Documento
Alejandro Schleh
"De aquello indescriptible, inenarrable, me resta el
documento sonoro huelleando mi alma en indeleble marca, como la de agua en los
papeles importantes, indeleble la del viaje en avioneta y otras más, la del
amor por fin hallado. Dicen que los locos oyen voces, que se hablan a ellos
mismos, que emiten hasta sonidos guturales para fijar sus coordenadas
existenciales.
No sé si es tan así. Digo, así de sencillo el vericueto de la mente. Como el día que nos dimos el primer y sostenido abrazo me costó conciliar el sueño, abrazo que una y otra vez prendí y repetí iluminando mi espíritu y mi alma como si fuese real horas más tarde con su luz, semanas, meses y más, aún hoy me parece escuchar la voz de los mensajes que sucesivamente nos fuimos mandando a partir del día que se fue. Voces.
Como el traqueteo de las ruedas de un tren, en insistente murmullo la marca sonora me acompaña. Letras, sílabas, palabras. Oraciones completas que he aprendido de memoria a recitar; nuestros correos de horas y horas diarias me siguen hablando y son mi ruido permanente y mi compás.
¿Que si estoy enfermo? ¿Es eso estar enfermo? ¿Saber de memoria el diálogo sostenido en un tiempo prolongado con el doble de uno, dentro de uno? Pues entonces sí, como es vulgar decirlo lo habré de decir: enfermo de amor. Una enfermedad crónica que no presenta brotes fuera del altibajo, el suave sube y baja de las mareas naturales; es la mía una convalecencia permanente. "
No sé si es tan así. Digo, así de sencillo el vericueto de la mente. Como el día que nos dimos el primer y sostenido abrazo me costó conciliar el sueño, abrazo que una y otra vez prendí y repetí iluminando mi espíritu y mi alma como si fuese real horas más tarde con su luz, semanas, meses y más, aún hoy me parece escuchar la voz de los mensajes que sucesivamente nos fuimos mandando a partir del día que se fue. Voces.
Como el traqueteo de las ruedas de un tren, en insistente murmullo la marca sonora me acompaña. Letras, sílabas, palabras. Oraciones completas que he aprendido de memoria a recitar; nuestros correos de horas y horas diarias me siguen hablando y son mi ruido permanente y mi compás.
¿Que si estoy enfermo? ¿Es eso estar enfermo? ¿Saber de memoria el diálogo sostenido en un tiempo prolongado con el doble de uno, dentro de uno? Pues entonces sí, como es vulgar decirlo lo habré de decir: enfermo de amor. Una enfermedad crónica que no presenta brotes fuera del altibajo, el suave sube y baja de las mareas naturales; es la mía una convalecencia permanente. "
De La Marca. Cuento. ( Fragmento)
Miss Musa : Gracias por el breve pedacito publicado. Me recuerda los días en que estaba abocado a llevar al papel esta historia collage. Pedacitos hechos con partes de mi vida real, y otros nacidos de la pura imaginación y la fantasía; los fui mezclando sobre un tramado que espero haya salido armónico y fácil de entender.
ResponderEliminarA.Schleh
¿ Historia collage ?...¿No lo es toda la Historia acaso? Fragmentos reales y cuentos, vivos documentos y zagas...Eso es la historia para mí Alejandro. (Historiadores...no me maten...)
EliminarSi te referís al texto, a este fragmento (que ya fue publicado en Marca de Agua III ) quise brindarle el espacio y la luz necesaria. Ojalá todos pudiéramos tener nuestra Marca de Agua... la vida entonces habrá sido válida.
De una manera u otra, se las arregla la vida para dejarnos a todos una marca del estilo de las nombradas. Casi seguro estoy de eso. A. Schleh
ResponderEliminarCreo que no Alejandro, creo que esa Marca la llevan unos pocos, los que tienen ese privilegio, el de elegir y ser elegidos.... Para siempre.
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