Maestro Pissarro
Las figuras del impresionismo vieron en Pissarro a un maestro dispuesto a enseñar y dar consejos
El óleo 'La paleta del artista con paisaje' (1878), en la que el artista pintó una
escena campestre con los colores del arcoíris.
El artista se pintó en este 'Autorretrato' en 1903, el año de su muerte.
escena campestre con los colores del arcoíris.
El artista se pintó en este 'Autorretrato' en 1903, el año de su muerte.
Camino de Versalles, Louveciennes, sol de invierno y nieve' (1870). Los caminos son
un tema clave en los paisajes que pintó Camille Pissarro (1830-1903).
un tema clave en los paisajes que pintó Camille Pissarro (1830-1903).
'Louveciennes, camino des Creux. Louveciennes, nieve' (1872).
'El antiguo camino de Ennery, Pontoise' (1877). En los caminos que pintó Pissarro es
frecuente la presencia de caminantes, campesinos, gentes que recorren los senderos.
frecuente la presencia de caminantes, campesinos, gentes que recorren los senderos.
Pissarro fue el único pintor que participó en las ocho exposiciones que
organizaron los impresionistas, desde 1874 hasta 1886, todas con
polémica y que generaban gran expectación.
En la imagen, 'Sendero de la Ravinière, Osny' (1883).
organizaron los impresionistas, desde 1874 hasta 1886, todas con
polémica y que generaban gran expectación.
En la imagen, 'Sendero de la Ravinière, Osny' (1883).
'La forrajera' (1884),
Este es uno de los paisajes que no pintó de tierras francesas: 'El puente de Charing Cross,
Londres' (1890). En los últimos años de su vida trasladó el foco del campo a las ciudades.
El artista fue llamado "decano" o "patriarca" por los otros componentes del grupo impresionista.
Maestro, amigo, mentor, colega… la figura de Camille
Pissarro (1833-1903) aglutinó al grupo de los impresionistas, que intentaban
abrirse paso con una nueva forma de pintar en el último tercio del siglo XIX.
Pissarro era el mayor; pero no solo su edad, sino también su carácter paciente
y su calidad artística le convirtieron en el padre al que pedir
consejo y del que recibir ánimos, algo de lo que dejaron constancia Monet,
Renoir, Sisley, Degas, Cézanne –que lo definió como “humilde y colosal”–
Gauguin, Seurat o Signac, entre otros. Así, fue habitual que pintores e
intelectuales de la época hablasen de Pissarro, mayoritariamente con halagos.
“Pissarro tomó algo de unos y de otros, se dice. ¿Y por qué
no? Todos se dirigieron por lo que él hacía… Fue uno de mis maestros y no
reniego de él” (Paul Gauguin). El pintor que retrató los paisajes de Tahití
rompió con el impresionismo en 1895 pero no dudó en reconocer la maestría del
que muchos consideraban “padre del impresionismo”.“Como usted es un artista, no
necesita ningún consejo, excepto este: hay que estudiar los valores de los
tonos. No todos vemos igual: usted ve verde y yo lo veo gris”. (Camille Corot)
Aunque era el veterano de los impresionistas, Pissarro tardó mucho en alcanzar
el reconocimiento de los demás. El suyo fue, sobre todo en sus inicios, un
impresionismo más realista, el que captaba de los paisajes al aire libre.
“Tiene un profundo sentimiento por la naturaleza y una
vigorosa pincelada” (Théodore Duret). Este crítico de arte fue uno de los que
halagó el arte de Pissarro. Tras muchos años de paisajes rurales, Pissarro se
volcó en el bullicio de las grandes ciudades (París, Londres). Mientras que
otros consideraban las rúas parisienses vulgares, para él transmitían vida y le
fascinaban los tonos brillantes que refulgían de esos paseos mojados por la
lluvia.
Pissarro también habló de sí mismo, dejó declaraciones sobre su forma de pintar y su obra. Quizás, la que resuma mejor el lema de su vida sea esta, cuando las diferencias y dificultades disgregaron para siempre a los impresionistas: “Me aferro a mi deseo de seguir libremente mi camino”. El camino en la obra y en la vida, y en libertad.
MANUEL MORALES
DIARIO EL PAÍS. ESPAÑA
Muy bueno Miss Musa. R
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