domingo, 24 de agosto de 2025

LA PARADOJA DE FERMI



La paradoja de Fermi

Carlo Frabetti





La Vía Láctea,







¿Por qué si hay tantos planetas susceptibles de albergar vida inteligente, ninguna civilización extraterrestre se ha puesto en contacto con nosotros?

La conclusión a la que llegó el astrónomo Frank Drake a partir de su propia ecuación -una decena de civilizaciones capaces de comunicarse con nosotros en la Vía Láctea-, hoy, medio siglo después y a la vista de los últimos descubrimientos astronómicos, nos parece excesivamente prudente, y muchos creen que esas civilizaciones galácticas podrían contarse por cientos o miles.
A pesar de lo difícil que resulta detectar planetas extrasolares, ya se conocen miles de ellos, y algunos astrónomos consideran probable que la mayoría de las estrellas tengan planetas orbitando a su alrededor, lo que significaría que los “ecomundos” (planetas idóneos para albergar vida) se podrían contar por cientos de millones.
Y ahí es donde surge con renovada fuerza la conocida como “paradoja de Fermi”, pues el gran físico italiano, inspirador de la ecuación de Drake, se preguntó a mediados del siglo pasado por qué ninguno de esos supuestos vecinos galácticos se había puesto en contacto con nosotros ni había dejado ninguna huella perceptible de su presencia en el cosmos.

Una de las posibles explicaciones de esta paradoja es la denominada“hipótesis de la Tierra especial”, según la cual, aunque hubiera muchos planetas similares al nuestro, se requieren tal cantidad de condiciones para que se desarrolle la vida inteligente, que el proceso podría haberse dado en muy pocos planetas, tal vez solo en la Tierra. Pero esta hipótesis parte del supuesto de que la vida inteligente solo puede desarrollarse mediante un proceso análogo al que se ha dado en nuestro planeta, y no tiene por qué ser necesariamente así. 

Invito a nuestras/os sagaces lectoras/es a reflexionar sobre la paradoja de Fermi y sus implicaciones. O a seguir reflexionando como ya lo han estado haciendo.

Visitando a nuestros vecinos

Supongamos que en nuestro entorno galáctico más próximo hay tres planetas habitados por seres inteligentes, a “solo” 10, 20 y 30 años luz de distancia de la Tierra respectivamente. ¿Cuál es la distancia mínima a la que pueden estar dos de esos exoplanetas entre sí? ¿Y la máxima?
Queremos visitar esos tres mundos, uno tras otro, en un solo viaje. ¿Cuál es la disposición espacial que haría que ese viaje fuera mínimo en cuanto a la distancia recorrida por nuestra astronave? ¿Y la disposición que daría lugar al recorrido más largo?


La ecuación de Drake

¿Cuántas civilizaciones capaces de comunicarse con nosotros hay en la Vía Láctea?
Para calcular cuántos afinadores de pianos podía haber en Chicago, Fermi razonó del siguiente modo: en Chicago viven unos cinco millones de personas; suponiendo que haya una media de dos personas por casa y un piano cada veinte casas, hay algo más de cien mil pianos, que, si se afinan una vez al año y si afinar un piano lleva un par de horas, darán trabajo a unos cien afinadores durante ocho horas diarias, cinco días a la semana. En el cálculo se parte de una serie de suposiciones poco precisas, pero verosímiles, y el resultado, aunque no sea -ni lo pretenda- exacto, es una primera aproximación aceptable, que nos da idea del orden de magnitud de la cantidad buscada: tras los sencillos cálculos de Fermi, no es razonable pensar que en Chicago haya (hubiera en aquella época) miles de afinadores de pianos, o solo una docena.

¿Cuántas civilizaciones hay en la Vía Láctea?

Una famosa aplicación del método de Fermi es la conocida como “ecuación de Drake”. En 1961, el astrónomo Frank Drake, presidente de SETI, propuso una fórmula para calcular el número de posibles civilizaciones de la Vía Láctea susceptibles de ponerse en contacto con nosotros. Según Drake, ese número es:
N = R* . fp. ne . fl . fi . fc . L
R* es el número de estrellas que nacen en nuestra galaxia cada año y duran lo suficiente como para poder desarrollar vida.
fp es la fracción de esas estrellas que tienen planetas orbitando a su alrededor.
ne es el número de esos planetas situados en la ecosfera, esto es, en la zona idónea para la vida.
fl es la fracción de esos planetas en los que se desarrolla la vida.
fi es la fracción de esos planetas en los que se desarrolla vida inteligente.
fc es la fracción de esos planetas en los que los seres inteligentes han desarrollado una tecnología que les permite comunicarse con otros mundos.
L es el lapso de vida de una civilización inteligente y comunicativa.

