Lugares
Por eso poesía y no novela
tal vez sea,
porque no habito tiempos.
El tiempo es la trillada mentira,
una difamación de la música,
con la cual nos desplazamos,
un traslado forzoso
para retroceder o avanzar,
como si crecer plantas por dentro,
fuera algo que se mide gradual.
Una falacia que involucra
al desconsolado desalojo del ahora,
un parricidio a lo que ya ha pasado,
la lejanía impenetrable, a lo que viene.
Todo orden ha sido creado
para desordenarlo,
lo que se blasfema como tiempo
es el intervalo
entre la respiración y la pausa,
el desliz de dos vidas, su tensión,
el cuerpo que no conoce segundos
y danza etéreo en parpadeos,
la pareja que espera acurrucada,
acompañada, que pasa la noche fría,
a una cuadra de mi casa, porque
le hace falta un techo,
la espera impotente por volver a ver
a los que se fueron, para no volver.
El tiempo,
sólo puede ser nombrado
por la muerte.
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