Los países con más robots en sus fábricas
Max Seitz
Si se tiene un automóvil es muy
probable que la mayor parte de ese vehículo haya sido fabricada por un robot. Y
lo mismo puede decirse del teléfono celular, el televisor, el lavarropas o
cualquier producto de plástico que forma parte de la vida cotidiana. Lo que
antes parecía de ciencia ficción ya es una realidad: los autómatas han
"invadido" una serie de industrias y han desplazado a trabajadores de
carne y hueso de muchas fábricas. Las cifras así lo demuestran.
Según datos de la Federación Internacional de Robótica (IFR, por sus siglas en
inglés), actualmente hay un ejército de 1,63 millones de robots funcionando en
todo el planeta. Son máquinas
inteligentes y multiformes (no necesariamente con rasgos humanos) que, con la
ayuda de brazos, herramientas y otros medios, realizan tareas repetitivas
y de precisión más rápido y con menos errores que las personas. Y todo en pos de la productividad.
La IFR afirma que estamos en el comienzo
de una revolución: la demanda de robots en la industria se ha acelerado
considerablemente desde 2010, con un incremento del 15% anual, debido a los
grandes avances tecnológicos y a la creciente tendencia a automatizar plantas. Los
países que más están comprando unidades son China, Corea del Sur, Japón,
Estados Unidos y Alemania.
Gracias al impulso de estas
naciones, para 2019 se espera que la cantidad de robots se incremente a 2,6
millones a nivel mundial. Estamos hablando de un mercado que en ese momento
superará los US$ 150.000 millones, según estimaciones de Bank of America Merrill
Lynch. "El sector automotriz ha sido la punta de lanza. Es pionero en el
uso de robots; es el que más unidades emplea y el que más invierte en esta
tecnología", le explica a BBC Mundo Carsten Heer, representante de la IFR,
que tiene sede en Alemania. Las otras
industrias donde los autómatas están ampliando su dominio son la electrónica,
la metalúrgica, la química, la del plástico y la de la goma. Y cada vez se ven
más en el comercio, los almacenes, la logística y los servicios.
¿Quiénes tienen más robots?
Pero, más a allá de los sectores
de la economía y las ventas, ¿cuáles son los países que tienen una mayor
penetración de robots en sus fábricas? Los
expertos coinciden en que la mejor manera de medirlo es contando las unidades
por cada 10.000 empleados activos. Esto ofrece un panorama más realista de la
situación y permite analizar mejor el impacto del avance de la robótica en el
empleo. El ranking de los 10 países con mayor densidad de robots lo encabezan naciones
asiáticas altamente industrializadas.
Según los últimos datos
disponibles de la IFR (de 2015), Corea del Sur ocupa el primer lugar con 531
unidades cada 10.000 trabajadores. En la
lista le siguen Singapur (398), Japón (305), Alemania (301), Suecia (212), Taiwán
(190), Dinamarca (188), Estados Unidos (176), Bélgica (169) e Italia (160). Los
países latinoamericanos más robotizados figuran muy por debajo en la lista,
lejos del promedio global de 69 autómatas por cada 10.000 empleados.México
ocupa el puesto 30 con 33 robots por cada 10.000 trabajadores, Argentina el 36
con 16 unidades y Brasil el 38 con 11. "Lo que muestran estas cifras es
que, al contrario de lo que muchos creen, la penetración de los robots en la
industria sigue siendo relativamente baja", comenta Carsten
Heer, de la IFR."A la vez, esos mismos números ponen de relieve el enorme
potencial que tiene la robótica para seguir creciendo dentro de las
economías".
La "pesadilla" de ser
sustituidos
Cuando el año pasado Foxconn, la
compañía china que fabrica dispositivos para Apple y Samsung, anunció que
reemplazaría 60.000 trabajadores con robots, los peores temores desde el
advenimiento de la inteligencia artificial parecieron confirmarse. Quienes pensaban que algún día todos los
puestos de trabajo serían sustituidos por robots vieron reforzada su creencia. Un año antes la Changying Precision Technology
Company, un fabricante de componentes de teléfonos celulares también de China,
había causado aún más espanto, al instalar una fábrica operada casi en su
totalidad por robots. Por supuesto, son casos extremos y no tan frecuentes por
el momento.
