miércoles, 13 de agosto de 2014

MISTERIOS DEVELADOS



 


Algunos misterios de la naturaleza que dejaron de serlo *





Agujero siberiano



Desde los eclipses hasta los relámpagos, a lo largo de la historia siempre ha habido fenómenos que han intrigado a los humanos. Unos, la ciencia ha tardado siglos en resolverlos. Otros, como los recientes agujeros de Siberia, apenas unos días. Sin embargo, aún quedan muchos por explicar y la primera reacción es buscarles orígenes extraordinarios. La superstición está en la naturaleza humana. Esta es una lista de sucesos increíbles que dejaron de serlo. O no.
Los tres agujeros descubiertos en los últimos días en la tundra siberiana han despertado la curiosidad de público y científicos. Enseguida la imaginación echó a volar. Que si eran el resultado de operaciones de fracking para obtener gas o petróleo, que si eran fruto del impacto de meteoritos y hasta que podían haber sido creados por extraterrestres al estilo de los observadores de la serie de fenómenos paranormales Fringe, que acostumbraban a hacer agujeros.
La explicación científica, aunque no definitiva, está muy lejos de todo eso. Y como suele pasar en los fenómenos naturales repentinos se debe a una conjunción de causas. Durante milenios algo tan natural como la descomposición de materia orgánica en el subsuelo siberiano ha ido acumulando grandes cantidades de gas metano. Solo ha hecho falta que el calentamiento global derrita el permafrost, una capa de tierra y agua congelada para que, en determinados puntos de la península de Yamal (una zona de grandes yacimientos de gas, por otro lado) el permafrost colapsara como si fuera pompas de jabón. Al menos, esta es una de las explicaciones que han apuntado los expertos a la revista especializada Nature.
Pero los agujeros de Siberia son sólo el último ejemplo de algunos fenómenos tan extraordinarios que los humanos tendemos a buscarles también explicaciones extraordinarias. Estos son algunos de ellos.



El poder de los eclipses



¿Qué puede haber más extraordinario que durante el día se haga de pronto de noche? Hoy los eclipses nos parecen fenómenos maravillosos pero despojados de todo misterio. Sin embargo, no siempre fue así y en culturas tan avanzadas astronómicamente como la maya, la casta de los poderosos usaba la ocultación del Sol como herramienta de control social. Aún hoy hay quienes siguen una dieta especial el día del eclipse o exponen a sus hijos enfermos a los tibios rayos del Sol. 
En la foto, eclipse anular de mayo de 2013.




Los pilares de la luz



Es uno de los fenómenos más raros y bellos que se pueden contemplar en la naturaleza. Son los llamados pilares de luz y, a poco que se crea, es inevitable pensar en dios al verlos. En realidad no tienen nada de divino. En los días más fríos del año, en especial al amanecer y al atardecer, los cristales de hielo en suspensión reflejan su luz creando las columnas. También las luces de la ciudad pueden provocar el mismo fenómeno.
En la foto, los pilares de la luz de Wyoming (EE UU).





Enormes agujeros azules



Otro fenómeno que se presta a la especulación, en especial a la de los aficionados a los ovnis, es el de los agujeros azules. Como en el caso de los enormes hoyos de Siberia, se trata de implosiones en el terreno. En este caso, la mayoría se produjeron hace miles de años, cuando el nivel del mar era mucho menor. Al subir las aguas, los agujeros se llenaron. Su característico color azul más oscuro se debe precisamente a su profundidad. Algunos, como el Gran Agujero Azul de Belice (en la foto) llega a los 200 metros.





Las piedras que se mueven



Para magia, la que se puede observar en el Valle de la Muerte (California, Estados Unidos). Allí, las piedras se mueven solas. Para añadir más misterio, hasta un reciente experimento, nadie las había visto moverse, pero cada año su rastro era mayor. Desde 1900 las piedras eran un misterio para los científicos. Pero no hay misterio que cien años (o algo más) dure. ¿Las mueve el viento, un misterioso magnetismo o, de nuevo, los extraterrestres? Pues nada de eso. El año pasado, el investigador de la NASA y de la Johns Hopkins University Ralph Lorenz demostró que la escasa agua del rocío crea pequeños lechos de hielo bajo las rocas, al derretirse y, ayudadas por el viento, las piedras se deslizan como surfistas. 
En la foto, piedras que se mueven en el Valle de la Muerte.





El misterio sin resolver de los círculos submarinos




Por alguna extraña razón, muchos de los fenómenos misteriosos se manifiestan en forma de círculos. Los aparecidos en las praderas de posidonia frente a las costas de Croacia, en el Adriático, son un buen ejemplo. Descubiertos recientemente gracias a Google Maps, se trata de calvas circulares frente a la costa donde la posidonia ha desaparecido. Hasta ahora se ha localizado medio centenar. Los científicos aún no tienen claro su origen, aunque parece que el hombre podría estar detrás. Habrá que darles algo de tiempo hasta que descubran la causa antes de volver a echarle la culpa a los extraterrestres.
En la imagen, círculos submarinos en la isla de Dugi, en Croacia.





El engaño de los círculos de trigo 



De nuevo círculos, pero este es el caso de ejemplifica lo crédulos que pueden llegar a ser los humanos y lo cabezones que son cuando la ciencia  da una respuesta al enigma. Desde los años sesenta y hasta la última década del siglo pasado, se produjo una fiebre de círculos en los campos de cultivo. La historia llenó páginas de los periódicos y minutos en los telediarios hasta que dos británicos reconocieron ser los autores de más de 200 de ellos aparecidos en el sur de Inglaterra. Todo era parte de una broma. En cuanto a los que hay repartidos por el mundo, todo se debería a la legión de imitadores que les siguieron.




Las líneas de Nazca






Han estado ahí desde hace siglos, pero sólo se pueden ver en su integridad desde el aire. Eso ha hecho que la imaginación vuele cuando se pregunta por las líneas de Nazca, en el actual Perú. Desde que un avión las redescubriera en las primeras décadas del siglo pasado, estos geoglifos han intrigado a todos. Los arqueólogos hace tiempo que las despojaron de cualquier origen sobrenatural o extraterrestre. Se trata de un conjunto ritual creado por la cultura Nazca, probablemente para obtener el favor de los dioses e invocar a la lluvia, tan necesaria en aquellos desiertos. 


En la foto, líneas de Nazca vistas desde el espacio.






¡Rayos y centellas!





El de los relámpagos es de esos fenómenos que han dejado de ser extraordinarios sin dejar de serlo. De tanto verlos, han perdido su magia. Sin embargo, la ciencia aún no tiene del todo claro su origen. Se sabe que son descargas eléctricas fruto de las diferencias de polaridad en las nubes. Pero, no ha sido hasta este siglo cuando se ha encontrado una vinculación entre esta ionización y los vientos solares que portan partículas cargadas eléctricamente. Lo demás es una reacción en cadena hasta desembocar en un rayo o un relámpago. 


En la foto, relámpagos en el Callejón de los Tornados (Estados Unidos).






La gran migración de las mariposas monarca






Cada año al llegar el frío, millones de mariposas monarca abandonan el este de Estados Unidos por el calor de México. Los científicos aún andan estudiando cómo consiguen hacer un viaje de más de 3.000 kilómetros y regresar al lugar donde se convirtieron en mariposas. Cada poco se descifra un elemento nuevo de su complejo sistema de navegación. Lo último que se ha descubierto es que usan sus antenas como fotosensores. Es como si tuvieran una brújula que siempre apunta al Sol.
En la foto, mariposas monarca en su santuario en las sierras del centro de México.







* Fuente: El Huffington Post










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