Boticelli en Londres, solo de paso.
Peio H. Riaño
Retrato de Michele Marullo Tarcaniota
La familia Cambó intentó en julio de 2018 trasladar el ‘Retrato de Michele Marullo Tarcaniota’ a Nueva York para venderlo. Ahora busca un comprador en Londres
España: La familia Cambó
intentó en julio de 2018 exportar a EE UU el Retrato de Michele Marullo Tarcaniota (1491),
el último botticelli que se conserva en una colección privada, para
venderlo. En aquella ocasión, la Junta de Calificación, Valoración y
Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico prohibió el traslado del cuadro
a la feria Frieze Nueva York, al “no poderse garantizar las condiciones de
conservación y seguridad bajo las que se va a producir el desplazamiento y
estancia en los EE UU”, según han confirmado fuentes de Cultura. En la
solicitud de exportación temporal de los Cambó “no se ofrecían los datos
suficientes que pudieran garantizar la seguridad de la pieza durante el
traslado”, añaden dichas fuentes.
Este veto, sin
embargo, se levantó tras una segunda petición de los propietarios del retrato
para trasladarlo a Londres porque se concretaban todos los detalles sobre su
transporte y condiciones de exhibición. La junta autorizó esa salida temporal
el 2 de octubre de 2018, lo que ha permitido que la obra se exponga ahora entre
el jueves y el domingo en
la feria Frieze Masters de Londres con la intención de encontrarle un comprador.
Dado que la pintura
está protegida como bien
de interés cultural (BIC), es obligatorio su retorno a España, aunque
pase a manos de un propietario extranjero, un aspecto sobre el que inciden
fuentes del Ministerio de Cultura: “Los propietarios de esta pintura son
conscientes de que la obra es BIC y que ello comporta una limitación para su
venta. Pueden ofrecerla, pero el comprador tendrá que ser consciente de que esa
pintura no va a poder desvincularse de España nunca y que tendrá que cumplir
con todos los requisitos y garantías que la normativa exige”. Estos mismos
medios recuerdan que la ley obliga a los dueños del bien a comunicar a la
Administración la posible operación de venta para ejercer, si cabe, el derecho
de tanteo en un plazo de dos meses.
Aunque los Cambó
han logrado el beneplácito para la presentación del lienzo de Botticelli en
Londres, no han recibido permiso para que su estancia se prolongue hasta el 31
de diciembre como pretendían con el objetivo de tener más tiempo para negociar
su venta. Cultura ha puesto como fecha límite para su retorno a España el 15 de
octubre. De incumplirse, se consideraría “una exportación ilícita”, según el
artículo 31 de la Ley del Patrimonio Histórico Español.
Tras la noticia de
que el botticelli salía al extranjero para su venta se han sucedido contactos
entre la dirección del Museo
Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), que alberga la colección de Francesc Cambó, y la
consejería catalana de Cultura en torno a las posibilidades de hacerse con la
obra. La consejera, Mariàngela Vilallonga, aseguró en un tuit que “se está
estudiando” su adquisición, pero su compra no sería bien vista en el sector
cultural catalán, que anfronta fuertes recortes. Los centros dependientes de la
Generalitat hacen frente desde agosto a un recorte del 6% en sus presupuestos.
El MNAC, por ejemplo, tendrá que devolver a la consejería cerca de un millón de
euros, lo que perjudica mucho su funcionamiento.
Fuentes cercanas a
la operación de venta del retrato sitúan su precio en 30 millones de euros,
aunque mientras estuvo en el Museo del Prado fue tasado en 60 millones para
asegurarlo con la garantía del Estado. La familia Cambó depositó la obra en el
Prado entre 2004 y 2017 como un préstamo ininterrumpido por ese periodo, que
acabó sin que el Estado decidiese comprar la obra. Aquella decisión causó
malestar en el MNAC.
La publicidad dada
a este nuevo intento de vender el Retrato de Michele Marullo
Tarcaniota redobla la presión sobre Cultura para que lo adquiera, según
reconocen fuentes del Prado y del propio ministerio.
Nastagio degli Onesti
Cambó donó en 1941
al Prado cinco obras de su colección, entre las que figuraba La historia
de Nastagio degli Onesti (1483), también de Botticelli. El político
catalán (1876-1947) formó su colección de pintura fundamentalmente entre 1920 y
1936 con la intención de adquirir obras que enriqueciesen el patrimonio
artístico español, según recuerda la pinacoteca en su web. Ante el expolio que
el patrimonio venía sufriendo desde hacía tiempo y las lagunas en las
colecciónes artísticas españolas, decidió dedicar parte de su fortuna a
“conseguir para España un complemento de lo que es en pintura la colección
formidable del Museo del Prado”, buscando “en cada una de las escuelas que no
tienen representación en España, una obra del más grande de los maestros, si
era posible; si no, del que le siguiera en importancia”, según el discurso que
pronunció en las Cortes el 6 de diciembre de 1935, que cita la web de la
pinacoteca.
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