La palabra y su tacto
Blanca Sarasúa
Era preciso hablar,
rememorar de nuevo el primer balbuceo
diseccionar el grito,
borrar la singladura del rayo hacia la herida.
Marcamos posiciones
-mas sin perder de vista la escalera de incendios-
el aire de metal
y los nervios bregando,
entrando por urgencias.
Era preciso hablar, reconstruir la vida,
apagar tenebrarios ante un sol como líder
conocerse a destajo
usar de las palabras
para poder tocarnos
y saber que existimos.
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