miércoles, 5 de diciembre de 2012

GUSTOS Y PLACERES




Escritores y sabores

Gabriella Campbell  








Se habla del gusto de los escritores por el alcohol, el café y las drogas de todo tipo. No obstante, algunos de ellos tienen también una gran debilidad: la buena comida.
Según un estudio realizado en el 2011 por la organización Oxfam, la comida favorita de gran parte del planeta es la pasta. Y no iba a ser menos el escritor estadounidense Jonathan Franzen, autor de obras como Libertad o Las correcciones, que ofreció en una compilación de recetas reciente su versión particular de Pasta con col rizada, una combinación, en sus propias palabras, hermosa, erótica, privada y virtuosa.
Para Jack Kerouac, sin embargo, no había nada como un buen pastel de manzana con helado. Este plato aparece mencionado en su libro En la carretera, pero también en las cartas que le escribió a su madre durante sus viajes, donde admite que ha probado este postre en innumerables establecimientos (era, además, uno de los platos más económicos de los tradicionales diners estadounidenses).
En las cartas que Jean Paul Sartre le escribió a Simone de Beauvoir, aparece más de una vez su apreciado halva, un postre con miel y nueces que le era indispensable, sobre todo una vez tuvo que entrar en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial y dependía de otros para conseguirlo. Los paquetes que contenían halva, en forma de barritas individuales cubiertas de almendra, eran tan importantes como los de libros.
Otra gran aficionada a la cocina fue la escritora Sylvia Plath, que complementaba su afición literaria con una ajetreada actividad culinaria. Plath se especializaba en los postres, sobre todo en las tartas y pasteles. Uno de sus platos de más éxito era su extraña pero deliciosa tarta de sopa de tomate, un manjar salado y dulce a la vez. Hasta su suicidio estuvo relacionado, tristemente, con la cocina: encontraron a la autora sin vida con la cabeza dentro de un horno.
Walt Whitman disfrutaba de curiosos desayunos de carne y ostras, pero su perdición era la tarta de café, potente, densa y especiada, con la que satisfacía su apetito a cualquier hora del día o de la noche. Se conservan textos de este gran poeta en los que se lamenta de haber abusado de este tipo de dulce justo antes de acostarse.
Tal vez la fruta más popular entre los grandes autores sea la humilde manzana, de la que hablaban maravillas tanto Charles Dickens como Scott Fitzgerald. Para el primero, debían comerse asadas, y eran estupendas para el  estómago, para el segundo eran la base de su dieta cuando se encerraba para escribir.
Otros, como Kafka, llevaron sus intereses alimenticios hasta extremos peligrosos. El autor nacido en Praga insistía en la importancia de beber grandes cantidades de leche sin pasteurizar, que parece ser que a la larga le acarreó la tuberculosis bovina que le costó la vida. Obviamente, no todos los gustos son igual de sanos.


 De Lecturalia.


Sobre nuestros escritores 

Dice Jorge Luis Borges:

'Mis comidas favoritas son los copos de maíz, el arroz con manteca y queso, los dulces criollos, el jamón con huevos. Mi mayor “calaverada” es un plato de ravioles con manteca de queso, pero sin salsa. Y el café, sobre todo el colombiano, que es suave.  En mi juventud probé la mescalina y la cocaína pero enseguida me pasé a las pastillas de menta que me parecieron más estimulantes. Si las drogas producen el mismo efecto que el alcohol, no me interesan. 

A mi me gustan las uvas, las bananas también, sólo que la banana no me parece una fruta. Otra fruta que no me parece una fruta es la manzana; no entiendo por qué tiene tanto prestigio. 
Mi alimento preferido es el arroz. Cierta vez, aquí en España, me preguntaron si me gustaba la paella que me habían servido. “Sí -dije- es buena, porque cada arroz ha mantenido su individualidad”. Algunos rieron pero gastronómicamente debe ser así, ¿no? '

Miss Musa.



Salvando las distancias....

