Boicot de grandes anunciantes contra Facebook
Starbucks, Unilever, Coca-Cola, Honda o Verizon se suman a una campaña
para forzar a la empresa a actuar contra el contenido tóxico y está desplomando
su valor en Bolsa
La lista sigue creciendo. Hasta
el domingo, más de 160 empresas, entre ellas algunos de los mayores anunciantes
del mundo, habían decidido suspender la publicidad en Facebook en respuesta a
la falta de compromiso de la compañía con el control de la información tóxica y
el discurso de odio. El boicot a Facebook ha aumentado exponencialmente en solo
un fin de semana, está amenazando el valor en Bolsa de la compañía y revela una
amplia preocupación por el papel que las redes sociales van a jugar en la
actual campaña electoral en Estados Unidos para los comicios presidenciales del
3 de noviembre.
La campaña pidiendo el boicot a Facebook comenzó el pasado 17 de junio, pero despegó definitivamente el pasado viernes, cuando Unilever, uno de los mayores anunciantes del mundo, decidió retirar toda su publicidad de la plataforma. En las siguientes horas, la red social perdió la publicidad de compañías como Coca-Cola, Honda, Verizon o Levi Strauss. El domingo, se sumó el gigante de las cafeterías Starbucks, el sexto mayor anunciante de Facebook el año pasado.
La retirada fulminante de
anunciantes hizo
reaccionar al fundador y CEO de la compañía, Mark Zuckerberg, que durante
años se ha negado a aplicar controles para evitar el uso de su plataforma para
la intoxicación política y la propagación de conspiraciones y discursos de
odio. El viernes, Zuckerberg anunció una nueva política por la que va a
prohibir cualquier mensaje relacionado con el llamado discurso de odio en su
plataforma, es decir, mensajes con contenido que, según los editores de
Facebook, promueva la discriminación.
Además, etiquetará los contenidos
que considere de especial valor periodístico para el público. La decisión
parece ir encaminada a promocionar contenidos relevantes. La red social Twitter
decidió por su parte este mes empezar a etiquetar como peligroso contenido del
rey de las redes sociales, el presidente estadounidense, Donald Trump. Facebook
lleva recibiendo
críticas años porque se ha negado expresamente a controlar cualquier
tipo de información tóxica que se comparte en su plataforma en nombre de la
libertad de expresión. Zuckerberg afirmó que la nueva política estaba en
estudio tres semanas antes de que empezara la campaña de boicot. Facebook es la
segunda plataforma de anuncios del mundo, por detrás de Google, con unos
ingresos anuales por publicidad de 69.700 millones de dólares (61.780 millones
de euros).
La campaña la comenzaron las
organizaciones Free Press y Common Sense Media, con apoyo del principal lobby de
defensa de los afroamericanos, NAACP, y el principal lobby judío, la
Liga Antidifamación (ADL), bajo el nombre de Stop Hate for Profit (no
al odio por dinero). En una entrevista el domingo en Reuters, el director
ejecutivo de Common Sense Media, Jim Steyer, afirmó que el siguiente paso es
hacerla global y conseguir que se sumen grandes marcas europeas.
La retirada de la publicidad de
Facebook llega en un momento muy particular. Por un lado, las empresas están
cancelando campañas masivamente de todas maneras por el parón en el consumo
derivado de la pandemia de coronavirus. Además, se produce en medio de la
indignación que está cambiando el discurso sobre el racismo y el odio en EE UU
y que ha hecho intolerable cualquier ambigüedad racista o discriminatoria. Pero
sobre todo revela una preocupación por la falta de evolución de las redes
sociales desde que la campaña de Donald Trump las utilizó para desincentivar el
voto y propagar desinformación en condados clave en 2016.
Apenas nada ha cambiado desde
aquella campaña, que tomó al mundo político por sorpresa y que ha provocado
investigaciones en el Congreso estadounidense. La posibilidad de que se repita
es uno de los grandes asuntos de la campaña de 2020. Cada avance de las redes
sociales en la dirección de controlar un poco más el contenido que se comparte
en ellas es contestado por Donald Trump con acusaciones de censura y sesgo.
Las acciones de Facebook bajaron
un 8% el viernes. La cifra supone borrar en un día 56.000 millones de dólares del valor de la empresa. Para Zuckerberg, supuso una
pérdida de 7.200 millones en su fortuna personal. Las
de Twitter, a pesar de que esta red social no es objeto de la campaña de
boicot, cayeron un 7%.
El pasado 18 de junio marcó un
parteaguas en la relación de Facebook con Donald Trump, cuando la plataforma retiró
un anuncio de campaña del presidente por contener un símbolo que podía
confundirse con uno utilizado por los nazis. La campaña de Trump identificó al difuso
grupo de ultraizquierda antifa con un triángulo rojo invertido, el símbolo que
los nazis cosían en la ropa de los prisioneros políticos en los campos de
concentración. El mensaje fue denunciado por la Liga Antidifamación. La
decisión de Facebook supuso un antes y un después en su política de no
intervenir en el contenido político de su plataforma.
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