El fin del mundo (no) llegará en 2014
NUEVAS TEORÍAS SOBRE EL APOCALIPSIS
Cada fin de año,
los agoreros de siempre salen a hacer sus predicciones acerca del fin de los
tiempos. Es algo que ocurre desde que el mundo es mundo, pero finalmente nada
sucede. La Tierra
sigue girando y el ser humano persiste en sobrevivir a pesar de todo. No
obstante, los apocalípticos de siempre seguirán adelante con sus insostenibles
y absurdas teorías, las cuales —lamentablemente— logran llegar a ciertas almas
crédulas.¿Cómo es posible que haya quien aún crea en hipótesis sobre un
eventual fin del mundo siendo que hasta ahora siempre han pifiado todos los
pronósticos? La psicología ha dado sobradas explicaciones al respecto —o al
menos lo intentó—, pero también lo hizo la ciencia a través de un estudio del
estadounidense Baylor College of Medicine (BCM).
Allí, se afirma
que una parte de la corteza cerebral —la media-prefrontal—hospeda el instinto a
la credulidad. Read Montague, docente del BCM y uno de los responsables del
estudio, expresó que los humanos son "muy crédulos por naturaleza".Lo
mismo asegura Erik Asp, investigador de la Universidad de
Chicago, quien junto a otros investigadores ha sugerido que el centro de la
credulidad se halla en un lugar muy concreto de nuestro cerebro: el área
ventromedial de la corteza prefrontal del cerebro, situada justo encima de los
ojos. Según el científico, ello explicaría por qué los niños y los ancianos son
los grupos etarios más crédulos.
Como sea, en los
últimos meses comenzó a cobrar fuerza una nueva hipótesis referida al fin del
mundo, en este caso impulsada por el jefe del sector de investigaciones
espaciales del Observatorio de Pulkovo de la Academia de Ciencias de
Rusia, el doctor honorario Jabibulá Abdusamátov. Según el investigador, quien
estudia la periodicidad del cambio de la actividad solar, la Tierra ha acumulado una
gran cantidad de calor y ya ha comenzado a enfriarse. Ergo, según el experto,
ya se pueden sacar conclusiones sobre los futuros calentamientos globales y los
descensos de temperatura. "Disponemos de datos que indican que la temperatura
comenzará a bajar radicalmente a partir de 2014", asegura Abdusamátov. Y
fue aún más allá: "El descenso de temperatura llevará a que las zonas de
cultivo queden considerablemente reducidas. Además de los problemas con los
alimentos, será mucho más difícil la extracción de petróleo y gas en latitudes
septentrionales". No hace falta mencionar que el presagio del supuesto
investigador es absurdo y hasta descabellado. Por lo pronto, carece de datos de
rigor que sostengan su hipótesis, la cual —dicho sea de paso— va a
contramano de lo que dice la ciencia tradicional. Hay quienes podrían pensar
que, por tratarse de una persona que ostenta un título profesional, su
vaticinio tiene algún grado de verosimilitud. Sin embargo, esto no es así: el
absurdo es absurdo por más que lo diga un premio Nóbel. Es lo que se denomina
como “principio de autoridad”: se le da relevancia a los hechos según quién los
mencione, no la evidencia que haya detrás.
Más profecías para 2014
Desde hace un tiempo, comenzaron a hacerse carne dos
nuevas profecías apocalípticas relacionadas al entrante 2014. La primera de
ellas es el “Ragnarök” o la batalla del fin del mundo, a ocurrir el próximo 22
de febrero. Quien la sostiene es un supuesto experto llamado Vadim Scherbakóv,
quien basa su hipótesis en el “Fimbulvetr” —más grande invierno—, que aparece
descripto en poemas escritos en nórdico antiguo. Según los agoreros del Apocalipsis,
se trata de un hecho que precederá al fin del mundo y que impulsará tres
inviernos sucesivos, sin ninguna intervención del verano. “Durante este tiempo,
habrá innumerables guerras y los lazos de sangre ya no será respetada: los
familiares se encuentran juntos y hermanos se matan hermanos”, dice la
mitología. Los verdaderos expertos echan por tierra esa pretensión y aseguran
que, a lo sumo, la mitología podría estar relacionada con los fenómenos
meteorológicos extremos de 535-536 que se tradujeron en un descenso notable de
la temperatura en el norte de Europa.
La segunda
amenaza habla de la evaporación de la humanidad a través de la aparición de una
nube ácida, el 1 de junio de 2014.Investigadores del observatorio
estadounidense Chandra auguran la llegada de este “apocalipsis” y juran que ya
existe esa nube, con una superficie de dieciséis millones de kilómetros
cuadrados, fruto de un agujero negro que se estaría acercando a la Tierra a una velocidad
inverosímil desde el centro de nuestra galaxia. Según estos, el fin alcanzará
nuestro planeta el próximo 1º de junio y destruirá toda la civilización; lo
hará a la velocidad la luz, por lo cual no tendremos tiempo ni para darnos
cuenta de nada, ni siquiera asustarnos. Sin embargo, los científicos rusos no
se dejan llevar por el pánico. El astrofísico Mijaíl Odintsov cuenta a La Voz de Rusia: “Para ser
exactos, deberíamos explicar que el observatorio Chandra hizo su descubrimiento
en 2005. Anunciaron el escape de una gigantesca nube del mayor agujero negro
registrado. Pero ahí es donde se acaban los hechos. El escape se produjo en el
clúster de galaxias MS 0735+7421 que se encuentra a 2500 millones de años luz
de la Tierra. Es
muy poco probable, por otra parte, que desarrolle una velocidad tan alta, a
causa de diferentes factores. Aún así, nos alcanzará dentro de un plazo muy
largo, porque un año luz equivale a 10 000 000 000 000 de kilómetros. Si lo
multiplicamos por 2500 millones de años luz, sabremos en qué momento la nube
alcanzará la Tierra ”.
No es la
primera vez que se pregona el fin del mundo, ocurrió en infinidad de ocasiones
y jamás se concretó. Bastan recordar dos de los más —tristemente— célebres: el
primero a fines de 1999, cuando el cambio de siglo preveía la llegada del Apocalipsis.
Miles de personas en todo el mundo se quitaron la vida a efectos de evitar un
doloroso final que jamás ocurrió. Algo similar sucedió en vísperas del 21
de diciembre del 2012, cuando se preveía la finalización del mundo predicho por
los mayas. Tampoco ocurrió nada.En esta oportunidad, tampoco llegará el fin de
los tiempos, aún cuando suene tan atractivo para los amantes de la literatura
fantástica.
Debería ser toda
una lección a esta altura. ¿Cuántos pifies más habrá que superar antes de que
la humanidad se dé cuenta de que los únicos beneficiados por estas
descabelladas teorías son los mismos que la pregonan?
“La inteligencia
es limitada, pero la idiotez no tiene límites”. Dicen que esa frase alguna vez
la pronunció Albert Einstein. Si no lo hizo, merecería haberlo hecho.
Especialmente en vísperas de tantos Apocalipsis que jamás ocurrirán.
Christian Sanz
Tribuna de Periodistas
Tribuna de Periodistas
Algunos todavía creen en el ' relato' ...¿como no van a creer en cualquier otra tontería ? R.
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