martes, 4 de marzo de 2014

EL TIEMPO


El tiempo en aforismos

JORGE WAGENSBERG




NO HAY CIENTÍFICO, ARTISTA, FILÓSOFO O POETA que no haya detenido su reloj para sentarse a pensar un rato sobre el tiempo. San Agustín dejó una frase sincera y entrañable: " Yo sé lo que es el tiempo, pero dejo de saberlo cuando alguien me pregunta por él. 

Existe el tiempo inmutable de los astros (tanto que se puede prescindir de él), el tiempo irreversible de la termodinámica (fluye desde el pasado hacia el futuro pero no en sentido contrario), el tiempo acelerado de la fisiología (preguntemos a nuestros mayores), el tiempo caprichoso de la psicología (rápido para las emociones, lento para el tedio), el tiempo de la Relatividad Especial (según sea la velocidad), el tiempo ralentizado de la evolución del Cosmos (lo asegura el profesor Senovilla en nombre de la Relatividad General: el tiempo se nos muere), el tiempo histórico de las bifurcaciones (en torno de las cuales reina el azar),... El primer homínido que cayó en la cuenta de que la primavera ya la había visto antes dio un paso de gigante en la concepción del tiempo. El Homo sapiens busca anticipar el futuro en nombre de su supervivencia y rebusca en el pasado en honor de su identidad. ¿Qué es el tiempo? Intentamos atrapar tan escurridizo concepto con un puñado de aforismos.





1. No se puede definir el tiempo sin aludir al cambio ni definir el cambio sin aludir al tiempo.
2. Los minutos son todos iguales para que el tiempo no sea responsable directo de los cambios que se suceden en la realidad.
3. Una ballena de 200 toneladas vive más de ochenta años y una musaraña de 2 gramos apenas dos, pero si no medimos sus vidas en años, ni en días, sino en número de latidos del corazón, igual resulta que viven lo mismo.
4. Se puede viajar al pasado pero dejando, necesariamente, el cuerpo en el presente (mirando un álbum de fotos).
5. Se puede viajar al futuro pero llevándose, necesariamente, el cuerpo como equipaje (viajando a una velocidad cercana a la de la luz).
6. En la historia de la humanidad nadie se ha tropezado nunca con un turista procedente del futuro y eso que, dado que el futuro es en principio infinito, la probabilidad debería ser muy alta si tal cosa no fuera del todo imposible.
7. Existe el kilómetro cero en la carretera pero no existe el año cero en el calendario; de ahí el error recurrente de celebrar los cambios de siglo y de milenio con un año de antelación.
8. La armonía es el ritmo del espacio y el ritmo la armonía del tiempo.
9. Determinista no significa anticipable, por ejemplo: la teoría del caos es a la vez determinista  y no anticipable.
10. El cerebro se inventó para salir de casa, la memoria para volver a casa.
11. La paleontología humana tiene un pasado con mucho futuro.
12. No se puede existir si luego no se persiste una mínima fracción de tiempo, ni se puede persistir si antes no se accede a la existencia.
13. Si la existencia implica persistencia y la persistencia implica existencia, entonces existir y persistir son en el fondo la misma cosa.
14. Existir es persistir: he aquí la indisoluble relación entre Ser y Tiempo que Heidegger no quiso expresar con una sola frase.
15. Muchas novelas, en su primera frase, aluden explícitamente al tiempo o al espacio.
16. Las Meninas de Velázquez quizá sea la primera pintura de la historia del arte con la voluntad expresa de narrar el fluir del tiempo de un volumen de tres dimensiones representado en una superficie de dos dimensiones, o sea: el cine.
17. El paso del tiempo hace que las horas nos parezcan cada vez más largas y que los años nos parezcan cada vez más cortos.
18. Vivir envejece.
19. Es posible que el saber no ocupe lugar, pero lo que es tiempo...
20. El tiempo pasa, siempre acaba pasando: es solo una cuestión de tiempo.














JORGE WAGENSBERG es físico y profesor de Teoría de los Procesos Irreversibles en la Universidad de Barcelona y autor de libros como Si la naturaleza es la respuesta, ¿cuál es la pregunta? y A más cómo, menos por qué (ambos en Tusquets).




4 comentarios:

  1. Más allá de la sabiduría de las palabras ingeniosas, y los hallazgos intelectuales y de la literatura, y la biología, me quedo con la gráfica del reloj ...NOW, NOW, NOW... WOW !!!! Excelente y sin palabras....he ahorrado el tiempo de leer, tiempo que guardo para mí !!!
    A.Schleh

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  2. 'El tiempo pasa, siempre acaba pasando: es solo una cuestión de tiempo.' ...¿ Lo leíste ? El tiempo no nos pertenece, es solo una ilusión temporaria Alejandro.

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  3. Alguien se apuró en hablar de su fin cuando lleva disimulada en las geografías del mundo fechas que se cuentan por miles de millones. Los momentos pasan, y como seguramente alguien dijo entretenido en el enredo lúdico de las palabras, nos quedan inadvertidos. Hasta al futuro agazapado parece sucederle en sus sesgadas miradas al presente que es harto pasado para él. Presente inadvertido. Si de hablar del fin de la historia se trata, pues, cabría hacerlo en grande, conjeturando el fin de la creación acompañando una implosión o explosión de un lejano Big Bang. Advertir. Conjeturar su estruendoso sonido. No cristalizar oraciones al boleo sobre papeles blancos diciendo paparruchadas para ser leídas en las playas en una vacación. Conjeturar un inimaginable estruendoso gong sonando en infinito. La fiesta de una lluvia de incontables puntos de colores cayendo de todas partes huérfanos caóticos de la fuerza de gravedad, arremolinados por los vientos de un ventilador Hollywoodeano. Así vale una conjetura. O decir de los misterios de los relojes enlarvados en la espera de vaya uno a saber qué alquimia del inestimable azar. Conjeturar el fin de los misterios. También vale. O del goteo ausente de las clepsidras insaciables siempre ávidas de humores, la sequía universal. También.
    ¿Que historiador puede adivinar sus vericuetos y caprichos si cuando la escribe está engolosinado con ellas su propia historia? ¿Masticándolo en el presente del tiempo continuo hasta que muere y es tragado? Sus miradas serán obligadamente de soslayo y tangentes rotundas sobre los documentos atesorados en los arcones y anaqueles por los siglos. Por lo mismo, vale la prueba del papel. Para poner en valor una sombrilla en una playa. Vale unas monedas contantes y sonantes, por magros que sean los peniques y elevada la ausente conjetura. A. Schleh

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  4. ¿Conjetura? Quién puede saberlo? La respuesta... palabras que nos salen al paso o veces ni siquiera eso, simples resabios que anidan nuestra mente. ¿Qué razón nos asiste para pensar en eso? Que alguien lo escriba y otro lo lea mientras toma sol en alguna playa o espera que se haga la hora para algo o hacer cualquier otra cosa del momento. Porque mientras lee ignora la clepsidra insaciable que le come el tiempo.
    Porque al fin y al cabo ¿no se trata de eso? De ignorar todo o pensar generalidades para no pensar en nuestra mortalidad o de hablar de lo inconmensurable para no medir nada y seguir en la ignorancia que permite la vida tal como la conocemos. Solo a veces, como una nube en un día radiante, nos sobresalta ese pensamiento. Sentimos un poco de frío y nos movemos para no sentirlo buscando algo más importante y cercano que nos de confianza…Porque para seguir adelante debemos ser confortablemente indolentes e inexorablemente ignorantes.

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