas de bronce sobre los huecos de su clavícula.
De pronto, un encuentro sorpresivo con su ex "socio" Yuyo Noé lo distrajo. "El arte se ha banalizado, como todo en realidad -acotó-. Cuando empezamos, por idea de Yuyo, queríamos revolucionar la figuración, ir en contra de la obra bonita, mediante el action painting o el informalismo aplicado a la figura. No hablábamos de otra cosa. Mirábamos y discutíamos lo que hacía el otro", recordó. Su oficio como publicitario, primero en la agencia Relator, luego en Walter Thompson y, más tarde, en De Luca actuó como una escuela plástica. "Era gente culta, que trabaja los bocetos con pinceles y acuarela. Nos importaba el arte, pero había que tener un oficio, nadie podía vivir de la pintura."

Un diseñador lo marcó: el piamontés Bartolomé Mirabelli. Pero el éxito a Macció le llegó temprano al ganar el premio De Ridder y a los 30 años le cedió su puesto de director de Arte en De Luca a Juan Carlos Distéfano.
Su natural distracción, el trazado de la feria o la amenidad de la charla devolvían a Macció al mismo punto de partida cuando el juego óptico de las líneas curvas y "trémulas" en rojo y azul en sendos cuadros de Fabián Burgos (Esto azul y Esto rojo) sellaron otras dos compras. "Me producen un vértigo emocional. Son obras que dicen mucho con muy poco", murmuró. Macció sabía de la existencia de un lienzo de pedigrí, firmado por uno de los precursores del arte moderno en el país, el santiagueño Ramón Gómez Cornet. En Palatina, halló ese retrato femenino de perfil, fechado en 1941 y se lo disputó a un comprador. Rápido de reflejos le comunicó a Norma Quarrato su decisión: "Es una gema y una prueba de que las mejores obras siempre llegan en la madurez".
¿El Macció de hoy es superior al de los 60?", quiso saber La Nación. "No me corresponde juzgarme. Hago lo que puedo y lo que me sale", se atajó. "Pero si uno mira la historia del arte verá que la calidad plástica llega con la experiencia, la prueba y el error. No me pidan más explicaciones: soy mudo, por eso pinto", se escudó.
"Frescura, potencia, humor y misterio", dijo sobre el envío de Clorindo Testa a la Bienal de San Pablo en 1987: el lienzo monumental Ballet Utopía=no lugar. Punto rojo para esa crítica a la ciudad de la utopía de Tomás Moro, en la que asoma, fiel, la impronta irónica de Testa: una pierna como levantada pareciera desde un ángulo patear a toda una urbe.





En Del Infinito, eligió otras perspectivas urbanas: el políptico de nueve piezas en tinta y chorreaduras que el "parisino" Martín Reyna pintó al mojar el papel y guiar el color por esas humedades. "No me interesa tanto la técnica como esas fachadas ascéticas en blanco y negro", justificó sobre el conjunto.
"De Gandhi tiene poco y nada, pero me gusta esa estridencia crispada de colores flúo y ese gesto manual, obsesivo de pintar a partir de trozos de géneros de colchones", dijo Macció sobre la obra de su coetánea Marta Minujín. Contemplaba un diálogo vertical entre "Mandela" y "Gandhi", de infinidad de piezas superpuestas y apabullante colorido en la galería RO. Macció eligió el de tonalidades más encendidas. Al pasar por Rubbers, compró el lienzo irregular y caótico de Noé, Nombre desconocido. "Me gusta su audacia de usar la pared como si fuera la tela en un bastidor y volcar en ella los registros de la pintura", dijo y acercó su mirada como buscando señuelos para explicar el conjunto polifónico de trazos y figuras.
"Lo advertí y lo repito: para mí la pintura se reduce a un me gusta-no me gusta, me conmueve-no me conmueve", arremetió al pasar por enfrente de la reelaboración, en soporte fotográfico, que Nicola Costantino hizo de La lección de anatomía, de Rembrandt. "Está bien esa obra", opinó, "pero a la fotografía no la vinculo con la creación artística. Es un buen ojo delante de un objetivo".
Macció ya había gastado 275.000 dólares y 276.000 pesos cuando sumó su último objeto: un óleo sobre papel de Carlos Arnaiz, de la serie Flora, en la galería de Jorge Mara. Grandes pétalos como manchas azarosas, en colores plenos. "Es estéril preguntarse qué es. El arte siempre es un misterio, una ciencia oculta. Si alguien insiste en saber, allí está el artista para preguntarle", desafió Macció: el hombre que juzga con la mirada y para quien la experiencia estética aparece cifrada ante el lenguaje, demasiado cartesiano, de las palabras.








miércoles, 24 de junio de 2015

BOQUITAS PINTADAS.


