Hallan en Florida el tesoro de un barco español hundido en 1715
Como si se tratase de una novela de Stevenson, los
Schmitt, una familia de Florida que se dedica a buscar tesoros con su buque, ha
encontrado un botín valorado en más de un millón de dólares entre los restos de un barco español hundido en 1715 en aguas del
Atlántico, según las primeras estimaciones realizadas por la empresa de
rescate Fleet-Queens Jewels LLC.
El tesoro recuperado incluye 51 monedas
de oro de varias denominaciones y una cadena ornamentada en oro de unos 12
metros, ha detallado Brent Brisen, representante de esta empresa que posee los
derechos de los restos.
Brisben
ha asegurado que fue Eric, de 27 años, uno de los hijos de la pareja Rick y
Lisa Schmitt, quien encontró y recuperó las piezas el pasado junio en aguas de
Fort Pierce, una ciudad a 210 kilómetros al norte de Miami y con una población
de unas 42.000 personas. La propia empresa avisaba en su página de Facebook que tenía previsto
un gran anuncio coincidiendo con los 300 años desde que 11
navíos de la flota española zarparon el 27 de julio 1715 de La Habana y fueron
alcanzados tres días después por un huracán. En el naufragio murieron más de
1.000 miembros de la tripulación y acabó perdido un cargamento de más de 3,5
millones de pesos. El capitán Don Juan Esteban de Ubilla lideraba el buque
insignia de la flota, tradicionalmente llamado Capitana.
Según
las leyes federales y estatales de Estados Unidos, el Estado de Florida se
quedará con el 20% del tesoro encontrado para exponerlo en un museo. El resto
se lo repartirán la familia Schmitt y la compañía propietaria de los derechos
del rescate.
Entre
los objetos más destacados de este tesoro se encuentra una moneda de un real
que data de 1715 y en el que está tallada la efigie del rey español Felipe V,
el primero de la dinastía Borbón. Existen pocas monedas de este tipo, de ahí su
gran valor, que varios medios estadounidenses calculan en torno a los 500.000
dólares . "Es de ocho escudos, el valor más alto
dentro del sistema de oro", afirma enseguida Paloma Otero, jefa del
departamento de Numismática y Medallística del Museo Arqueológico Nacional de España,
quien confirma que se trata de una pieza de cierta rareza. Sea como fuere, más
allá del hallazgo o de su valor económico, la estudiosa se apresura a subrayar
otro aspecto: "Los cazatesoros ven las monedas como dinero, para ganar
dinero. Pero los arqueólogos las vemos como documentos históricos y la clave
sería poder estudiar el conjunto".
Su
temor es el mismo de Mariano Aznar, abogado experto en derecho marítimo: “El
mar es el museo más grande el mundo. Lo peligroso es la monetización del
patrimonio”. Aznar advierte de que hay cientos de cazatesoros por el mundo e
invita al escepticismo ante el hallazgo. “Continuamente sale gente que anuncia
que ha encontrado, siempre cerca de Florida, un galeón, monedas o un tesoro
españoles”, dice. Si bien la zona acoge muchos buques hundidos, Aznar relata
que a menudo el anuncio es una estrategia de los cazatesoros para buscar
visibilidad o inversores. Incluso si fuera cierto, podría ser otro barco u otra
flota.
Eso
sí, de confirmarse el hallazgo, el abogado explica que España sí tendría sus
cartas que jugar. La clave es el Estado propietario del buque y si éste llevaba
a cabo una función pública. De momento, en todo caso, sólo son hipótesis por
demostrar.
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