La especulación se ceba con los pintores jóvenes
Miguel Ángel García Vega
El mercado está ejerciendo una
presión enorme sobre los artistas jóvenes. Los resultados de las últimas
subastas de Phillips de
Pury, Christie’s y Sotheby’s revelan que la especulación se
está cebando con la carrera de muchos creadores que apenas rozan la treintena. Sobre
todo se da en pintores. Porque si hasta hace poco la pintura estaba relegada en
el gusto del mercado parece que vuelve por sus fueros, y los
coleccionistas andan ávidos por descubrir al último chico maravilla. La última
sensación. El último pelotazo.
La pintura 'Sun Goddess' (2009) del estadounidense de 35 años Rashid Johnson se ha adjudicado en la sala
Phillips de Pury por 122.500 libras (143.700 euros). Se esperaba un precio de 60.000 libras.
Phillips de Pury por 122.500 libras (143.700 euros). Se esperaba un precio de 60.000 libras.
Óscar Murillo es el pintor joven (27 años) sobre cuyas obras, quizá, haya más especulación
ahora mismo. La tela 'Champagne' —en la imagen— se vendió la semana pasada por
212.500 libras (250.000 euros). Partía de un precio inicial de 60.000 libras.
ahora mismo. La tela 'Champagne' —en la imagen— se vendió la semana pasada por
212.500 libras (250.000 euros). Partía de un precio inicial de 60.000 libras.
El precio base de la pintura 'Dead In Pompeii', de Alex Hubbard, era de 40.000 libras,
se cerró en 98.500 libras (116.000 euros). Récord del artista americano.
se cerró en 98.500 libras (116.000 euros). Récord del artista americano.
El mantra que repiten en las
casas de subasta una y otra vez es que estos artistas jóvenes y caros no solo
están respaldados por las galerías y su propio trabajo sino también por
instituciones y colecciones privadas potentes. Son nombres que se repiten. ¿Es una garantía
suficiente? “Desde luego que no, hay multitud de artistas que han tenido
un comienzo fulgurante, con precios elevados y cierto reconocimiento
institucional, que han visto como en poco tiempo su trayectoria, debido a esa
sobreexposición, se diluía como un azucarillo en café caliente”, observa el
coleccionista Marcos Martín Blanco.
Tras ese comentario rápidamente
acuden algunos nombres a la cabeza. Richard Billingham, Suling Wang, Jan de
Cock, Erik Schmidt, Sandro Chia, Enzzo Cucchi...Historias, todas ellas, que nos
recuerdan que la de artista es una carrera de larga distancia y no de 100
metros, y que tanta presión sobre los precios supone asumir un enorme riesgo.
En un mundo de liquidez casi ilimitada, en el que los bancos centrales dan al botón de imprimir billetes a la misma velocidad que Billy el Niño desenfundaba su revolver, los ahorradores (que hoy en día somos todos) han redescubierto el valor de los activos tangibles y limitados.
O sea, que empiezan y acaban. Metales preciosos, arte contemporáneo, antigüedades, vinos, coches de colección, diamantes. Bienes que a su escasez y potencial económico aportan su carácter material. Bienes con arte y sonantes.
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