Alfons Mucha: el estilo de una época
Para comprender la relevancia que tuvo dentro del Modernismo Alfons Maria Mucha (Ivancice, 1860 – Praga,1939) baste recordar que el concepto Art Nouveau se asoció en un principio al llamado Estilo Mucha, como si de la misma corriente artística se tratara. Pintor, ilustrador, diseñador gráfico y artista decorativo, Mucha elaboró una impronta personal netamente codificada e inconfundible que lo llevó primero al éxito internacional y más tarde, tras años de una carrera que asombra por lo prolífica, a ser reconvenido por el gran público. Irónicamente, su aclamado estilo se percibirá ya desfasado a las puertas de la Primera Guerra Mundial, vanguardias mediante.
Pero
empecemos por el punto de inflexión en la historia de Mucha, esto es, la
oportunidad que se le presenta a finales de 1894 y que sabrá utilizar a su
favor. Tras años de formación y trabajos de calidad diversa en Moravia, Viena y
Munich, Mucha se había acabado instalando en París, lugar donde recibe el
encargo que determinará el resto de su vida profesional: la confección del
cartel para la obra de teatro Gismonda, de Victorien Sardou.
La comitente no es otra que Sarah Bernhardt, actriz, empresaria
del Théâtre de la Renaissance y uno de los personajes más influyentes del París
de la época. Bernhardt quedará fascinada por este cartel, que en enero de 1985
copa las calles de la ciudad despertando considerable revuelo por su estética
novedosa y su gran tamaño. Pronto la Bernhardt le ofrecerá a Mucha un contrato
en exclusiva para los siguientes seis años, en los que no sólo se encargará de
la cartelería, sino que diseñará decorados, vestuario y complementos para su
compañía.
A raíz de este feliz encuentro, la fama y obra de Mucha crecerán
exponencialmente. Al mismo tiempo, se codificará, repetirá e imitará ad infinitum por
todo Europa su particular estilo, en el que abundan las figuras femeninas como
alegorías del placer mundanal. Jóvenes lánguidas, de melenas exhuberantes
cargadas de flores y joyas, con vestimentas de corte neoclásico e
indefectiblemente enmarcadas por círculos de filigranas, símbolos y arabescos,
configurarán este arquetipo femenino de Mucha.
El ornamento decorativista que refuerza las imágenes remite al lujo y la ostentación orientales así como a la linealidad del grabado japonés, de tanto calado entre los pintores occidentales del momento. En resumen, Mucha sintetizará diversas influencias vigentes en su época, sin olvidarse en el proceso de plasmar su propia mirada artística.
Cartel para el papel de fumar Job, 1896
Plafón decorativo titulado El Zodíaco, 1896
Cartel para la compañía ferroviaria PLM titulado Mónaco - Montecarlo, 1897
Podríamos hablar interminablemente del arte total de Mucha, ya que tocó desde escaparatismo a decoración de interiores, diseño de joyas, muebles, vestuario y decorados teatrales, entre otros muchos ámbitos de la vida cotidiana y artística.
Si nos centramos en su vertiente gráfica, la retahíla de aspectos explorados no disminuye. Mucha realizó innumerables ilustraciones para libros, calendarios, postales, paneles decorativos e incluso diseños de sellos y billetes de banco. Eso sí, su cartelería comercial sigue siendo todavía lo más célebre de su producción:
Calendario publicitario para Chocolate Mexicano Masson, 1897 (fecha de creación)
Cartel para el champán Monopole de Heidsieck & Co., 1901
Cartel para las bicicletas Perfecta, 1902
Además de adelantarse a su tiempo utilizando de una forma absolutamente moderna la publicidad y de contribuir a la popularización de las artes gráficas, Mucha fue pionero en dedicarse a las artes decorativas con las mismas minuciosidad, elaboración y calidad con las que se entregó a las bellas artes.
Gracias a ello, logró difuminar la severa división que siempre había existido entre ambas, rescatando las artes útiles del cajón de lo artesanal para elevarlas a la categoría de arte. De ahí que varios autores consideren a Mucha como uno de los padres de la ilustración moderna. Baste considerar esto para comprender el significado que conserva su obra hoy en día.
Gracias a ello, logró difuminar la severa división que siempre había existido entre ambas, rescatando las artes útiles del cajón de lo artesanal para elevarlas a la categoría de arte. De ahí que varios autores consideren a Mucha como uno de los padres de la ilustración moderna. Baste considerar esto para comprender el significado que conserva su obra hoy en día.
Todas las imágenes de este artículo están libres de copyright. Más información sobre Alfons Mucha en su web oficial: Mucha Foundation.
Del Blog Ilustrados. El País. España
No hay comentarios:
Publicar un comentario