No es un cuadro de Hopper, son muchos Hoppers encerrados en un cuadro
Héctor Llanos Martínez
Mensajes con miles de retuits han popularizado 'Offices at Night' en redes sociales
Hasta ahora, el
trabajo del pintor británico Phil
Lockwood, nacido en 1941, apenas había trascendido fuera de su Sheffield
natal. Las redes sociales han hecho que en pocos días uno de sus cuadros sea
admirado por miles de personas. En Offices at Night (Oficinas en la noche)
rinde homenaje a la pintura de Edward
Hopper, reproduciendo en un paisaje urbano ficticio algunas de las obras
del estadounidense.
"Oficinas en
la noche del artista inglés y exprofesor Phil Lockwood es un juego basado en
Hopper. Lo comprobaras si miras las pequeñas viñetas a través de las
ventanas. Brillante Phil. Incluso el bar es un Hopper", comenta la tuitera
Helen Warlow en la publicación que ha popularizado el cuadro. La imagen también se ha
compartido a través de otros mensajes en español, logrando miles de
retuits.
Las cuadros de
Hopper son momentos congelados en el tiempo capaces de encerrar una vida
entera. Lockwood intenta multiplicar el efecto de ese juego entre lo
instantáneo y lo eterno creando un mosaico de pequeñas vivencias.
Como bien dice
Warlow en su tuit, el restaurante de estilo americano que aparece en el centro
de la composición es básicamente una reproducción en miniatura de uno de los
trabajos más conocidos de Edward Hopper, Nighthawks
(Noctámbulos).
Noctámbulos (1942), Edward Hopper. Instituto de Arte de Chicago (Estados Unidos
Otra referencia
directa al pintor hiperrealista es Office at Night (De
noche en la oficina). Puede encontrarse en una de las ventanas del margen
izquierdo del cuadro de Lockwood.
Puzzles hechos de
recuerdos
La idea de este paisaje que se comparte ahora en Twitter surgió durante una visita a Copenhague (Dinamarca), explica el artista "Estaba paseando por la ciudad y me quedé observando un edificio de oficinas. Era una de esas tardes oscuras de invierno y todavía había gente trabajando en ellas. Estuve un buen rato mirando lo que ocurría en cada una de las ventanas", recuerda el británico.
Fue algo más tarde
cuando llegó la idea de incorporar el universo de quien es uno de sus
referentes artísticos. El resto de viñetas que aparecen en el cuadro, aunque
son originales, también recrean la estética de Hopper para "despertar en
el espectador los mismos sentimientos" que sugieren sus obras.
"Mis paisajes son como un puzzle
que se componen de recuerdos de los años 50 y 60. Las imágenes que me vienen a
la cabeza resultan muy cercanas a las que pintó Hopper", explica Lockwood.
El británico perdió
la pista de Offices at Night hace tiempo: "Lo pinté hace tres años y lo
vendí a una galería de arte de Sheffield. Desconozco quién lo compró
después".
A pesar del
homenaje, esta obra guarda mucho de la personalidad artística de Lockwood. Por
ejemplo, no suele firmar sus trabajos. Prefiere incluir su nombre en alguno de
los objetos cotidianos del paisaje urbano. En este caso aparece en el
escaparate de la parte inferior izquierda.
Una de sus
mascotas, una perrita llamada Annie que falleció hace unos años, también suele
formar parte de sus creaciones. Aquí se encuentra justo frente al bar.
El nombre y la mascota de Lockwood escondidos en el cuadro
Verne. El País.
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