Espionaje y libertad
La sociedad civil estadounidense acorrala a la NSA por el caso del espionaje
De momento han sido cerca de una
veintena de organizaciones civiles y de defensa de los derechos humanos –desde
Human Rights Watch a Greenpeace, pasando por partidarios de la legalización de
la marihuana–, pero los grupos que están demandando a la Agencia de
Seguridad Nacional (NSA, siglas en inglés) por los programas de
espionaje y recolección de datos revelados por el exagente de inteligencia Edward Snowden irán en
aumento, según una fuente cercana al Departamento de Justicia, que prefiere
guardar el anonimato y que conoce de primera mano la conocida como Ley
Patriota.
Esa avalancha de demandas que
denuncian que el espionaje llevado a cabo sobre los norteamericanos es
inconstitucional está poniendo, además, en peligro una de las relaciones más
importantes y básicas de la NSA :
la que esta agencia mantiene con las empresas de telecomunicaciones y las
compañías de internet y que son básicas para su supervivencia. “Si esas
empresas decidieran no participar, por temor a las demandas o temor a perder a
sus clientes más jóvenes”, dice la misma fuente, “la capacidad de maniobra de la NSA se vería seriamente
afectada y la
Administración tendría que replantearse su programa”,
explica.
El pasado martes, 19 grupos –de
defensa del medioambiente; organizaciones musulmanas; la Iglesia Unitaria
de Los Ángeles; defensores de la posesión de las armas- presentaron en un
tribunal federal de California una “prohibición preliminar y permanente” contra
los programas de vigilancia de la NSA por violar la Constitución de EEUU, ya
que vulnera, según ellos, su privacidad y su libertad de expresión. Según la
fuente cercana a Justicia, esa demanda sigue a una planteada el pasado mes en
una corte de Nueva York por la
ACLU (Unión
Americana de Libertades Civiles, siglas en inglés) y prueba la secuencia
que está por llegar de organizaciones querellándose contra la NSA y su facultad de recopilar
y almacenar registros de llamadas autorizada por un tribunal secreto también
conocido como FISA, cuyos poderes se han ido ampliando progresivamente ante la
pasividad del público y la complacencia del Congreso desde la aprobación de la
llamada Ley Patriota de 2001 tras los ataques terroristas del 11 de septiembre.
“El programa [de la NSA ] recopila información de
todas las llamadas dentro de Estados Unidos, incluidas llamadas locales o
llamadas entre EEUU y el extranjero, independientemente de las conexiones con
el terrorismo internacional o la existencia de una razonable sospecha”, se lee
en la demanda. La querella se centra en su crítica a la sección 215 de la Ley patriota que permite a
FISA autorizar medidas de vigilancia de comunicaciones telefónicas siempre que
se estime que la información puede ser de interés para una investigación en
curso.
Según el grupo Public Knowledge
–defensor de la libertad en la red y parte en la querella de California-, los
programa de la NSA
no solo invaden la privacidad sino también violan el derecho de la gente a la
libre asociación garantizado en la Primera Enmienda.
“Cuando el Gobierno recaba
información sobre quién llama a quién, cada cuánto tiempo y cómo, sin duda se
hace con una fotografía muy exacta de los contactos y asociaciones de esa
gente. Todos sabemos que en el pasado las autoridades han intentado
confeccionar listas de miembros de grupos para disuadir a cierta gente de
formar ciertos grupos”, explican desde Public Knowledge.
En lo que se ha considerado una
victoria en una larga batalla todavía en marcha, a principios de semana FISA le
daba la razón a Yahoo y ordenaba a la Administración de Barack Obama decir qué
documentos podrían ser desclasificados en lo que concierne al grupo de
internet. Tras las revelaciones de Snowden, Yahoo, al igual que otros grupos de
Internet, solicitó el 14 de junio que se hicieran públicas las decisiones de
ese tribunal. Pero Justicia no tomó "ninguna posición" sobre esta
solicitud, de acuerdo con un documento publicado el lunes por FISA. Reggie
Walton ha dicho ahora al Departamento de Justicia que debe tratar con
“prioridad” el caso.
