Veinticinco curiosidades de Japón que te gustará conocer
Japón es un país muy especial.
Pero no todos los tópicos que le atribuimos a los japoneses son
exactos: en una sociedad de 128 millones de habitantes te vas a
encontrar de todo. Aquí tienes 25 curiosidades que llamarán la
atención de cualquier viajero novato que llegue a este fascinante y desconocido país:
1. En Tokio, para
comprarte un coche tienes que demostrar antes que cuentas con un parking donde
guardarlo.
2. Está prohibido
fumar en las calles por el riesgo de quemar a alguien (solo
puede hacerse parado y en torno a puntos marcados, en los que hay ceniceros).
Sin embargo, se puede fumar en bares y restaurantes.
3. Tokio tiene el menor porcentaje
de propietarios de vehículos de todo el país. Muchas empresas prohíben ir
al trabajo en coche; a cambio, te pagan la tarjeta de transporte público.
4. La industria del sexo es
muy potente en Japón. Esto ha dado lugar a los Muryō Annai Sho (literalmente,
lugares de información gratuita), empresas que informan y gestionan
sobre el ocio nocturno, desde la picardía más banal hasta el sexo duro.
Puede ser la contratación de un hosto o hostess (hombre o mujer
de compañía para hablar, vestir según tus fantasías o para salir a cenar
acompañado /a, todo muy naïf y sin sexo o tocamientos) hasta el paseo de un
hombre adulto con una adolescente vestida de colegiala o sexo en sus diversos grados
legales (en Japón el sexo por dinero solo es ilegal si hay penetración).
5. La estación de Shinjuku,
en el distrito financiero, es la estación con más tráfico de pasajeros del
mundo: unos tres millones y medio de personas pasan cada día por sus 36
andenes, en los que se cruzan líneas de tren de largo recorrido, cercanías y
metro.
6. En una ciudad como
Tokio, de 13 millones de habitantes (36 millones si contamos el área
metropolitana), la gente deja las bicicletas en la calle por la noche sin
cadena, a lo sumo con un sencillo bloqueador de rueda (sí, de esos que se abren
con un soplido). A la mañana siguiente, la bicicleta está en el mismo
sitio donde la dejó su dueño.
7. Nunca dejes
una propina; es inusual y extraño. Si la cuenta son 297 yenes y dejas en
el plato los tres del cambio (dos céntimos) el camarero es capaz de seguirte
hasta la calle para recordarte que has olvidado algo que es tuyo.
8. En el Shinkansen (también
en el metro y en general en transportes públicos) está prohibido hablar
por el móvil. Por eso puedes darte el gustazo de viajar horas y horas sin que
el maleducado/a de turno te atormente con sus conversaciones voz en grito.
9. En cambio, en el
Shinkansen no hay vagón restaurante. La gente sube con su propia
comida o la compra en un carrito que pasa con frecuencia por el
pasillo, y se la come en el propio vagón. El olor a comida –fuertemente
especiada- es muy intenso y llama la atención de los viajeros occidentales.
10. El parachoques de
los coches es solo de decoración. Nadie aparca tan ajustado como para
poder rozar a los vehículos contiguos. O queda más de medio metro
entre uno y otro… o no se aparca.
11. Las adolescentes japonesas
no tienen un problema de columna vertebral. Si caminan con los pies hacia
dentro es como signo de fragilidad según los códigos de la moda
kawaii (tierno, adorable). Su icono es Hello Kitty.
12. En Japón, lo colectivo prima
sobre lo individual.
13. En las comunidades de
vecinos, la gestión de las basuras es muy estricta. La orgánica se
saca todos los días, pero la de reciclaje se saca una vez a la semana según un código;
por ejemplo: martes, papel; miércoles, plásticos y envases, etc. Como te lo
saltes, tus vecinos te llamarán la atención muy enfadados.
14. El dinero, las
tarjetas de crédito o las de visita se dan siempre con dos manos. Y si te
la dan en una reunión de trabajo tienes que mirarla detenidamente durante unos
segundos y quedarte con el apellido y el cargo de quien te la ofrece.
15. En Japón nunca se tutea a
alguien mayor que tú o con más experiencia, sobre todo en empresas, clubes
deportivos y asociaciones que conlleven una jerarquía.
16. En el metro, piden
disculpas a los viajeros por los altavoces si el tren va a llegar con un
minuto de retraso.
17. En el metro, guarda siempre
el billete; es imprescindible para salir.
18. Pese a ser la tercera
potencia económica y un país altamente tecnológico, el pago con tarjeta de
crédito no está tan extendido como cabría esperar. En muchas
tiendas, restaurantes y lugares de ocio te encontrarás con que la única forma
de pago es en efectivo.
19. Nunca des la mano cuando
te presenten a alguien y mucho menos, un abrazo. Y mucho menos aún si es
una mujer. El contacto personal está muy mal visto.
20. No rompas los esquemas de
un camarero pidiendo varias personas a la vez desordenadamente y cambiando
luego la comanda sobre la marcha. Solo conseguirás bloquearlo y que
tarde el triple en servirte. En Japón se pide uno a uno y tal y como aparece en
la carta. Y una vez pedido, no se cambia sobre la marcha en plan “…ahora quiero
el café con leche en vez de solo...”, “...en vez de tres de ramen que sean
cuatro....” o “...el sandwich que sea con kepchup en vez de con mostaza”.
21. Los de Osaka tiene
fama de ser algo así como los andaluces de Japón: son más abiertos y
extrovertidos, les gusta vivir y beber en las terrazas, hablan en el metro y
son más dados a expresar sus sentimientos en público. Una raridad
para las normas sociales imperantes.
22. El porcentaje de suicidios es
muy elevado (el noveno más alto del mundo). Y buena parte de los suicidas
elijen el metro o el tren para llevar a cabo su último acto. Es una
de las escasas razones por las que se puede colapsar el sistema de transporte
público y que la gente llegue ese día tarde al trabajo. En teoría, la compañía
ferroviaria puede exigir a la familia del suicida los costes generados por
la interrupción del servicio.
23. Octubre es el mes
sin dioses en Japón… porque todos se han ido a la peregrinación de
Izumo, uno de los santuarios sintoistas más antiguos y famosos del país.
24. Aunque en general el
japonés es poco creyente, las religiones mayoritarias son el sintoismo y
el budismo; pero ambas se confunden. De hecho, si no fuera por los torii (arcadas
de madera en la entrada) costaría saber si un templo es sintoista o budista.
Una encuesta reciente arrojó este resultado: de una población de 128 millones,
100 millones se declaraban budistas y otros 100 millones se declaraban
sintoístas (¿?).
25. La palabra mágica para
un japonés es “onsen”. Se trata de baños de agua muy caliente -con
todo el ritual que conlleva- que los japoneses toman a diario. Los hay en todos
los ryokan (alojamientos tradicionales) así como en la mayoría de
hoteles convencionales y en muchos lugares públicos. Son gratuitos o con un
coste ínfimo. Tomar uno por la noche antes de acostarse es la mejor manera de
finalizar un maravilloso día de viaje por Japón. Están separados por sexos y
se toman desnudo.
*Paco Nadal es viajero-turista antes que periodista y culo inquieto desde que tiene uso de razón. Estudió Ciencias Químicas pero acabó recorriendo el mundo con una cámara y contándolo. Escribe en EL PAÍS sobre viajes y turismo desde el año 1992. Es también escritor y fotógrafo, colabora con la Cadena Ser, además de presentar series documentales en diversas televisiones.
El blog de Paco Nadal. Diario El País. España.
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