Algunos misterios de la naturaleza que dejaron de serlo *
Agujero siberiano
Desde los eclipses hasta los relámpagos, a lo largo de la historia
siempre ha habido fenómenos que han intrigado a los humanos. Unos, la
ciencia ha tardado siglos en resolverlos. Otros, como los recientes agujeros de Siberia,
apenas unos días. Sin embargo, aún quedan muchos por explicar y la
primera reacción es buscarles orígenes extraordinarios. La superstición
está en la naturaleza humana. Esta es una lista de sucesos increíbles
que dejaron de serlo. O no.
Los tres agujeros descubiertos en los últimos días en la tundra siberiana han despertado la curiosidad de público y científicos. Enseguida la imaginación echó a volar. Que si eran el resultado de operaciones de fracking
para obtener gas o petróleo, que si eran fruto del impacto de
meteoritos y hasta que podían haber sido creados por extraterrestres al
estilo de los observadores de la serie de fenómenos paranormales Fringe, que acostumbraban a hacer agujeros.
La
explicación científica, aunque no definitiva, está muy lejos de todo
eso. Y como suele pasar en los fenómenos naturales repentinos se debe a
una conjunción de causas. Durante milenios algo tan natural como la
descomposición de materia orgánica en el subsuelo siberiano ha ido
acumulando grandes cantidades de gas metano. Solo ha hecho falta que el
calentamiento global derrita el permafrost, una capa de tierra y
agua congelada para que, en determinados puntos de la península de
Yamal (una zona de grandes yacimientos de gas, por otro lado) el
permafrost colapsara como si fuera pompas de jabón. Al menos, esta es
una de las explicaciones que han apuntado los expertos a la revista especializada Nature.
Pero
los agujeros de Siberia son sólo el último ejemplo de algunos fenómenos
tan extraordinarios que los humanos tendemos a buscarles también
explicaciones extraordinarias. Estos son algunos de ellos.
El poder de los eclipses
¿Qué puede haber más extraordinario que durante el día se haga de pronto
de noche? Hoy los eclipses nos parecen fenómenos maravillosos pero
despojados de todo misterio. Sin embargo, no siempre fue así y en
culturas tan avanzadas astronómicamente como la maya, la casta de los
poderosos usaba la ocultación del Sol como herramienta de control
social. Aún hoy hay quienes siguen una dieta especial el día del eclipse
o exponen a sus hijos enfermos a los tibios rayos del Sol.
En la foto, eclipse anular de mayo de 2013.
Los pilares de la luz
Es uno de los fenómenos más raros y bellos que se pueden contemplar en
la naturaleza. Son los llamados pilares de luz y, a poco que se crea, es
inevitable pensar en dios al verlos. En realidad no tienen nada de
divino. En los días más fríos del año, en especial al amanecer y al
atardecer, los cristales de hielo en suspensión reflejan su luz creando las columnas. También las luces de la ciudad pueden provocar el mismo fenómeno.
En la foto, los pilares de la luz de Wyoming (EE UU).
En la foto, los pilares de la luz de Wyoming (EE UU).
Enormes agujeros azules
Otro fenómeno que se
presta a la especulación, en especial a la de los aficionados a los ovnis, es
el de los agujeros azules. Como en el caso de los enormes hoyos de Siberia, se
trata de implosiones en el terreno. En este caso, la mayoría se produjeron hace
miles de años, cuando el nivel del mar era mucho menor. Al subir las aguas, los
agujeros se llenaron. Su característico color azul más oscuro se debe
precisamente a su profundidad. Algunos, como el Gran Agujero Azul de Belice (en
la foto) llega a los 200 metros.
Las piedras que se mueven
Para magia, la que se puede observar en el Valle de la Muerte
(California, Estados Unidos). Allí, las piedras se mueven solas. Para
añadir más misterio, hasta un reciente experimento, nadie las había
visto moverse, pero cada año su rastro era mayor. Desde 1900 las piedras
eran un misterio para los científicos. Pero no hay misterio que cien
años (o algo más) dure. ¿Las mueve el viento, un misterioso magnetismo
o, de nuevo, los extraterrestres? Pues nada de eso. El año pasado, el
investigador de la NASA y de la Johns Hopkins University Ralph Lorenz
demostró que la escasa agua del rocío crea pequeños lechos de hielo bajo
las rocas, al derretirse y, ayudadas por el viento, las piedras se deslizan como surfistas.
En la foto, piedras que se mueven en el Valle de la Muerte.
El misterio sin resolver de los círculos submarinos
Por alguna extraña razón, muchos de los fenómenos misteriosos se
manifiestan en forma de círculos. Los aparecidos en las praderas de
posidonia frente a las costas de Croacia, en el Adriático, son un buen
ejemplo. Descubiertos recientemente gracias a Google Maps,
se trata de calvas circulares frente a la costa donde la posidonia ha
desaparecido. Hasta ahora se ha localizado medio centenar. Los
científicos aún no tienen claro su origen, aunque parece que el hombre
podría estar detrás. Habrá que darles algo de tiempo hasta que descubran
la causa antes de volver a echarle la culpa a los extraterrestres.
En la imagen, círculos submarinos en la isla de Dugi, en Croacia.
En la imagen, círculos submarinos en la isla de Dugi, en Croacia.
El engaño de los círculos de trigo
De nuevo círculos, pero este es el caso de ejemplifica lo crédulos que
pueden llegar a ser los humanos y lo cabezones que son cuando la ciencia da una respuesta al enigma. Desde los años sesenta y hasta la
última década del siglo pasado, se produjo una fiebre de círculos en los
campos de cultivo. La historia llenó páginas de los periódicos y
minutos en los telediarios hasta que dos británicos reconocieron ser los
autores de más de 200 de ellos aparecidos en el sur de Inglaterra. Todo
era parte de una broma. En cuanto a los que hay repartidos por el
mundo, todo se debería a la legión de imitadores que les siguieron.
Las líneas de Nazca
Cada año al llegar el frío, millones de mariposas monarca abandonan el
este de Estados Unidos por el calor de México. Los científicos aún andan
estudiando cómo consiguen hacer un viaje de más de 3.000 kilómetros y
regresar al lugar donde se convirtieron en mariposas. Cada poco se
descifra un elemento nuevo de su complejo sistema de navegación. Lo
último que se ha descubierto es que usan sus antenas como fotosensores. Es como si tuvieran una brújula que siempre apunta al Sol.
En la foto, mariposas monarca en su santuario en las sierras del centro de México.
En la foto, mariposas monarca en su santuario en las sierras del centro de México.
* Fuente: El Huffington Post
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