En 2008, FISA
había ordenado a varios grupos de Internet -incluyendo Yahoo- permitir el
acceso del Gobierno a sus datos a través de un programa de control
conocido como PRISM y revelado por Snowden. Otros grupos de Internet, como
Google y Microsoft, también exigen la desclasificación de las decisiones del
FISA. Se espera que la
Administración revele el 26 de agosto qué partes puede hacer
públicas, lo que permitirá una mirada fugaz a cómo el Gobierno ha justificado
de forma legal bajo la FISA
la recolección de información.
Altos cargos de la Administración de
Obama defendieron en el Congreso los controvertidos programas de vigilancia
frente a legisladores de ambos partidos, que mostraron su preocupación sobre el
hecho de que esa recolección de información esté siendo demasiado amplia e
intrusiva. “No me siento bien sabiendo que conocemos datos de millones de
norteamericanos”, dijo el representante demócrata John Conyers, que declaró que
la sección 215 de la Ley
Patriota puede suponer “una violación de la Cuarta Enmienda de
la Constitución ”.
Por su parte, James Sensenbrenner,
congresista republicano y uno de los patrocinadores de la Ley Patriota ,
advirtió de que en estos momentos no se cuentan con suficientes votos en la Cámara de Representantes
para renovar esa ley cuando llegue su momento, a finales de 2015, y que el
Congreso acabará con la norma si continua el espionaje. “Creo que este programa
ha descarrilado y necesita volver a las vías de la legalidad”, puntualizó Zoe
Lofgren, representante demócrata.
Yolanda Monge. Washington.
esto es larguisimo para mi...despues lo leo...en principio creo que todos los paises espian lo que pueden y como pueden con las armas que tienen y Dios les dio o supieron encontrar o fabricar o transar...todos los paises...y todos los paises tienen secretos de estado..desde los más pequeños hasta los más grandes...se espian entre ellos y a sus ciudadanos...espian a sus propios enemigos y a los enemigos de los otros...si los tienen dentro a sus terroristas propios y queridos, y si afuera los espian afuera...con antifaz o sin antifaz, y si yo acuerdo en trabajar con alguien que en mí confia, como una central de inteligencia, digamos, y no le soy leal...o soy traidor o soy del contraespionaje....y mientras los estados sean amenazados por simples ciudadanos...esos simples ciudadanos elijen la posibilidad de ser espiados...y en la redada caemos todos...camine usted por londres y será grabado por las camaras como en muchas otras partes...no es tan complicado como un asunto de derechos humanos...es bien viejo y simple, nos viene de lejos el pecado de voyeurs...entonces...es pecado nomás. Y un "chico" nacido en Virginia, si quiere, puede ser budista, y espia y contraespía arrepentido a la vez. Bien raro el tema. La próxima estudio de ADN y exámen psiquiatrico. A Schleh
ResponderEliminarNo creo que los simples ciudadanos elijan la posibilidad de ser espiados, ni aún ante los más grandes miedos. Lo son o lo somos lamentablemente y así lo dicen en una democracia más madura que la nuestra. Así lo reclaman. No es simple voyeurismo amateur, naif, Alejandro es algo más. Con antifaz o con anteojos algo para pensar donde metemos la pata...
ResponderEliminarLa sociedad civil estadounidense acorrala a la NSA por el caso del espionaje, que ES INCONSTITUCIONAL,dice ...Por lo tanto deberían derogar La Patriot Act y repetir mil veces lo que dijo Bush a la industria del cine: "No asusten a nuestros ciudadanos". El problema es doble, paranoia por parte de las autoridades y los ciudadanos, y un gran negocio para la industria, además de lo codiciosa masa de información para los servicios secretos.
ResponderEliminarEnfáticamente sugiero...
ResponderEliminar1) STEFAN LANKA
2) "THRIVE"
3) "LA MEDICINA NATURAL AL ALCANCE DE TODOS"
Gracias por la atención.