La barra de labios cumple 100 años 

Clara Morales

lunes, 22 de junio de 2015

REFUGIADOS



Récord de desplazados forzosos desde la Segunda Guerra Mundial




Un refugiado sirio sostiene a su hija mientras espera a cruzar a Turquía



Cada minuto, 30 personas se ven obligadas a huir de sus hogares debido a guerras, conflictos o porque son perseguidas. A finales de 2014, había casi 60 millones de desplazados forzosos (59,5) en el mundo, ocho más que el año anterior. Más de la mitad de ellos son menores de edad. Se trata de la cifra más alta jamás registrada por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), el número más elevado desde la Segunda Guerra Mundial. Si todos formaran un país, sería el vigesimocuarto más poblado del mundo, ha indicado en Madrid la representante de este organismo Francesca Friz-Prguda, durante la presentación de su informe anual. "Esta tendencia al alza no parece detenerse", ha añadido. "No va a cesar. No importa lo difícil o peligroso que sea el viaje o el alto de las vallas". De ahí que haya destacado la importancia de dar una solución política a esta crisis.



El informe de ACNUR —presentado ante la conmemoración del día mundial del refugiado, este sábado pasado, 20 de Junio — constata un aumento del número de refugiados y desplazados internos en todas las regiones.  Una media de 42.500 personas huyeron de sus casas cada día. La cifra se ha cuadruplicado en cuatro años. Casi dos millones de personas esperan que se resuelvan sus solicitudes de asilo.


Campo de refugiados en Siria

"Además de conflictos que se perpetúan durante décadas, como en Somalia, Congo, Afganistán o Colombia, en los últimos cinco años han estallado o se han reactivado al menos otros 15. Ocho de ellos, en África; tres en Oriente Próximo; tres en Asia, y uno en Europa (Ucrania).Pocas de estas crisis se han resuelto y siguen generando desplazamientos con el foco en Siria. La mayor aceleración de la cifra de desplazados se ha producido desde 2011, cuando estalló la guerra. "Hay 7,5 millones de sirios desplazados dentro de las fronteras de su país y casi cuatro millones han solicitado protección, principalmente a los países limítrofes".
"Cada vez hay más refugiados y menos soluciones políticas", ha clamado Friz-Prguda. 




El 86% de los desplazados se encuentran en regiones y países considerados económicamente menos desarrollados. "El 95% de los refugiados sirios residen en países vecinos, como Turquía, Irak, Egipto, Líbano y Jordania. Pero sus infraestructuras de salud, educación, agua están al borde del colapso. La situación es muy frágil y necesitan apoyo de otros Estados para poder seguir adelante", ha añadido. "La respuesta de países industrializados podría ser más grande. Todos juntos solo acogen al 14% de la población global de refugiados".
Friz-Prguda ha alertado del "dramático crecimiento del número de refugiados" y ha señalado un cambio de patrón. "Más de la mitad de quienes se embarcan en estas peligrosas travesías por el mar Mediterráneo, en el sudeste asiático, el golfo de Adén y el mar Rojo son refugiados que usan las mismas vías que los inmigrantes económicos. De los 50.000 llegados marítimos a Grecia, el 91% proceden de países en conflicto. Realizan estos viajes por falta de alternativas legales; se ven obligados a arriesgar sus vidas". Según ha asegurado, en 2014 llegaron a Europa por el Mediterráneo casi 220.000 personas. 3.500 perdieron la vida en el intento. Y en lo que llevamos de año han llegado 100.000. Casi 1.000 han muerto ahogadas. "Muchas habían llamado previamente a las embajadas y puestos consulares europeos. Pero fue en vano".
Ante la necesidad de dar respuesta a esta crisis, Friz-Prguda ha aplaudido la agenda sobre migraciones de la Comisión Europea y ha pedido solidaridad a los países de la Unión. "En 2014 se registraron 570.000 solicitudes de asilo en la UE. La mayoría de ellas, en Alemania y Suecia. Dos de los 28 Estados miembros cargan la mitad de la responsabilidad comunitaria", ha criticado. "Necesitamos imperiosamente soluciones políticas". 




Países de origen



Países de asilo





María Sosa  Troya. 













POEMA












Nos ha llegado la hora 
hermanas
de desguazar 
nuestra mala conciencia
esta sociedad 
vive 
de nuestra mala conciencia
ni siquiera necesitan 
molestarse 
en oprimirnos 
mientras nosotras 
sigamos oprimiéndonos tan eficazmente
Ya está bien
Ya es hora 
de desguazar 
nuestra mala conciencia, hermanas











Märta Tikkanen (Helsinki, Finlandia, 1935)


 De Veintidós poemas finlandeses, Libros del innombrable, Zaragoza, 2014

Traducción y edición de Francisco J. Uriz y Juan Capel
http://emmagunst.blogspot.com.ar/…/marta-tikkanen-…

Imagen Anka Zhuravleva