Aplicando esta fórmula, Drake llegó a la conclusión de que en nuestra galaxia podría haber una decena de civilizaciones capaces de comunicarse con nosotros.





Carlo Frabetti es escritor y matemático, miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York. Ha publicado más de 50 obras de divulgación científica para adultos, niños y jóvenes, entre ellos Maldita física, Malditas matemáticas o El gran juego.














jueves, 21 de agosto de 2025

BORDAR PARA ERRADICAR LA MUERTE

 


Los  bordados que  honran  a víctimas de feminicidio en México

Óscar López




Una colcha hecha con parches con los nombres de mujeres asesinadas en Morelos, México, creada por el colectivo "Nombramos Bordándolas". Fotografía: Luis Antonio Rojas









Un grupo de mujeres ha bordado hasta el momento casi 200 parches con nombres y pretende bordar todos los nombres de las mujeres asesinadas por feminicidio en Morelos desde 2015

Todo comenzó con el asesinato de Ingrid Escamilla, de 25 años, quien fue asesinada y mutilada por su novio en febrero de 2020. La brutalidad del asesinato –y la filtración de imágenes explícitas de su cuerpo a periódicos sensacionalistas– desató un furor nacional .
El asesinato de Escamilla conmovió a la artista María Antonieta De la Rosa con horror y repugnancia. Incluso en un país donde, en promedio, más de 10 mujeres eran asesinadas a diario, fue especialmente cruel. "Te das cuenta de lo extendida que está esta violencia". "Está normalizada en todos los sentidos".

'Nación feminicida': el asesinato de una joven pone de relieve la crisis de violencia de género en México


Con su mezcla de machismo cultural y violencia generalizada impulsada por los cárteles, México es uno de los países más peligrosos para las mujeres en la región : entre enero y junio de este año, 1.420 mujeres fueron asesinadas en todo el país, según cifras del gobierno.

Los altos índices de violencia han desencadenado un poderoso movimiento feminista nacional, con cientos de miles de mujeres saliendo a las calles cada año en el Día Internacional de la Mujer en ciudades de todo México, exigiendo una respuesta de las autoridades.

En el momento de la muerte de Escamilla, De la Rosa estaba estudiando una maestría en Bellas Artes y se había interesado por el bordado, una forma de arte que, aunque a menudo eclipsada por obras como la pintura o la escultura, ha sido utilizada durante mucho tiempo como una herramienta de protesta y resistencia por parte de las mujeres en México y en todo el mundo.

Con el deseo de hacer algo para llamar la atención sobre el asesinato de Escamillay los asesinatos de otras mujeres en su estado natal de Morelos, justo al sur de la Ciudad de México, De la Rosa convocó a dos amigas activistas, Karime Díaz y Xóchitl Guzmán, antes del Día Internacional de la Mujer en marzo de 2020.
Junto con sus madres, abuelas y amigas, se reunieron en un antiguo albergue para mujeres en la ciudad de Cuernavaca y celebraron un funeral simbólico por Escamilla. También comenzaron a bordar parches con los nombres de las mujeres asesinadas en Morelos en años anteriores.


De izquierda a derecha: la psicóloga Xóchitl Guzmán, la artista visual María Antonieta De la Rosa y la activista y organizadora comunitaria Karime Díaz fundaron el colectivo "Nombramos Bordándolos" en Cuernavaca como una forma de protesta y conmemoración. Fotografía: Luis Antonio Rojas

“Fue muy contradictorio sentirme tan apoyada, pero al mismo tiempo compartir esta incertidumbre, este dolor, esta tristeza al bordar los nombres de las víctimas de feminicidio”, dijo Díaz, refiriéndose a los asesinatos en los que una mujer es asesinada por su género. “Y también te das cuenta de que tú misma estás en peligro. El próximo nombre que bordarán podría ser el tuyo”.
Entre los parches que Díaz se encargó de bordar estaba el de una niña de tres años cuyo cuerpo había sido encontrado en un campo de rosas con signos de tortura y abuso sexual.

