“Please Release Me, Let Me Go”*
Alejandro Schleh
Competíamos en canto
caminando por las calles de San Telmo a cualquier hora de la madrugada, cuando
el silencio era casi absoluto. Cantábamos “Please Release Me Let Me Go” a todo
lo que dábamos, primero uno después el otro, comparándonos. Y las voces
retumbaban en ecos por la noche. Rebotando entre los frentes de las casas de
bajos y los edificios en altura, por entre los pulmones y las troneras de las
manzanas.
Tenía
su voz una potencia inusitada. En Córdoba, estando en el cuartel, debió ser
llamado a un costado y debió entender razones por la fuerza. Se obligaba a los
soldados a gritar “presente” a pulmón lleno y a no andar “diciéndolo como
mariquitas”. Se ve que en la milicia se mide la hombría según el método de la
potencia de la voz. Los “presente mi Coronel” de Juan recorrían las hectáreas
del regimiento provocando hilaridad en la tropa; y él, muy serio y plantado. Se
lo gritó en los oídos a Corniccelli, quién años más tarde fuera enviado por
Lanusse a Madrid para entrevistarse con Perón en misión especial de
acercamiento, y que regresó a Buenos Aires con las manos vacías de aquella
reunión, pero con la humillación de haber sido el hazme reír del General debido
a la onomatopeya del apellido. El entonces ex-presidente, simulaba confundirse
al nombrarlo, y comentaba por radio o declaraba a los diarios o a la
televisión, que Lanusse le había enviado a un “no recuerdo bien,.. un tal” y
ahí nomás soltaba un “Coronel Vermicelli”. Era ocurrente el General. El
“presente mi Coronel” tronando a poca distancia de Corniccelli, tuvo
represalia. Al minuto de haberle prodigado semejante “presente” no se
reflexionó en la potencia de su virilidad; por el contrario, se le impuso un
castigo grave por impertinente. También debió
soportar calabozo cuando con otros dos compañeros salió por la mañana hacia la
capital de Córdoba en comisión, para hacer revisar unas baterías en un taller,
y regresaron al regimiento pasada la medianoche con cuentos que explicaban
aquel retraso y que no fueron creídos por nadie. Habían estado recorriendo distintas confiterías,
bares y boliches bailables, de moda en aquella época, con aquel Jeep camuflado
y luciendo sus uniformes de dragoneantes y sus boinas coloradas ladeadas de
paracaidistas, haciendo facha.
Con todo, por sus
aptitudes como paracaidista, terminó el servicio militar con el grado de
subteniente.
Pese a no haber
sospechado ni un poco su participación en el copamiento de La Calera debí aceptar
que tenía algunas vinculaciones dentro del movimiento.
Me dijo que era
peronista el día siguiente de habernos reunido por primera vez después de no
vernos por unos cuantos años desde que terminamos el colegio primario. Pasó a
ser la primera persona peronista que conocí de cerca, hija de una por demás
típica clase media, que no perteneciese a los sectores postergados de la
población de piel oscura. Me causó mucha impresión aquella confesión,
llamémosle, declaración de principios. Contra toda la estructura que por años formara en mi cabeza, propia de quien solo oyó desde
chico hablar pestes de Perón, de Eva Perón y de la CGT , venía a remover la estantería y
dejarla sin patas. Yo sabía que existía gente
así, de clase media y leída que había abrazado el peronismo.
Sin ir muy lejos, algunos de mis ex compañeros del Nacional Buenos Aires
de los que no tuve más noticias desde que dejé el colegio hasta que aparecieron
en los diarios. Sabía que a veces iban a Plaza
Once a las reuniones populares y que comenzaron su formación en los grupos
cristianos a los que por agnóstico dejé de ir. Pero nunca había visto o conversado
con alguno de ellos cuando estaban ya entregados a la militancia. Salvo con
Fimenich, con quien tuve en corto encuentro en un bar, de pura casualidad, muy
poco antes del asunto de Aramburu. Y con Juan, que hablaba del sentido heroico
de la vida, y que en realidad fue un
peronista que habiendo empezado romántico terminó siéndolo deportivo y luego
nada.
*De Remonta y Veterinaria ( Fragmento ) ' HISTORIAS VERDADERAS Y OTROS CUENTOS'
*De Remonta y Veterinaria ( Fragmento ) ' HISTORIAS VERDADERAS Y OTROS CUENTOS'
¿De que Juan hablan acá Miss Musa? Dice continuará, ¿ es con suspenso? La imagen muy buena. T.E.D.
ResponderEliminarAbajo podés leer del autor algo más sobre Juan. Continuará por supuesto ( ¿ Eso dice no ? ). También hay algo anterior en el mes de noviembre pasado en Militancia III.
EliminarExcelente, de acuerdo, el collage de Scheffer.
Hablamos de Juan Elorriaga -nombre que no se corresponde con el verdadero- un compañero del colegio primario y de aventuras adolescentes y algo más que adolescentes. Salvo su nombre, todo el resto de la narración -mucho más extensa que lo aqui publicado- se corresponde con la realidad.
ResponderEliminarHablo de una época de acercamiento de ciertos sectores de la clase media hacia los más populares. Si sólo el interés fuese el motor de la historia, desde ese punto de vista observado, "los sectores populares" son la cantera donde las clases medias pueden tratar de encontrar para sí, ciertas porciones de poder que su status les tiene vedado...se reservan para ellos el comando de la acción y el pensamiento. Pese a lo "serio" de esta aseveración aventurada, justamente, "Remonta y Veterinaria" carece de toda seriedad y se acerca al grotesco.
Gracias Miss Musa
A.Schleh
Vamos a leer el resto Alejandro...no te adelantes y quites el suspenso. Creo que Remonta es un reflejo de la realidad bastante exacto ( ahora me adelanto yo...)¿ Es así la clase media ? ¿ O lo fue ? Materia para pensar.
ResponderEliminarGracias a vos Alejandro