¿Destructores o creadores?
Aun así, ¿se justifican las
visiones apocalípticas que imaginan una economía dominada por robots, en la que
los seres humanos son condenados a una existencia indigna de desempleo y
marginación? Aquí las opiniones de los expertos y la interpretación de los
datos son divergentes. Hay quienes sostienen que, si bien los robots han
destruido empleos en la industria, esta pérdida tiende a compensarse con la
creación de puestos de trabajo en áreas relacionadas con la automatización. Según
el Foro Económico Mundial, para 2020 desaparecerán 5 millones de puestos de
trabajo en las 15 economías más desarrolladas del mundo por causa de
innovaciones como la robótica y la inteligencia artificial. Cálculos optimistas, como los de la
consultora tecnológica Metra Martech, señalan que los robots actualmente en
operaciones han sido responsables de la creación de al menos 8 millones de
empleos, a los que se sumarán un millón más en los próximos años. Se trata de puestos relacionados directamente
con el desarrollo y la operación de autómatas, pero también de trabajos
indirectos en las áreas de productos y servicios. De modo que, según estas
estimaciones, el déficit no sólo se cubrirá sino que incluso se convertirá en
superávit. Para Carsten Heer, de la Federación Internacional de Robótica, este
efecto de cascada en toda la economía se explica con una fórmula sencilla."El
uso de robots no sólo crea puestos calificados; también baja el costo de los
productos, lo que a su vez despierta más interés de los consumidores y, como
consecuencia, genera más ventas. Y más ventas siempre significan más puestos de
trabajo”
La "gran escisión"
Sin embargo, hay quienes
cuestionan esta visión y hasta la califican de ingenua. Uno de ellos es el
profesor Erik Brynjolfsson, académico del Instituto Tecnológico de
Massachusetts (MIT) y coautor del best seller "La segunda era de la máquina". Tras muchos años de
investigación, Brynjolfsson ha concluido que en países tecnológicamente
avanzados como EE.UU. el implacable
avance de la inteligencia artificial ha destruido más puestos de trabajo que
los que ha creado. Sospecha que esto
mismo está ocurriendo en otras naciones avanzadas."Normalmente se asume
que al generar más valor, como lo hace la tecnología, la economía se vuelve más
pujante y se crean más empleos”. Sin embargo, al analizar datos oficiales de
EE.UU., Brynjolfsson detectó que a partir de 2000 las variables de expansión
económica y de creación de puestos de trabajo, que hasta ese momento iban de la
mano, comenzaron a separarse. La tecnología avanza tan rápidamente que las
organizaciones no pueden adaptarse y muchos trabajadores no consiguen
actualizar sus destrezas" "Si uno analiza las estadísticas, observa
que la productividad está en niveles récord y la innovación es más rápida que
nunca. Pero al mismo tiempo el crecimiento del empleo empezó a
estancarse", precisa. Esta
discrepancia es lo que Brynjolfsson denomina "la gran escisión". La
explica así: "La gente se está quedando atrás porque la tecnología avanza
tan rápidamente que las organizaciones no pueden adaptarse al cambio y muchos
trabajadores no consiguen actualizar sus destrezas". Datos del gobierno de
estadounidense muestran que el número de empleos en las fábricas ha caído un
16% en la última década. Asimismo, un estudio de la Universidad de Oxford
estima que cerca de la mitad de los oficios están en riesgo de desaparecer en
ese país como consecuencia de la automatización. Brynjolfsson añade que más 80%
de los empleos por los que se paga menos de US$20 la hora podrían ser
reemplazados por la inteligencia artificial en EE.UU. La realidad es, pues, más compleja de lo que
parece y los riesgos de la robótica para los trabajadores no deben ser
subestimados, advierte e investigador del MIT.
Por eso no sorprende que hasta el
mismísimo Bill Gates, fundador de Microsoft y gran figura del mundo
tecnológico, propusiera cobrar un impuesto a los robots para compensar la
pérdida de empleos por causa de la inteligencia artificial. El futuro robótico que anticiparon la ciencia
ficción y los innovadores está cada vez más presente. Y ello con brillo, pero
también con cortocircuitos.
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