Al día siguiente, mientras cientos de mujeres salían a las calles de Cuernavaca, De la Rosa y sus amigas se unieron a la marcha cargando un ataúd envuelto en una colcha bordada con los nombres de decenas de mujeres asesinadas en Morelos. En cuanto aparecieron, toda la marcha quedó en silencio.
"La gente decía:" ‘Paren, déjenlos pasar’, como si realmente estuviéramos cargando (los cuerpos de las víctimas)”, recordó Díaz. “Fue muy impactante”.


De la Rosa y sus colegas decidieron hacer una convocatoria abierta en redes sociales para todas las mujeres que quisieran participar. Su objetivo: bordar todos los nombres de las mujeres asesinadas por feminicidio en Morelos desde 2015.
Las restricciones de la pandemia les impidieron reunirse en persona en 2020, pero docenas de mujeres se inscribieron y se les asignaron nombres para bordar en parches de tela y luego enviarlos por correo. Luego, los parches se tejieron juntos para formar una colcha gigante.
Al año siguiente las mujeres pudieron reunirse en persona, pero los fundadores se dieron cuenta de que, para muchas, el proceso de bordar un nombre podía ser increíblemente doloroso: incluso si no tenían una relación directa con la mujer asesinada, a menudo encontraban conexiones coincidentes.

“Había gente que nos decía: 'Me dieron a alguien que encontraron en el pueblo donde nací' o 'Tuve que bordar el nombre de mi hermana'”, explicó Díaz. “Nos dimos cuenta de que requería un apoyo especial”.


Mujeres participan en una sesión de bordado dominical en el parque Tlaltenango en Cuernavaca, Morelos, México, el 3 de agosto de 2025. Fotografía: Luis Antonio Rojas


Comenzaron a realizar las convocatorias abiertas solo una vez al año, realizando cuatro sesiones a lo largo de un mes con orientación y talleres de los fundadores, entre ellos Guzmán, quien es psicólogo de formación.  “Bordar es un proceso artístico que lleva tiempo”. “Es un proceso muy íntimo”.

En diciembre de 2023, el proyecto se volvió aún más personal cuando el cuerpo brutalizado de una compañera artista y activista, María Fernanda Rejón, fue encontrado tirado al costado de una carretera no lejos de Cuernavaca días antes de Navidad.
“Fue un recordatorio de que nadie está exento”, dijo Díaz. “Y también una amenaza para nosotras, porque era una persona muy visible y muy querida por toda la comunidad”.

Con la bendición de la madre de Rejón, el grupo comenzó otra colcha con el rostro de su amiga rodeada de mariposas. Aunque aún no estaba terminada, la madre de Rejón comenzó a llevarla en las marchas de mujeres en Cuernavaca.

El colectivo Las Nombramos Bordando ha seguido creciendo, con mujeres de otros estados que también envían parches para añadirlos a las colchas, de las cuales ya hay tres. Hasta el momento, han participado casi 100 mujeres, bordando casi 200 parches.

Una niña participa en una sesión de bordado dominical en el parque Tlaltenango el 3 de agosto de 2025. Fotografía: Luis Antonio Rojas

Además de las reuniones anuales más formales, el colectivo organiza sesiones informales los domingos durante todo el año, donde las mujeres se reúnen para aprender a bordar o hacer más mariposas para la colcha conmemorativa de Rejón.
En una soleada mañana de domingo, un grupo de unas ocho mujeres, entre ellas De la Rosa, Díaz y Guzmán, se reunieron en un parque de Cuernavaca para bordar. Dos de sus colchas estaban colgadas detrás de ellas, ondeando suavemente con la brisa. Desde lejos, parecían hermosas obras de arte, con los nombres rodeados de flores, mariposas y corazones.

Sólo cuando el espectador está lo suficientemente cerca para leer los nombres se hace evidente su brutal significado: Elizabeth Renata, de ocho meses, asesinada en febrero de 2017. Angélica, de 31 años, asesinada en enero de 2016. Petra, de 80 años, asesinada en septiembre de 2016.  Eso, explicó Díaz, es parte del poder de los quilts.
“El arte nos permite entrar en la vida de las personas de una manera diferente, aunque sea una forma de protesta, aunque sea muy subversiva”, dijo. “La gente no lo percibe así porque es una bonita colcha bordada por mujeres”.
“Es como un caballo de Troya”, añadió De la Rosa.

Ana Vázquez, quien se unió al colectivo durante la pandemia, bordaba mariposas junto a su madre. Vázquez, quien sobrevivió a una violación, comentó que bordar era una forma de actuar ante tanta violencia.


