Pagar con 'caravaggios'
Miguel Ángel García Vega
La venta de una parte de la colección que alberga el Detroit Institute of Arts (DIA) podría recaudar 2.500 millones
de dólares. En la imagen, una especialista del museo muestra dos van goghs de la colección.
La pregunta resuena como una amenaza. ¿Debería vender Detroit su colección de arte para pagar los 18.000 millones de dólares que adeuda? La colección del DIA (Detroit Institute of Arts) no es muy extensa pero sí incluye obras irremplazables de Brueghel, Caravaggio, Rembrandt, Van Gogh o Matisse, entre otros maestros. Algunos expertos hablan de que la venta puede generar unos 2.500 millones de dólares (1.900 millones de euros), que aliviarían parte de esos números rojos. Pero esa cifra podría quedarse corta. ¿Cuánto vale un Caravaggio? En el mundo hay uno o dos en manos privadas. ¿Qué precio tiene Brueghel, cuyos cuadros de primera calidad hace muchos años que desaparecieron del mercado? ¿Y el mejor Rembrandt? ¿Cuánto vale? ¿80 millones de dólares? ¿100 millones?
Lo que en principio parecía una decisión tan remota como impensable lo está dejando de ser. La preocupación ha llegado a una parte de la ciudad al saberse que Kevyn Orr, nombrado administrador de emergencia de Detroit, acaba de contratar por 200.000 dólares los servicios de la casa de subastas Christie’s para que tase la colección. ¿Toda? No. Solo aquellas obras sobre las que se esté seguro de que pertenecen a la ciudad y que, por ejemplo, carecen de restricciones de venta por parte de quienes las donaron en su día.
Marta y María Magdalena (129,5 x 164,5 cm) lienzo pintado en 1598 por Caravaggio perteneciente a
la colección del DIA. Si saliera a subasta superaría con facilidad los 100 millones de dólares
Kevyn Orr trata de rebajar el
asombro y asegura a todo quien quiera escucharle que la colección no está en
venta. “No ha existido ni existe ahora ningún plan de vender arte. La
evaluación de todos los activos de los que dispone la ciudad forma parte de un proceso
integral de reestructuración”, narra el gestor municipal. Pero definir a
Caravaggio como un “activo” no deja de producir inquietud.
Así que nadie puede asegurar que
la colección esté a salvo. Primero, por la enorme presión que está ejerciendo
sobre ella el ejército de acreedores que tiene Detroit, que ha visto en esos
lienzos una forma segura, y más o menos rápida, de recuperar sus deudas. Y
segundo, porque como relata Bill Nowling, portavoz del propio Kevyn Orr, en
declaraciones a The New York Times: “Es muy duro ir a un jubilado y
decirle que le vamos a recortar los ingresos un 30%, o el porcentaje que sea,
pero que el arte es eterno”. Y añade: “Para la gente es una diferencia muy
difícil. Creo que es una distinción que a los patronos del DIA les resulta
complicado entender. Estamos hablando de gente real con decisiones reales
que tienen un impacto real en sus vidas”.
Pero ni aceptando la venta, el
problema está solucionado. ¿Cómo afectaría a la ciudad la pérdida de su
patrimonio? ¿Cómo repercutiría en la llegada de turistas (el museo recibe
600.000 al año) o en el mercado inmobiliario? ¿Y en el aprecio de otras
instituciones culturales? ¿De qué forma reaccionarían los donantes de obra o
sus herederos? ¿Pleitearían? Lo que a corto plazo cura la herida a largo, sin
duda, la provoca. Samuel Sachs II, quien fuera director del museo entre
1985 y 1997, se pregunta: “¿Si pudiéramos vender los hospitales y las
universidades de Detroit, también lo haríamos?”.
“Una época no tiene el
derecho a pagar otra. El tiempo presente no tiene derecho a acabar con el
pasado”. No le podemos pedir a Brueghel, Caravaggio o Rembrandt que
laven los pecados de la avaricia financiera o de la desaforada especulación
inmobiliaria de nuestros días. ¿O sí?
Con Arte y Sonante. El País. España
Los cuadros no van a desintegrarse. Pararan a otras manos. Como pasaran tantos a los EE.UU. tras la ruína europea post segunda guerra mundial. Si la ruína de Detroit hace a los maestros viajar a... ¿Atlanta? Será ahora Atlanta la que exhiba estas joyas culturales y quien pueda atraer turismo con ello. O Pekin, si es quien tiene disponible el dinero. Detroit quedará aún más empobrecida, quizás algún orgullo americano/occidental herido... No serán los primeros. Que les pregunten a los griegos por el frontón del Partenón. Son golpes al orgullo patrio que muchos hemos pasado. ¿Quizás le llega a la hora a los EE.UU? R.
ResponderEliminarPor supuesto, pero a la vez Detroit será también más pobre, no todo es dinero ¿ No te parece? Pero a la fuerza ahorcan, dicen...Gracias por tu comentario R.!
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