jueves, 11 de octubre de 2012

DIVAGUES III




Cebolla








La cebolla es un bulbo elemental. Más que otros que son usados para que nos den flores. Como el del agapanto, cuya planta visible parece la explosión en el cielo de una cañita voladora. Hay agapantos celestes, violáceos, blancos. La cebolla es siempre blanca. Aunque hay una que llaman de verdeo y quizá deba su nombre a que se use para colorear, para verdear. Otra, me dijeron, es rojiza. No sé. El asunto es que la cebolla elemental es blanca, siempre, y no puede faltar en las comidas casi nunca. Es por eso que es elemental. Aún la valenciana. No es propio comparar el color de una flor como el agapanto con el de un bulbo como la cebolla. Sería mas criterioso comparar los colores de bulbos con bulbos y no de bulbos con flores. Y de flores con flores. Lo que tampoco sé, es si la cebolla da flor, pues siempre la veo embolsada, dentro de cajones a la venta en verdulerías, o en cocinas. Pero es lógico que las den, y en ese caso desconozco su color. Otra cosa que no sé, es que cosa tiene la cebolla que nos hace llorar cuando la pelamos. Será que nos castiga pues no quiere que la despellejemos y menos que la cortemos en pedacitos. Un elemental sentido de conservación, un instinto. Elementalmente no quiere que la corten, es normal. Elemental como el pan y el agua. No voy a decir que como vos. Podría agregar que tampoco diré que como llorar cuando hace falta. Cosa que a vos te cuesta mucho; a menos que cortes en pedacitos la cebolla que tenes guardada en el estante a ese efecto. 
Para terminar; no se porque habría de aseverar que llorar cuando hace falta es elemental. Quizá al solo efecto de acomodar las palabras a un estrecho texto dedicado al bulbo que nos entretiene. Porque para decir verdades, nadie dijo que hay que llorar cuando hace falta. Nadie que yo sepa, y no existe tratado alguno que mi ignorancia traiga a mi cabeza; fue lo primero que me vino para reunir algunos vocablos en un pequeño conjunto que daremos en llamar párrafo. De ser cierta la hipótesis de la necesidad de llorar cuando hace falta habría que construir un faltímetro, es decir un medidor de necesidad de llanto, pues leí en alguna parte que no estamos hechos de la misma manera y es todo cuestión de subjetividades; sería complicado, habría que programarnos a cada uno de nosotros cosa imposible al menos hasta ahora. Y esto afirma mi convicción de que la cebolla es un bulbo elemental. Nadie se puso a fabricar esos aparatos. A nadie importa nada la suerte de ese bulbo y a nadie importa cuando es el momento de llorar. Y no voy a decir que a vos te importa. Podes tirar tu cebolla, esa que tenes guardada en el estante, a la mismísima basura.



 Claro que no, no hace falta un faltímetro ni un faltógrafo ya que el llanto es inconmensurable. Y para no usar esas palabras grandes, también es oportuno o no, necesario o útil, una herramienta, un buen ariete, sincero o falso, importante en las relaciones humanas. Inexplicable es también cuando lloramos por esas cosas inexplicables. Casi ausente en algunos, en otros inapropiado, agazapado y acechante eso es también el llanto. 
Se deben haber escrito páginas y páginas, ensayos tal vez, tratados, pero 
 ¿ viste ? no son más que palabras. Y estas palabras tuyas no son unas más entre las tantas, al menos para mi, por eso una vez más, Escribidor, gracias



Bueno, en realidad todo este asunto de la cebolla puede ser considerado  como un ejercicio que demuestra como de cualquier cosa se puede armar una disquisición. Y como el lenguaje a la vez que sirve para comunicarnos y entendernos sirve para decir cualquier cosa. Y entender exactamente esa cosa, o parecido, o cualquier otra. Y mañana por la mañana olvidarnos de lo que pensamos anoche y pensar que el asunto este que nos entretiene es con suerte un ingenioso juego de palabras. Con bastante suerte.



Tal vez las maestras, si es que lo hicieron, fueron precursoras en estos  ejercicios para armar disquisiciones. Se habla de esos trabajos escolares con el tema  ' La vaca'. ¿ A quién se le habrá ocurrido? ¿ Será cierto? ¿ Existió alguna vez esa maestra? ¿ O es una leyenda urbana?
Ahora es la mañana pero no he olvidado la cebolla. Porque ya lo hablamos antes, Woody Allen lo dice siempre: es ese canto en la oscuridad para evitar el miedo, el escape de aquellos temas que de veras nos preocupan. Ya ves que  cierto es, ahora en la mañana, cebolla en el estante o no, nada temo. 



A. S.

Miss Musa






9 comentarios:

  1. Además la cebolla tiene propiedades curativas; me enviaron un mail que contaba que en la Edad Media ,una familia pudo salvarse de una peste que asolaba la región, porque en el lugar en que dormían almacenaban la cebolla que cosechaban y esta se comprobó al analizarla había absorbido todos los gérmenes.¿Que les parece si colocamos una cebolla bajo la cama?

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    1. Gracias por la información desconocía otra de las virtudes de la modesta cebolla. Creo que te haré caso ....

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  2. Esto de las cebollas y los bulbos y los fuegos arificiales es un juego que lleva tiempo; interesante para los amantes ludicos de la palabra escrita que refleja el divague ditirámbico. Gastón I.

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    1. Gracias Gastón I: Me hiciste ir al diccionario!! Será así como decís...supongo.

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  3. Miss Musa va esto de Sábato ' Ya ve la importancia de los ritmos. Wilde decía con aires de frivalidad cosas muy profundas 'T.E.D

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  4. Buena esa cita de Sábato, creo que si, esto tiene ritmo. Gracias T !

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  5. Y con respecto de las propiedades curativas puedo comentar que como el ajo, la cebolla es buena para la presión...Miss Musa:Y? averiguaste algo en el diccionario? que buscaste ...lúdicos o ditirámbico? o alguna otra palabra? Gaston I

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  6. Siguen apareciendo propiedades de la cebolla, se parece a ciertos políticos ¿ No ? Con respecto a mi búsqueda en el diccionario Gastón, fui a ver ditirámbico. Aprendí algo y te lo agradezco. Espero verte nuevamente con tus comentarios.

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  7. Me gusta ese diálogo, dale Miss ¡ Largate ! J.

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