Ana Vázquez, defensora comunitaria, se unió al colectivo durante la pandemia y utiliza el bordado como herramienta de activismo y concientización. Fotografía: Luis Antonio Rojas

“No vamos a cambiar el mundo con esto”, dijo. “Pero al menos estamos haciendo ruido. Al menos nos están mirando, al menos se está hablando de estos feminicidios. No son solo números en una base de datos”.

Pero para Vázquez el proceso también tuvo un lado oscuro.

"No puedo dejar de pensar que mi nombre estará ahí algún día". "No puedo dejar de pensar que alguna de las otras mujeres me estará bordando".







































martes, 19 de agosto de 2025

EL FIN DE LA HUMANIDAD ?




"La autoterminación es lo más probable": la historia y el futuro del colapso social


Damián Carrington






Dos turistas pasan junto a un hombre sin hogar en Phnom Penh, Camboya. Fotografía: Tang Chhin Sothy/AFP/Getty Images








Un análisis épico de 5.000 años de civilización sostiene que se avecina un colapso global a menos que se supere la desigualdad.

"No podemos ponerle una fecha al Día del Juicio Final, pero al observar los 5.000 años de (civilización), podemos entender las trayectorias que enfrentamos hoy, y la autoterminación es lo más probable", dice el Dr. Luke Kemp del Centro para el Estudio del Riesgo Existencial de la Universidad de Cambridge.

"Soy pesimista sobre el futuro", dice. "Pero soy optimista sobre la gente". El nuevo libro de Kemp abarca el auge y el colapso de más de 400 sociedades a lo largo de 5000 años y tardó siete años en escribirse. Las lecciones que ha extraído son a menudo impactantes: las personas son fundamentalmente igualitarias, pero las élites enriquecidas y obsesionadas con el estatus las llevan al colapso, mientras que los colapsos del pasado a menudo mejoraron la vida de los ciudadanos comunes.
Sin embargo, la civilización global actual está profundamente interconectada y es desigual, y podría conducir al peor colapso social hasta la fecha, afirma. La amenaza proviene de líderes que son "versiones vivientes de la tríada oscura" —narcisismo, psicopatía y maquiavelismo— en un mundo amenazado por la crisis climática, las armas nucleares, la inteligencia artificial y los robots asesinos.



El sol se pone tras los edificios destruidos en la Franja de Gaza. Fotografía: Jack Guez/AFP/Getty Images


La obra es académica, pero también puede ser comprensible para todos, como al explicar cómo se podría evitar un colapso global. "No seas imbécil" es una de las soluciones propuestas, junto con un avance hacia sociedades genuinamente democráticas y el fin de la desigualdad.

Su primer paso fue abandonar la palabra civilización, un término que, según él, es en realidad propaganda de los gobernantes. "Cuando observamos el Cercano Oriente, China, Mesoamérica o los Andes, donde surgieron los primeros reinos e imperios, no vemos conducta civilizada, sino guerra, patriarcado y sacrificios humanos", afirma. Esto fue una forma de retroceso evolutivo respecto a las sociedades igualitarias y móviles de cazadores-recolectores que compartían ampliamente herramientas y cultura y sobrevivieron durante cientos de miles de años. "En cambio, empezamos a asemejarnos a las jerarquías de los chimpancés y los harenes de gorilas".

En cambio, Kemp utiliza el término "Goliat" para describir reinos e imperios, refiriéndose a una sociedad basada en la dominación, como el Imperio romano: el Estado sobre el ciudadano, los ricos sobre los pobres, el amo sobre el esclavo y los hombres sobre las mujeres. Dice que, como el guerrero bíblico abatido por la honda de David, los Goliat surgieron en la Edad de Bronce, estaban impregnados de violencia y, a menudo, eran sorprendentemente frágiles.
Los estados Goliat no surgen simplemente como camarillas dominantes que saquean los excedentes de alimentos y recursos, argumenta, sino que necesitan tres tipos específicos de "combustible Goliat". El primero es un tipo particular de excedente de alimentos: el grano. Este se puede "ver, robar y almacenar", dice Kemp, a diferencia de los alimentos perecederos.


