lunes, 10 de julio de 2017

POEMA


Pensamiento

Orietta Lozano


a Alejandra Pizarnik















Vengo del silencio,
mis ojos se secaron como el agua de hace siglos,
me lancé al vértigo de lo extraño y accesible
al final fantástico, al comienzo.
Senté a la muerte en mi silla paralela,
nos miramos y supimos que estábamos perdidas,
supimos de la cita misteriosa,
todo lugar era el exacto, cualquier hora la precisa.
Los hombres la miraban como una doncella condenada,
la contemplaban indecisos, la injuriaban,
y ella la de tantas muertes, se protegía el rostro
con mis manos,
ella siempre supo de mi sueño,
que la buscaba a lo largo de un pasillo,
en lo oscuro de una cueva,
en la geometría de las casas;
y con el miedo de una niña pálida
que acude a su primera cita, a su primera muerte,
se aposentó en mi regazo suavemente,
buscando para su juego
el final fantástico, el comienzo.











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