Andy Warhol, un ‘selfie’ de siete millones de dólares
Treinta años después de su
muerte, el
gran artista del pop sigue rompiendo esquemas. Si las cosas salen como
augura la casa de
subastas Sotheby's, el próximo 28 de junio cuando cierre las puertas su
sede de Londres, el primer autorretrato de Andy Warhol volverá a
elevar la fama de este creador, por el precio de venta que se augura a la obra
—alrededor de siete millones de dólares— y por el alcance premonitorio que
encierra. Se trata de una impresión del rostro del artista basada en una
fotografía realizada en 1963 en un fotomatón de Nueva York a diez centavos de
dólar la tira.
Primer autorretrato de Andy Warhol que subastará Sotheby´s
El significado de esta pieza, que
permanecía en manos privadas y sale a subasta por primera vez, va más allá: los
expertos la comparan con un visionario antecedente del culto actual al selfie, además
de que esta imagen se identifica como la que marcó el paso de Warhol de artista
a celebridad.
Se podría
decir que Warhol
vio venir la importancia de la propia imagen mucho antes de que la moda de
hacerse fotos a uno mismo inundara el planeta y las redes sociales. El artista
llegó a decir que “en el futuro todo el mundo será mundialmente famoso durante
15 minutos”. Una máxima que podría publicitar muchas de las celebridades que
triunfan y acumulan seguidores en la actualidad.
Tira de fotomatón de la que partió su autorretrato.
James Sevier, especialista de
Sotheby's en arte contemporáneo, ha manifestado que estos primeros
autorretratos del artista “son relevantes para la cultura contemporánea. Es una
obra que marca el decisivo momento en el que Warhol se unió al exclusivo grupo
de los grandes autorretratos”. Cuando decidió convertir en arte estas tomas de
fotomatón, el polifacético Warhol ya había realizado los icónicos retratos de
figuras como Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor o Elvis Presley. Él ya era una
celebridad en el mundo pero fue el galerista y marchante Ivan Karp quien le
animó a inmortalizar y dar a conocer su imagen: “La gente quiere verte. Tu mirada
es responsable en parte de tu fama porque alimenta la imaginación”.
Los
autorretratos posteriores fueron diluyendo la borrosa línea entre su propia
personalidad y el arte que él creó y se convirtieron en reflejo de la
preocupación creciente del artista respecto a la mortalidad. El mismo uso
de un fotomatón es muy apropiado para Warhol, ha dicho Alex Branczik jefe de
arte contemporáneo de Sotheby’s en .Europa: “Él era un gran democratizador y
esta idea de que seas quien seas en la escala social, algún día tienes que
sentarte en un fotomatón y realizar tus fotografías exactamente en el mismo
formato, de la misma manera, fue la que le atrajo a elegir este método como
base de su autorretrato”. Branczik también añadió que este primer autorretrato
es un recordatorio de cómo las obras relevantes del artista pop, y sus
reflexiones sobre la cultura, la fama y el narcisismo, siguen siendo actuales
hoy. “Warhol habría encajado bien en la sociedad actual. Le hubiese encantado
un buen palo selfie”, concluyó.
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