Un recolector de basura busca residuos reciclables en un vertedero de la provincia de Liaoning, China. Fotografía: Sheng Li/Reuters

En Cahokia, por ejemplo, una sociedad de América del Norte que alcanzó su apogeo alrededor del siglo XI, la llegada del cultivo del maíz y el frijol condujo a una sociedad dominada por una élite de sacerdotes y sacrificios humanos, afirma.
El segundo combustible Goliat es el armamento monopolizado por un grupo. Las espadas y hachas de bronce eran muy superiores a las de piedra y madera, y los primeros Goliat en Mesopotamia siguieron su desarrollo, afirma. Kemp llama al último combustible Goliat "tierra enjaulada", es decir, lugares donde océanos, ríos, desiertos y montañas impedían que la gente simplemente emigrara de los tiranos en ascenso. Los primeros egipcios, atrapados entre el Mar Rojo y el Nilo, cayeron presa de los faraones, por ejemplo.

“La historia se cuenta mejor como la historia del crimen organizado”, dice Kemp. “Se trata de un grupo que monopoliza los recursos mediante el uso de la violencia sobre un territorio y una población determinados”.



Luke Kemp, autor de La maldición de Goliat. Fotografía: Graeme Robertson

Sin embargo, todos los Goliats contienen las semillas de su propia desaparición, dice: "Están malditos y esto se debe a la desigualdad". La desigualdad no surge porque todas las personas sean codiciosas. No lo son, dice. Los pueblos khoisan del sur de África, por ejemplo, compartieron y preservaron tierras comunes durante miles de años a pesar de la tentación de apropiarse de más.
En cambio, son las pocas personas en la cima de la tríada oscura las que se lanzan a la carrera por los recursos, las armas y el estatus, afirma. "Luego, a medida que las élites extraen más riqueza de la gente y la tierra, fragilizan las sociedades, lo que provoca luchas internas, corrupción, empobrecimiento de las masas, personas menos saludables, sobreexplotación, degradación ambiental y malas decisiones por parte de una pequeña oligarquía. El cascarón vacío de una sociedad acaba resquebrajándose por conmociones como las enfermedades, la guerra o el cambio climático".

La historia demuestra que la creciente desigualdad de la riqueza precede sistemáticamente al colapso, afirma Kemp, desde los mayas de las tierras bajas clásicas hasta la dinastía Han en China y el Imperio romano de Occidente. También señala que, para los ciudadanos de los primeros regímenes rapaces, el colapso a menudo mejoró sus vidas porque se liberaron de la dominación y los impuestos y volvieron a la agricultura. "Tras la caída de Roma, la gente, de hecho, se volvió más alta y más sana", afirma.


La antigua ciudad de Taiyuan, en la provincia de Shanxi, China, es un ejemplo excepcionalmente bien conservado de una ciudad tradicional Han fundada en el siglo XIV. Fotografía: Eric Yang/Getty Images

Los colapsos del pasado se produjeron a nivel regional y a menudo beneficiaron a la mayoría de las personas, pero el colapso actual sería global y desastroso para todos. "Hoy en día, no tenemos imperios regionales, sino un único Goliat global interconectado. Todas nuestras sociedades actúan dentro de un único sistema económico global: el capitalismo", afirma Kemp.

Cita tres razones por las que el colapso del Goliat global sería mucho peor que eventos anteriores. La primera es que los colapsos vienen acompañados de aumentos repentinos de la violencia a medida que las élites intentan reafirmar su dominio. "En el pasado, esas batallas se libraban con espadas o mosquetes. Hoy tenemos armas nucleares", afirma.
En segundo lugar, la gente del pasado no dependía en gran medida de imperios o estados para obtener servicios y, a diferencia de hoy, podía volver fácilmente a la agricultura, la caza y la recolección. "Hoy en día, la mayoría estamos especializados y dependemos de la infraestructura global. Si esta desaparece, nosotros también lo haremos", afirma.

“Por último, pero no menos importante, lamentablemente todas las amenazas que enfrentamos hoy son mucho peores que en el pasado”. Los cambios climáticos pasados que precipitaron colapsos, por ejemplo, solían implicar un aumento de temperatura de 1 °C a nivel regional. Hoy, nos enfrentamos a 3 °C a nivel mundial. Además, existen alrededor de 10 000 armas nucleares, tecnologías como la inteligencia artificial, robots asesinos y pandemias artificiales, todas ellas fuentes de riesgo global catastrófico.

