viernes, 11 de abril de 2014

IN MEMORIAN





Alfredo Alcón 






El viejo varieté.

María Elena Walsh










Enciéndanse
las nuevas luces del viejo varieté.
Puede volver,
el bailarín que imitaba a Fred Astaire.
Hoy como ayer,
necesitamos olvido y el placer
de ver a los artistas,
esos ilusionistas
que hacen el mundo desaparecer.

Prepárense,
frac trajinado y harapo de lamé.
Siempre es igual:
cartón pintado y un fondo musical.
Disimular,
el espectáculo debe continuar.
La concurrencia espera
sonrisas por afuera
y por adentro ganas de llorar.

Pasaron guerras y revoluciones,
perdimos unas cuantas ilusiones,
no la del cuento extraordinario
que alguien repite desde un escenario.
Tuvimos padres
que nos castigaron.
Tuvimos hijos
que nos criticaron.
Somos idénticos delante,
la feria mágica de los cantantes.

El Music Hall
es Judy Garland, eterna como el sol,
y el Nadie aquel
que espera un día cantar como Gardel.
Una canción
la moda cambia, no la fascinación.
A escena los artistas,
mientras el mundo exista
no se suspende la función.





Alfredo Alcón fue uno de los más grandes actores argentinos de los últimos 50 años. Se desempeñó tanto en cine como en teatro y en televisión, aunque en este apartado en menor cantidad de proyectos. Su partida es una pérdida imposible de disimular para la dramaturgia argentina.


Sus restos son velados en el Congreso Nacional.Cientos de personas despiden al gran actor argentino en el Salón de los Pasos Perdidos




1 comentario:

  1. Un hombre que hizo un culto del prestigio, y por ese duro camino alcanzó la fama y también la bien entendida popularidad, debió ser velado en un escenario, no en el lugar donde han representado los momentos mas desgraciados de nuestra historia en los últimos años, políticos de todas las layas. Andres.

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