Dice Alejandro Schleh:

A Borges, la manzana no le da la impresión de ser una fruta. Me permito estar impresionado de manera diferente por este "fruto" vegetal. Además, supongo debe ser una fruta. ¿Que otra cosa podría ser sinó? Una fruta para ser regalada a las maestras y una fruta para hacer compotas que tanto bien hacen al aparato digestivo. Entiendo el porqué del prestigio de la manzana aunque al escritor famoso se le pase por alto los porqués. Se puede comer con o sin cascara, crudas o al horno...coloradas o verdes. Puden ser compradas en la calle cubiertas de azúcar quemada a quienes se encargan de vender pochoclo en el zoológico. Y sobre todo, la manzana, nos permite comer el típico pastel que se vende en todas partes en los Estados Unidos...en un bar cualquiera, por la calle, en un supermercado. Siempre rico con canela. Es muy rico !!! 
A.Schleh


Agrego:


A Alejandro Schleh le gusta el apple pie.


Miss Musa


Agrego:


Miss Musa: Me gusta el "apple pie" más "mojado" que seco, baveuse, sin escatimar la canela. La tortilla española, beveuse también, eso sí, nada de canela en este caso.


Alejandro Schleh




Dice Marcelo Raúl  Eckhardt:


Borges es tan terriblemente imaginativo en sus combinaciones que provoca risa y admiración!.... cambiar la droga por pastillas de menta es sim ple men te genial! 
Me gusta todo! salvo unas croquetas de seso que hacia mi abuela antes de que los zombies comieran los sesos a los vivos! las preferencias tienen que ver con reminiscencias: mango y papaya! cayote en almíbar con crema, leche condensada...



Miss Musa








8 comentarios:

  1. A Borges, la manzana no le da la impresión de ser una fruta. Me permito estar impresionado de manera diferente por este "fruto" vegetal. Además, supongo debe ser una fruta. ¿Que otra cosa podría ser sinó? Una fruta para ser regalada a las maestras y una fruta para hacer compotas que tanto bien hacen al aparato digestivo. Entiendo el porqué del prestigio de la manzana aunque al escritor famoso se le pase por alto los porqués. Se puede comer con o sin cascara, crudas o al horno...coloradas o verdes. Puden ser compradas en la calle cubiertas de azúcar quemada a quienes se encargan de vender pochoclo en el zoológico. Y sobre todo, la manzana, nos permite comer el típico pastel que se vende en todas partes en los Estados Unidos...en un bar cualquiera, por la calle, en un supermercado. Siempre rico con canela. Es muy rico !!!
    A.Schleh

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    1. Hablando de escritores me gusta tu reflexión Alejandro, ya te agrego entre pares. Y digo:

      A Alejandro Schleh le gusta la tarta de manzana ...¿ Me equivoco ?

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  2. Duraznos conservados en aguardiente, uvas moscatel, arrollado de chancho, higos en almíbar y su verdadera perdición: ensalada de pepinos. Estos fueron algunos de los manjares predilectos de Domingo Faustino Sarmiento. La mayoría eran elaborados en su casa materna. Es por eso que cada carta enviada por sus hermanas, a cualquier punto donde estuviera Sarmiento, incluía un paquete con esta clase de alimentos. Esto quedó en evidencia en la correspondencia personal del prócer que hoy está guardada en el Archivo del Museo Histórico Sarmiento, en Buenos Aires, y al que DIARIO DE CUYO tuvo acceso.
    http://www.diariodecuyo.com.ar ./home /new_noticia.php?noticia_id=444845. R

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    1. Leí la nota es muy interesante. Debería agregar a Sarmiento es un escritor importante. Lo haré. Gracias R !

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  3. Borges es tan terriblemente imaginativo en sus combinaciones que provoca risa y admiración!.... cambiar la droga por pastillas de menta es sim ple men te genial!
    Me gusta todo! salvo unas croquetas de seso que hacia mi abuela antes de que los zombies comieran los sesos a los vivos! las preferencias tienen que ver con reminiscencias: mango y papaya! cayote en almíbar con crema, leche condensada...
    Marcelo Raúl Eckhardt

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  4. Miss Musa:
    Me gusta el "apple pie" más "mojado" que seco, baveuse, sin escatimar la canela. La tortilla española, beveuse también, eso sí, nada de canela en este caso.
    Alejandro Schleh

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