Kemp afirma que su argumento de que los Goliats requieren gobernantes con una fuerte presencia de la tríada oscura se confirma hoy. "Los tres hombres más poderosos del mundo son una versión viviente de la tríada oscura: Trump es un narcisista de manual, Putin es un psicópata frío y Xi Jinping llegó a gobernar (China) siendo un maestro de la manipulación maquiavélica".



Xi Jinping participa en un desfile militar en Pekín en 2015 con motivo del 70.º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial. Fotografía: Kevin Frayer/Getty Images

“Nuestras corporaciones y, cada vez más, nuestros algoritmos, también se parecen a este tipo de personas”, dice. “Básicamente, están amplificando lo peor de nosotros”.
Kemp señala a estos "agentes de la catástrofe" como la fuente de la trayectoria actual hacia el colapso social. "Se trata de las grandes corporaciones y grupos psicópatas que generan un riesgo catastrófico global", afirma. "Las armas nucleares, el cambio climático y la inteligencia artificial solo son producidos por un número muy reducido de grupos herméticos, muy ricos y poderosos, como el complejo militar-industrial, las grandes tecnológicas y la industria de los combustibles fósiles".

La clave es que no se trata de que toda la humanidad cree estas amenazas. No se trata de la naturaleza humana. Se trata de pequeños grupos que sacan lo peor de nosotros, compitiendo por ganancias y poder, y ocultando todos los riesgos.
El Goliat global es el fin de la humanidad, dice Kemp, como las últimas jugadas de una partida de ajedrez que determinan el resultado. Él ve dos resultados: la autodestrucción o una transformación fundamental de la sociedad.

Cree que el primer resultado es el más probable, pero afirma que es posible evitar el colapso global. "Ante todo, es necesario crear sociedades democráticas genuinas para neutralizar todas las formas de poder que conducen a Goliats", afirma. Esto implica gobernar las sociedades mediante asambleas ciudadanas y jurados, con la ayuda de tecnologías digitales para posibilitar la democracia directa a gran escala. La historia demuestra que las sociedades más democráticas tienden a ser más resilientes, afirma.
Si hubiera habido un jurado ciudadano que juzgara a las (empresas de combustibles fósiles) cuando descubrieron el daño y las muertes que causarían sus productos, ¿cree que habrían dicho: 'Sí, adelante, oculten la información y lancen campañas de desinformación'? Claro que no, dice Kemp.

Escapar del colapso también requiere gravar la riqueza, dice, de lo contrario, los ricos encontrarán maneras de manipular el sistema democrático. "Yo limitaría la riqueza a 10 millones de dólares. Eso es mucho más de lo que cualquiera necesita. Un famoso magnate petrolero dijo una vez que el dinero es solo una forma de que los ricos lleven la cuenta. ¿Por qué deberíamos permitir que esta gente lleve la cuenta a riesgo de destruir todo el planeta?"



Activistas participan en una protesta en Ámsterdam contra la inversión de empresas neerlandesas en la destrucción del clima. Fotografía: Eva Plevier/ANP/AFP/Getty Images

Si los jurados ciudadanos y los límites a la riqueza parecen excesivamente optimistas, Kemp afirma que durante mucho tiempo nos han lavado el cerebro los gobernantes que justifican su dominio, desde los autoproclamados dioses-faraones de Egipto y los sacerdotes que afirman controlar el clima, hasta los autócratas que afirman defender a la gente de las amenazas extranjeras y los titanes tecnológicos que nos venden sus tecnoutopías. "Siempre ha sido más fácil imaginar el fin del mundo que el fin de los Goliats. Eso se debe a que estas son historias que nos han inculcado durante 5000 años".

Hoy en día, a la gente le resulta más fácil imaginar que podemos construir inteligencia sobre silicio que que podemos lograr una democracia a gran escala, o que podemos escapar de las carreras armamentísticas. Es una completa tontería. Claro que podemos lograr una democracia a gran escala. Somos una especie naturalmente social, altruista y democrática, y todos tenemos una intuición antidominante. Para eso estamos hechos.
Kemp rechaza la sugerencia de que simplemente esté presentando una visión políticamente izquierdista de la historia. "No hay nada inherentemente izquierdista en la democracia". "La izquierda tampoco tiene el monopolio de la lucha contra la corrupción, la exigencia de responsabilidades al poder y la garantía de que las empresas paguen por los daños sociales y ambientales que causan. Eso simplemente contribuye a que nuestra economía sea más honesta".

