jueves, 12 de junio de 2014

HOJE, FUTEBOL




Brasil pone en jaque la burbuja del fútbol

El Mundial arranca con el agravio popular por los dispendios, los retrasos organizativos y por la cuantía de las primas .

 También se impone el desasosiego de los patrocinadores ante las corruptelas con Qatar 2022 y la multitud de lesiones por un calendario exprimido





A la espera de que ruede la pelota y ver si todavía sirve de anestésico, la nomenclatura del fútbol afronta con espasmos una situación paradójica: ¿será precisamente en Brasil, su vivero más feliz, donde se le desinfle la burbuja? ¿Es posible que una cartelera con 64 partidos y 736 jugadores no pueda justificar el dispendio en un país que siempre fue la gracia por excelencia del fútbol? Por el eco que llega en Brasil, la tierra de Leónidas, Pelé y Ronaldo, la respuesta es no. Con el fútbol por bandera no vale todo y la FIFA y su caladero político se encuentran con una oposición que ya trasciende lo popular. La calle, donde se priorizan otras necesidades, protesta contra el derroche y hasta los patrocinadores elevan la voz, temerosos de que se emborrone su imagen.
En Brasil, donde el fútbol nunca tuvo precio, hoy los excesos resultan un agravio. Por un lado, hinchas incluidos, se multiplican las voces contra ese realismo mágico de los despachos en los que se ha triplicado el gasto —hasta los 2.500 millones de euros, por los 1.000 que le costó a Sudáfrica— en la construcción de estadios. Algunos tan innecesarios como el de Manaos, donde se han inyectado unos 200 millones de euros en un lugar donde el aforo medio a los partidos locales roza los 500 espectadores. Y qué decir de Brasilia, capital que nunca sembró el fútbol, pero que ha tirado la casa por la ventana como ninguna sede y se ha construido una catedral por valor de 450 millones. Ya es chocante que este estadio lleve el nombre de Garrincha, aquel maravilloso pajarillo inútil y deforme, al que se conoció como la alegría de pueblo por su infinito catálogo de gambetas, y que murió en la absoluta miseria en 1983.
Por mucho que el Gobierno local subraye que en una década la clase media brasileña se ha elevado a 42 millones de personas y se han alejado del umbral de la pobreza otros 36 millones, el pueblo aún tiene claras las prioridades. El supuesto maná del Mundial no cuela en un país que siempre tuvo en el fútbol su mejor escaparate, el orgullo de sus gentes, las de cualquier condición social.
Con São Paulo, escenario del partido inaugural entre la Canarinha y Croacia, al borde del colapso total por una huelga de metro, en la mayoría de las sedes se apuran los deberes pendientes con las obras. En algunas, el retraso es tal que la organización ha decidido reducir el aforo por falta de tiempo para colocar los asientos y pasar con garantías el control de seguridad.
En seis estadios ya se ha descartado una señal de wi-fi. En otros rincones hay serias dificultades añadidas. Las inundaciones en el Estado de Paraná, donde la lluvia es una postal diaria y la humedad no baja del 100%, lo complican todo mucho más.  
Mientras al Gobierno brasileño se le enreda el Mundial, a la FIFA se le tambalea el andamio. Los indicios de corruptelas con la designación de Qatar 2022 desvelan a sus principales sostenes financieros, como Sony y Adidas, que piden explicaciones. Y no son los únicos. Buena parte del suculento negocio depende de ellos. En parte, es de esa caja de donde salen las cuantiosas primas que, recaudadas por la FIFA. En Camerún, un país con una renta per cápita de 900 euros, los internacionales casi se amotinan por parecerles poco 76.000 euracos. Al público le cuesta entender, lo uno y lo otro, por más que esté acostumbrado a que el fútbol anide en su nube. Quizá por ser tenido como el juego del pueblo sus cuentas escandalizan y se fiscalizan mucho más que las de otros espectáculos.
Si la presión no baja en Brasil, los jerarcas del fútbol tendrán que revisar el tinglado. La veta les puede explotar. Y no solo la económica. La voracidad financiera, el mercantilismo extremo, ha saturado de tal forma el calendario que cuesta recordar un gran campeonato con tantas bajas y tantos futbolistas al límite, desde Messi a Cristiano, pasando por Diego Costa. No dan para más y la feria se resiente sin sus mejores intérpretes en plenitud.
Con tanto problema de fondo, conviene medir si en estos tiempos el balón aún servirá sedante o, por el contrario, ha llegado la hora de revisar a fondo el modelo, perturbador hasta en la patria de Maracaná. Sería la penúltima contribución de Brasil al maravilloso juego que le enseñó aquel descendiente escocés llamado Charles Miller, al que los historiadores locales remiten como el padre del primer balón que brincó por estas tierras a finales del XIX. 

Paradigmático: la burbuja se cuestiona como nunca donde al fútbol jamás le faltó una sonrisa.







La presidenta de Brasil defiende los gastos del Mundial

Brasilia, junio 11 - La presidenta de Brasil ha rechazado el falso dilema de que el gasto del Mundial de alguna forma haya afectado la inversión en salud, educación y otros servicios públicos. El gasto público en salud y educación se encuentran entre las líneas que más han crecido, afirmó  Dilma Rousseff, quien prometió castigar los casos de corrupción que se detecten. La mandataria defendió los costes de organizar el mundial de fútbol, y aseguró que en los últimos tres años el país ha gastado 212 veces más en salud y en escuelas que en los estadios, a pesar de las críticas que han hecho los manifestantes."Nosotros hicimos todo esto para los brasileños", ha añadido la mandataria, reiterando que las obras públicas implementadas para el torneo "no se irán en las maletas de los turistas". Asimismo, ha asegurado que se está realizando una auditoria en la que se incluyen todos los gastos y ha prometido castigar cualquier hecho de corrupción. "Si se demuestra cualquier irregularidad (...) los responsables serán castigados", ha declarado.
La mandataria pidió que se dé una calurosa bienvenida a los hinchas que provienen de los diferente países. El evento reunirá a 32 selecciones del mundo entero, que se disputarán el trofeo más importante en el ámbito deportivo.






Fuente: El País. España. BBC Mundo





2 comentarios:

  1. Esperemos ver los resultados, sin embargo, los preparativos y los gastos del Mundial han mostrado la otra otra cara de Brasil, la pobreza y las desigualdades escandalosas.... que en su mayor parte dábamos por amenguadas. Augusto Peña

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  2. Qué contraste esa foto!! parece la de un gobierno militar y no la imagen de una democracia. Alicia

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