Alejandra Lerma
Existió un tiempo en el que sabía quién era
Conocí las palmas de mis manos y el revés del corazón
Pude enumerar las estrellas que caían en mi vientre
Sentí los temores y las raíces hondas que me iban creciendo
Pero algo ocurrió
la ceguera me cubrió de blanco
Y dentro de mí ya no hubo más luz
Se hizo la noche
Sin luna ni agua
Me fui quedando sola
Abandoné mi cuerpo y permití que otros transitaran sobre mí
Dejé que escribieran nombres dentro del mío, hasta que me fui olvidando de
mis propias palabras
No recordaba la ruta hacia mi centro, todo lo que tenía eran caminos ajenos
Y así, golpeada por mi propia insensatez
Decidí levantarme
Desandar los dolores
Perdonarme el pecado que no había cometido
Para volver desnuda
Al espejo de mi alma
Sin más inquilinos que mi propia sombra.
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