También tiene un mensaje para las personas: “El colapso no solo lo causan las estructuras, sino también las personas. Si quieres salvar el mundo, el primer paso es dejar de destruirlo. En otras palabras: no seas un imbécil. No trabajes para las grandes tecnológicas, los fabricantes de armas ni la industria de los combustibles fósiles. No aceptes relaciones basadas en la dominación y comparte el poder siempre que puedas”.

A pesar de la posibilidad de evitar el colapso, Kemp se muestra pesimista sobre nuestras perspectivas. "Creo que es improbable". "Nos enfrentamos a un proceso de 5.000 años que será increíblemente difícil de revertir, dados los crecientes niveles de desigualdad y el control de nuestra política por parte de las élites".

Pero incluso si no tienes esperanza, en realidad no importa. Se trata de rebeldía. Se trata de hacer lo correcto, de luchar por la democracia y para que la gente no sea explotada. E incluso si fracasamos, al menos no contribuimos al problema.















La maldición de Goliat de Luke Kemp se publicó en el Reino Unido el 31 de julio por Viking Penguin.












































lunes, 18 de agosto de 2025

IN MEMORIAM



Muere Joe Caroff, diseñador del logotipo de James Bond 007












Joe Caroff, diseñador del logotipo de James Bond 007 y de innumerables carteles icónicos de películas, muere a los 103 años. El artista, cuyo trabajo también se puede ver en carteles desde West Side Story hasta Cabaret, Manhattan y A Hard Day's Night, trabajó en más de 300 campañas, a menudo sin acreditar.






















































viernes, 15 de agosto de 2025

"AND JUST LIKE THAT" HACE JUSTICIA

 


'And Just Like That' consigue lo que 'Sex and the City' debió hacer y no se atrevió

Álvaro Onieva










Nos despedimos (¿para siempre de Carrie Bradshaw?) con un flojo episodio, pero un desenlace coherente (atencion contiene spoilers)

La mejor-peor serie (o peor-mejor, no lo sé) del año, y quizás de la década, ha llegado a su fin. La experiencia de ver 'And Just Like That' no ha sido precisamente gratificante para los fans de 'Sex and the City' pues ha dejado bastante que desear y no estado a la altura de los Manolos de Carrie Bradshaw. Y, aún así, ahí hemos seguido fieles, semana a semana, por el amor que profesamos a la escritora neoyorquina y a sus amigas.
Y sí, aunque esta continuación no haya tenido la calidad que esperábamos, no podíamos dejar de estar pendientes de su final, que muy probablemente suponga el punto y final absolutamente definitivo a la historia (¿acaso se atreverán a retomarla con otra serie o película después de este fiasco?). Por supuesto, lo hemos vivido intensamente y tenemos mucho que decir: bastantes cosas negativas, pero una jugosamente positiva.




Empecemos por lo malo porque es lo más obvio: qué desgana, qué poca gracia y qué remate de tramas tan anodino nos han dado. ¿Nos importa si está triste el marido de Lisa (no he llegado a aprenderme su nombre) por haber perdido las elecciones?, ¿por qué es tan importante en la recta final lo que le pase a Brady con la chica que ha dejado embarazada?, ¿cuántos chistes de penes debemos soportar de Harry?, ¿alguien siente un mínimo de simpatía por Anthony?, ¿de verdad pensaron que un water rebosante de mierda era la mejor situación para cerrar la serie? Desde luego, de esto último sacamos una metáfora.

Pero, por encima de esas preguntas, durante todo el último episodio de 'And Just Like That' nos ronda la cabeza otro interrogante: ¿solo queda media hora para terminar y están perdiendo el tiempo con todo esto? Parece paradójico: apenas quedan minutos pero no paran de perder el tiempo con relleno y cosas absurdas (¡Carrie siempre pide pasteles pero no sabe cuántos pasteles come la gente!, ¡una chica que se llama como un parque temático y un desconocido bailando voguing en el salón de Miranda!). La falta de ideas útiles es palpable, como ha sido la tónica general de la serie.


'Sex and the City' y el final que nunca fue

Ahora bien, aunque todo haya sido torpe y deslavazado, la conclusión final en torno a Carrie salda una importante deuda respecto al desenlace de 'Sexo en Nueva York'. Darren Star, creador de la serie original y quien delegó el liderazgo en otros guionistas como Michael Patrick King (actual showrunner), comentó en 2016 su descontento con ese cierre en que Carrie, finalmente, acababa con Mr. Big.

