jueves, 10 de julio de 2014

ESCOCESES




La gran empresa de construir el Estado escocés * 

José Luis Barbería





Gaiteros ante la estatua del rey Robert The Bruce en la conmemoración del 700 aniversario de la batalla de Bannockburn,
 en la localidad del mismo nombre. / ANDY BUCHANAN (AFP)



No será una réplica del muro de Adriano, la defensa que los romanos levantaron al norte de Britania para contener a pictos y escotos, pero se está cavando un foso de desafectos y rupturas en el que enterrar tres siglos de historia compartida. 307 años de convivencia bajo la bandera común de la Union Jack, de esfuerzos y afanes en la construcción del Imperio Británico y la revolución industrial no parecen pesar ya gran cosa. En la hora del divorcio, pocas voces se lamentan aquí de los proyectos truncados o de los corazones rotos.
Estos días, las miradas se posan complacientes en la representación de la victoriosa batalla de Bannockburn, librada hace 700 años contra los ingleses, o viajan hasta el calendario buscando el 19 de septiembre próximo, el día después del gran día en el que Escocia puede hacer historia y entrar por su propio pie en eso que llaman el concierto de las naciones. ¿Qué sentimientos y pensamientos albergarán los escoceses una vez terminado el recuento? ¿Cómo se mirarán, qué se dirán en la casa, el pub, el trabajo? Hay ansiedad, zozobra y vértigo, pero las emociones se recalientan o enfrían a conveniencia desde las alturas y nadie suelta la calculadora.

En solo 15 años, los que van desde que Escocia recuperó su Parlamento y Gobierno autonómicos, los escoceses han dejado atrás un silencio espeso de siglos para situarse a las puertas de la independencia, con un Estado por crear. A esa tarea se aplica desde hace un año Michael Keating, catedrático de Ciencias Políticas y director del Centro Escocés sobre el Cambio Constitucional. Por encargo del Gobierno escocés, Keating, reputado especialista en los procesos independentistas, dirige un grupo de investigadores que trata de establecer con datos y cifras las implicaciones de la separación para Escocia y para el resto de Reino Unido.
El trabajo es agotador. “Pero cuando nos sentimos cansados,  nos decimos¡hombre, cómo vamos a quejarnos si estamos viendo la historia!”. Keating y los suyos lo mismo calculan el beneficio de la producción petrolera del mar del Norte —“supondría entre el 10% y el 20% de los ingresos por impuestos, la diferencia entre una Escocia deficitaria y una Escocia con superávit”— que diseccionan el comportamiento empresarial —“las patronales están en contra pero hay diferencias y algunos sectores a favor”— o analizan qué hacer con las armas atómicas en territorio escocés. “El traslado de las bases de submarinos nucleares es muy difícil”, explica.

Partidarios de la independencia de Escocia, en Edimburgo. / ANDY BUCHANAN (AFP)
Aunque los sondeos indican que casi dos terceras partes de los escoceses temen que el país quede “gravemente dividido” tras el referéndum, Keating se muestra confiado. “Hemos conseguido llegar hasta aquí evitando la confrontación social, que era nuestro gran peligro. Si todo el mundo se comporta de forma racional en su propio interés, no habrá confrontación social ni dentro de Escocia, ni entre Inglaterra y Escocia”, sostiene. Afirma que más del 40% de los votos a favor de la independencia supondría una victoria moral y por debajo del 30%, una grave derrota.
Hombre dialogante, cree que unionistas y nacionalistas pueden encontrarse en un terreno intermedio. “Los unionistas aceptan ahora la autonomía fiscal y los nacionalistas no hablan de ruptura. El objetivo no puede ser la independencia porque la independencia como tal no existe; lo que sí existe”, subraya, “es la posibilidad de crear un nuevo tipo de Estado. No hay un modelo a la vista que pueda inspirarnos”, reconoce Keating, pero añade: “A nosotros no nos gustan los modelos, somos pragmáticos”.

*El 18 de septiembre decide en referéndum si se independiza de Reino Unido. Las dudas crecen en este tiempo. Los otros nacionalismos europeos emplean su caso como modelo a seguir





Recordatorio en las Highlands  de los soldados muertos en las distintas guerras  del Reino Unido.


1 comentario:

  1. Escocia, Cataluña, el Piamonte etc. se quieren independizar. No creo ni en trapos de colores ni en exclusiones raciales, tribales o territoriales, pero me resulta cuando menos raro que en épocas de unificación de territorios mayores (la UE, UNASUR..,etc.) se produzcan estas segregaciones... Es muy curioso...Creo que lo de ser cabeza de ratón y político con ansias de poder tiene mucho que ver. R.S.

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