Everness
Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en Su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido.
Ya todo está. Los miles de reflejos
que entre los dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía.
Y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores
y las puertas se cierran a tu paso;
sólo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores.
Un 14 de junio pero de 1986, fallecía el mejor escritor de todos los tiempos, y de los que vendrán. Tomó el recaudo inconsciente de morir durante el mundial de fútbol, para que su muerte pasara inadvertida y rápidamente lo olvidaran. Por suerte, no lo consiguió ni lo conseguirá.
Diego Recalde en Twitter
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