miércoles, 24 de enero de 2018

UN...HOPPER




No es un cuadro de Hopper, son muchos Hoppers encerrados en un cuadro


Héctor Llanos Martínez 




















Mensajes con miles de retuits han popularizado 'Offices at Night' en redes sociales 




Hasta ahora, el trabajo del pintor británico Phil Lockwood, nacido en 1941, apenas había trascendido fuera de su Sheffield natal. Las redes sociales han hecho que en pocos días uno de sus cuadros sea admirado por miles de personas. En Offices at Night (Oficinas en la noche) rinde homenaje a la pintura de Edward Hopper, reproduciendo en un paisaje urbano ficticio algunas de las obras del estadounidense.

"Oficinas en la noche del artista inglés y exprofesor Phil Lockwood es un juego basado en Hopper. Lo comprobaras si miras las pequeñas viñetas a través de las ventanas. Brillante Phil. Incluso el bar es un Hopper", comenta la tuitera Helen Warlow en la publicación que ha popularizado el cuadro. La imagen también se ha compartido a través de otros mensajes en español, logrando miles de retuits.
Las cuadros de Hopper son momentos congelados en el tiempo capaces de encerrar una vida entera. Lockwood intenta multiplicar el efecto de ese juego entre lo instantáneo y lo eterno creando un mosaico de pequeñas vivencias.
Como bien dice Warlow en su tuit, el restaurante de estilo americano que aparece en el centro de la composición es básicamente una reproducción en miniatura de uno de los trabajos más conocidos de Edward Hopper, Nighthawks (Noctámbulos).

Noctámbulos (1942), Edward Hopper. Instituto de Arte de Chicago (Estados Unidos




Otra referencia directa al pintor hiperrealista es Office at Night (De noche en la oficina). Puede encontrarse en una de las ventanas del margen izquierdo del cuadro de Lockwood.


Puzzles hechos de recuerdos


La idea de este paisaje que se comparte ahora en Twitter surgió durante una visita a Copenhague (Dinamarca), explica el artista "Estaba paseando por la ciudad y me quedé observando un edificio de oficinas. Era una de esas tardes oscuras de invierno y todavía había gente trabajando en ellas. Estuve un buen rato mirando lo que ocurría en cada una de las ventanas", recuerda el británico.
Fue algo más tarde cuando llegó la idea de incorporar el universo de quien es uno de sus referentes artísticos. El resto de viñetas que aparecen en el cuadro, aunque son originales, también recrean la estética de Hopper para "despertar en el espectador los mismos sentimientos" que sugieren sus obras. 

"Mis paisajes son como un puzzle que se componen de recuerdos de los años 50 y 60. Las imágenes que me vienen a la cabeza resultan muy cercanas a las que pintó Hopper", explica Lockwood.
El británico perdió la pista de Offices at Night hace tiempo: "Lo pinté hace tres años y lo vendí a una galería de arte de Sheffield. Desconozco quién lo compró después".
A pesar del homenaje, esta obra guarda mucho de la personalidad artística de Lockwood. Por ejemplo, no suele firmar sus trabajos. Prefiere incluir su nombre en alguno de los objetos cotidianos del paisaje urbano. En este caso aparece en el escaparate de la parte inferior izquierda.
Una de sus mascotas, una perrita llamada Annie que falleció hace unos años, también suele formar parte de sus creaciones. Aquí se encuentra justo frente al bar.




El nombre y la mascota de Lockwood escondidos en el cuadro







Verne. El País.


























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