"Si estás empoderando a otras personas para escribir y producir tu serie, llega un punto en el que debes dejarles seguir su visión. Pero creo que la serie, al final, traicionó de lo que trataba: que las mujeres no encuentran la felicidad en el matrimonio. No es que no puedan. Pero en inicio la serie se desviaba del guion de las comedias románticas anteriores. Eso es lo que había enganchado tanto a las mujeres. Al final, se convirtió en una comedia romántica convencional. Pero a menos que estés ahí para escribir cada episodio, no vas a conseguir el final que quieres", dijo en una entrevista a Kindle Singles.

Previamente, en 2014, Liz Tuccillo, quien sí trabajó en la temporada final de 'Sex and the City, había dado una entrevista a Cosmopolitan en la que confirmaba que en la sala de guionistas hubo mucho debate sobre el final. "Esa fue la gran discusión al terminar la serie. Todos discutíamos al respecto. No solo sobre si ella termina con Big, porque creo que todos sabíamos, aunque no quisiéramos admitirlo, que terminaría con Big, sino sobre el hecho de que todas las mujeres terminasen con alguien. Esa fue una conversación crucial en la sala de guionistas"



"Sentíamos una gran responsabilidad de terminar la serie bien. Y al tener a cada personaje con alguien, significa que, en última instancia, la serie trata sobre encontrar el amor en la gran ciudad, y vamos a ser optimistas y decir que todas lo han encontrado. Todas están felices", reflexionaba Tuccillo. "Podríamos haber terminado diciendo: La serie no trata sobre mujeres que encuentran el amor. Trata sobre el viaje de la autoaceptación, sobre ser feliz con uno mismo y estar soltero. Además, no siempre consigues lo que quieres... al menos no todo lo que quieres. ¿Pero quién va a querer ver eso?".

Y ese fue el gran quid de la cuestión. De algún modo, los guionistas de la serie sentían que era más valiente y apropiado para con la historia no darle a Carrie, y al resto de sus amigas, un final de cuento de hadas o de comedia romántica clásica, pero por otro lado se sintieron "obligados" a dárselo al espectador. Quizás por ello, 'Sexo en Nueva York' encadena tres escenas en su final: después de resolverse la trama de Big, Carrie se reune con las chicas en una cafetería (y así, jerarquizándolas por encima de Big) y finalmente Carrie camina sola por la ciudad mientras dice que "la relación más emocionante, difícil y significativa de todas es la que tienes contigo misma", aunque si encuentras alguien que te acompañe, estupendo.




Por tanto, los guionistas de 'Sex and the City' no se atrevieron a dejar soltera a Carrie, pero sí quisieron remarcar con su último monólogo la importancia de quererse a uno mismo por encima de encontrar pareja, aunque Big empañase todo.


And Just Like That... esta vez sí termina sola





Solo tras refrescar todo este contexto, por si alguien no estaba al tanto, podemos valorar la importancia del final de 'And Just Like That' en el que Carrie no termina con ningún hombre y, además, acepta la soltería como un estado que no es una tragedia. "La mujer se dio cuenta de que no estaba sola, estaba por su cuenta", escribe Carrie sobre la protagonista de su libro y, a su vez, sobre sí misma. Después, camina y baila por el pasillo de su casa, que ya no es demasiado grande para una mujer sola.

De esta forma, el nuevo final de Carrie Bradshaw repara el "error" o se atreve a hacer lo que 'Sex and the City' no pudo. Y ahora se entienden mejor las decisiones que la serie ha tomado respecto a los hombres que han rodeado a la protagonista: Big fallece, Aidan vuelve para quedar como el completo idiota egoísta que siempre fue y luego aparece Duncan y, aunque hay una conexión interesante, no resulta ser una tabla de salvación que aparece en la historia para darle de nuevo un final edulcorado por la vía del matrimonio.



Aún así, el final de 'And Just Like That' está lejos de ser perfecto por todo lo que comentábamos antes. También, porque para generar contraste respecto a Carrie ha empujado al resto de personajes a estar en pareja (por ello, por ejemplo, han pisado el acelerador en la trama de Seema y el jardinero). No recordaremos la serie como perfecta, ni mucho menos, ni tampoco podremos decir que tuvo un capítulo final digno.

Eso sí, nos quedamos conformes, al menos yo, con el lugar en el que queda nuestra antiheroína neoyorquina: Carrie Bradshaw no es, nunca fue, perfecta, pero es una mujer independiente que se valora a sí misma.