La tecnología, los estudios y las Bellas Artes
Victoria S. Nadal
Los primeros
atisbos de tecnología en los estudios de Bellas Artes comenzaron a utilizarse
en los 80, pero eran ordenadores arcaicos con muy pocas opciones. Desde ese
momento hasta el uso de impresoras 3D, tabletas gráficas y distintas realidades
han pasado casi 40 años y, entremedias, el inicio de una revolución tecnológica
que ha convertido a los artistas en profesionales multidisciplinares que
también encuentran salidas como publicistas, diseñadores de páginas web,
videojuegos, interfaces y analistas de experiencia de usuario. Estas nuevas
profesiones se han convertido en una opción para los estudiantes de Bellas
Artes a través de grados que unifican la carrera con el diseño y que buscan
estar orientados a las necesidades de la industria.
A pesar del importante peso que ahora tiene la tecnología, todos los
alumnos parten del territorio analógico y reciben una base donde se les enseña
a esculpir con las manos y a dibujar en caballete. La diferencia respecto a hace unos años es que estos conocimientos
luego se aplican de forma digital. De hecho, los expertos en videojuegos buscaban gente que dominase las técnicas
digitales. Les llegaban personas graduadas en Bellas Artes que tenían los
conocimientos artísticos pero no dominaban estas las herramientas. Por eso crearon
los estudios que unen esos fundamentos básicos con las nuevas tecnologías.
Pero el proceso de digitalización avanza a velocidades distintas. Hay
quien vive aún a mitad de camino entre dibujar con carboncillo y hacerlo en una
tableta gráfica. Muchos ilustradores dibujan en papel y escanean sus obras. Los
alumnos de los nuevos grados aprenden técnicas como el video mapping,
realidad virtual y aumentada, programación, diseño web y de aplicaciones y
distintos programas de software de modelado en 3D.
El video
mapping es una de las técnicas más llamativas y que ejemplifica
perfectamente esta evolución. Consiste en proyectar sobre una superficie
elementos que interactúan con ella y generan una nueva experiencia, algo
parecido a la realidad aumentada. Así se ha hecho en varias ocasiones dando
vida a edificios míticos de todo el mundo.
Distintos cambios en la sociedad han alentado esta evolución de los
grados artísticos. Ha cambiado nuestra forma de consumir, los motivos por los
que nos gustan las cosas que compramos, las redes sociales, la importancia que
le damos a tener una experiencia de usuario impecable. Esta evolución ha
propiciado un cambio en la forma de pensar y crear cosas nuevas. Es
necesario utilizar herramientas nuevas para satisfacer nuevas necesidades
aplicando conocimientos básicos.
Parece que los
centros privados son los que tiran más del carro porque tienen una capacidad de
adaptación más grande que la universidad pública.
La universidad pública avanza un poco más despacio: es un mastodonte al que le cuesta más tiempo implementar cambios y nuevas herramientas, pero también incorpora asignaturas como Modelización y Animación 3D, Tecnología Digital o diseño de videojuegos.
La universidad pública avanza un poco más despacio: es un mastodonte al que le cuesta más tiempo implementar cambios y nuevas herramientas, pero también incorpora asignaturas como Modelización y Animación 3D, Tecnología Digital o diseño de videojuegos.
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