Carta de Reyes
Luz Sánchez Mellado
Luz Sánchez Mellado
Queridos Reyes Magos, heme aquí otro enero escribiendo
la lista de deseos que jamás podré comprar ni ultrarrebajados en ningún outlet. Este
año he sido todo lo buena y lo pérfida a lo que me impele mi naturaleza, me he
metido hasta las ingles en más charcos de los precisos, he ido 20 veces a por
lana para salir 30 trasquilada y, creo, he salvado el pellejo lo bastante
dignamente como para dormir cinco horas del tirón antes de que me despierte el
zarpazo del miedo a todo y a nada. A ver, santa no es una, majestades. He
cometido los siete pecados capitales e infinitos veniales. Habré roto tantos
platos, defraudado tantas expectativas y causado al menos tanto daño como daño me han hecho a mí misma. Pero he sido lo bastante autoexigente y autoindulgente
como para lapidarme y perdonarme yo solita y seguir viva y razonablemente
cuerda. Así pues, pasado el examen de conciencia con un cinco raspado, quiero pediros cuatro cositas de nada.
Un cuarto de serenidad y criterio para distinguir lo
importante de lo urgente y no consumir más energía de la imprescindible en
esfuerzos inútiles. Otro de pasión desatada, porque no solo de templanza vive
el hombre ni la mujer ni el tercer sexo. Otro cuartillo de humor y distancia
para sobrellevar el horror y la pena y reírme de todo y de todos, pero sobre
todo de mi sombra. Y, la cuadratura del círculo, un rejón de empatía para que
me revuelva la injusticia cinco minutos antes de comprarme la enésima pilcha que
no necesito.
Si, además, los pajes traen algo de paciencia, humildad y amor propio, ya me ponéis en mi sitio. O sea, lo de siempre. Salud, dinero y amor, que dice el bolero, entendiendo por salud la ausencia de dolor de cuerpo y alma; por dinero, los recursos para mantener calientes huesos y espíritu. Y por amor, el reflejo de una en los ojos de otros para no sentirse una náufraga a la deriva en la cola de las rebajas de Zara. El resto sobra.
Si, además, los pajes traen algo de paciencia, humildad y amor propio, ya me ponéis en mi sitio. O sea, lo de siempre. Salud, dinero y amor, que dice el bolero, entendiendo por salud la ausencia de dolor de cuerpo y alma; por dinero, los recursos para mantener calientes huesos y espíritu. Y por amor, el reflejo de una en los ojos de otros para no sentirse una náufraga a la deriva en la cola de las rebajas de Zara. El resto sobra.
Reis Mags _ Paloma Valdivia
Texto: El país. España.
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