lunes, 10 de junio de 2013

MAESTRO




Maestro Pissarro

Las figuras del impresionismo vieron en Pissarro a un maestro dispuesto a enseñar y dar consejos




El óleo 'La paleta del artista con paisaje' (1878), en la que el artista pintó una 
escena campestre con los colores del arcoíris.


El artista se pintó en este 'Autorretrato' en 1903, el año de su muerte.

Camino de Versalles, Louveciennes, sol de invierno y nieve' (1870). Los caminos son 
un tema clave en los paisajes que pintó Camille Pissarro (1830-1903).


'Louveciennes, camino des Creux. Louveciennes, nieve' (1872).


'El antiguo camino de Ennery, Pontoise' (1877). En los caminos que pintó Pissarro es 
frecuente la presencia de caminantes, campesinos, gentes que recorren los senderos.


Pissarro fue el único pintor que participó en las ocho exposiciones que 
organizaron los impresionistas, desde 1874 hasta 1886, todas con 
polémica y que generaban gran expectación. 
En la imagen, 'Sendero de la Ravinière, Osny' (1883).


                                                                           'La forrajera' (1884),  


Este es uno de los paisajes que no pintó de tierras francesas: 'El puente de Charing Cross,
 Londres' (1890). En los últimos años de su vida trasladó el foco del campo a las ciudades.
 El artista fue llamado "decano" o "patriarca" por los otros componentes del grupo impresionista.


Maestro, amigo, mentor, colega… la figura de Camille Pissarro (1833-1903) aglutinó al grupo de los impresionistas, que intentaban abrirse paso con una nueva forma de pintar en el último tercio del siglo XIX. Pissarro era el mayor; pero no solo su edad, sino también su carácter paciente y su calidad artística le convirtieron en el padre al que pedir consejo y del que recibir ánimos, algo de lo que dejaron constancia Monet, Renoir, Sisley, Degas, Cézanne –que lo definió como “humilde y colosal”– Gauguin, Seurat o Signac, entre otros. Así, fue habitual que pintores e intelectuales de la época hablasen de Pissarro, mayoritariamente con halagos.

“Pissarro tomó algo de unos y de otros, se dice. ¿Y por qué no? Todos se dirigieron por lo que él hacía… Fue uno de mis maestros y no reniego de él” (Paul Gauguin). El pintor que retrató los paisajes de Tahití rompió con el impresionismo en 1895 pero no dudó en reconocer la maestría del que muchos consideraban “padre del impresionismo”.“Como usted es un artista, no necesita ningún consejo, excepto este: hay que estudiar los valores de los tonos. No todos vemos igual: usted ve verde y yo lo veo gris”. (Camille Corot) Aunque era el veterano de los impresionistas, Pissarro tardó mucho en alcanzar el reconocimiento de los demás. El suyo fue, sobre todo en sus inicios, un impresionismo más realista, el que captaba de los paisajes al aire libre.

“Tiene un profundo sentimiento por la naturaleza y una vigorosa pincelada” (Théodore Duret). Este crítico de arte fue uno de los que halagó el arte de Pissarro. Tras muchos años de paisajes rurales, Pissarro se volcó en el bullicio de las grandes ciudades (París, Londres). Mientras que otros consideraban las rúas parisienses vulgares, para él transmitían vida y le fascinaban los tonos brillantes que refulgían de esos paseos mojados por la lluvia.

Pissarro también habló de sí mismo, dejó declaraciones sobre su forma de pintar y su obra. Quizás, la que resuma mejor el lema de su vida sea esta, cuando las diferencias y dificultades disgregaron para siempre a los impresionistas: “Me aferro a mi deseo de seguir libremente mi camino”. El camino en la obra y en la vida, y en libertad.



MANUEL MORALES
DIARIO EL PAÍS. ESPAÑA







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