Abu Dabi estrena su Louvre
Junto a los futuros
Guggenheim de Frank Gehry, Centro de Artes Escénicas de Zaha Hadid,
Museo Zayed de Norman Foster y Museo Marítimo de Tadao Ando, el
próximo sábado abrirá sus puertas el primer brazo del Louvre en el
extranjero, una pinacoteca universal que centrará la atención en historias
humanas compartidas entre civilizaciones.
Esta franquicia árabe, cuya construcción comenzó el 26 de mayo de 2009 y cuyo presupuesto supera los 500 millones de euros, representa una medina organizada en 55 edificios entre los que se distribuyen 12 galerías, un auditorio, un museo infantil, una zona de investigación, tiendas y restaurantes. Ésta está basada en uno de los principales símbolos de la cultura árabe: la cúpula.
Esta franquicia árabe, cuya construcción comenzó el 26 de mayo de 2009 y cuyo presupuesto supera los 500 millones de euros, representa una medina organizada en 55 edificios entre los que se distribuyen 12 galerías, un auditorio, un museo infantil, una zona de investigación, tiendas y restaurantes. Ésta está basada en uno de los principales símbolos de la cultura árabe: la cúpula.
«Cualquier persona
puede identificarse con algo en este museo: una pintura, un artefacto, un
sentimiento. Es un lugar abierto al mundo», subrayó Mohamed Khalifa
Al Mubarak, presidente del Departamento de Cultura y Turismo de Abu Dabi,
durante la presentación del espacio. Por eso, este domo presenta una pequeña y
moderna diferencia: está duplicado y es plano. Tiene un diámetro de 180 metros
y ofrece una geometría perforada aleatoriamente que crea una sombra punteada
con ráfagas de sol, provocando lo que su arquitecto y diseñador, Jean
Nouvel, calificó como una «lluvia de luz».
Un funcionario de
Emiratos Árabes Unidos camina bajo la cúpula del Louvre de Abu Dabi. La
majestuosa cúpula que cubre el complejo está perforada por estrellas de formas
irregulares, que dejan entrar el sol creando reflejos caprichosos en el patio
en torno al que se articula el museo.
El visitante, así, puede caminar por los paseos que miran al mar bajo la cúpula, compuesta por casi 8.000 estrellas de metal únicas, de tal modo que cuando la luz del sol se filtra se crea un movimiento lumínico que recuerda a las palmeras datileras superpuestas en los oasis del país. «Quería crear una especie de microclima protegido, una sensación de felicidad y tranquilidad al mismo tiempo», sostuvo Nouvel. «Hay algo que no podemos perder de vista: este museo debía tener raíces propias del país que lo acoge. Por eso, utilicé símbolos árabes».
Su intención era
forjar un puente entre civilizaciones, por eso, para reforzar esta idea, el
museo muestra obras de todo el mundo, integrando el arte occidental y el
oriental bajo un mismo techo. La ruta comienza en el vestíbulo, donde se
reivindica la importancia de temas como la maternidad y los rituales funerarios,
para pasar a explorar conceptos como religión, el intercambio de rutas
comerciales, el papel del individuo y la globalización. «Esto es más que un
museo», explicó Manuel Rabaté, director del Louvre de Abu Dabi. «Es una
metáfora universal de diálogo. Queremos celebrar la humanidad y su
conexión a través de una colección como ésta».
Entre sus obras más
importantes se incluyen una Princesa de Bactria de finales del tercer milenio
antes de Cristo, una pulsera de oro con cabeza de león de hace 3.000 años, la
pintura de René Magritte El lector subyugado, un collage de 1928 de Picasso
titulado Retrato de una dama, nueve lienzos del artista contemporáneo Cy
Twombly y la representación fotográfica más antigua conocida de una mujer
con velo. «A través de esta visión global se puede explorar la historia
del arte en un contexto nuevo y con el fin de integrar a todo el mundo»,
añadió Rabaté sobre las más de 600 obras expuestas, de las cuales 300
son préstamos de instituciones francesas asociadas, como La Belle
Ferronnière de Leonardo Da Vinci, Saint-Lazare station de Claude
Monet, The Fife Player de Edouard Manet, Still Life with
Magnolia de Henri Matisse y el Globe de Vincenzo
Coronelli.
Fuente de luz', del artista chino Ai Weiwei, en el Louvre de Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos).
Alrededor del 5% del museo está dedicado a arte moderno y contemporáneo.
“Retrato de una mujer”, de Leonardo da Vinci, una de las obras del Louvre de Abu Dhabi
El acuerdo firmado entre ambos países recoge que, a partir de la inauguración y durante los siguientes 10 años, el Louvre emiratí recibirá en préstamo obras de las colecciones más importantes de Francia. El país galo, en ese sentido, ayudará al museo a crear una colección permanente propia para ir reemplazándolas progresivamente. Además, durante 15 años proporcionará anualmente cuatro exposiciones. Los Emiratos, por su parte, se comprometen a aportar alrededor de mil millones de euros a lo largo de los 30 años y seis meses que el Louvre de París cede su nombre a la nueva pinacoteca. «Nos hemos pasado una década pensando en el público, organizando exposiciones y haciendo programas que permitan desarrollar nuestra cultura», destacó Hissa Al Dhaheri, subdirectora del Louvre de Abu Dabi. «Nuestro principal objetivo es inspirar, pues éste será nuestro legado».
Una empleada de la limpieza barre junto al cuadro 'Napoleón cruzando los Alpes',
del francés Jacques-Louis David, en el Louvre de Abu Dabi.
El primer paso para
conseguirlo es la exposición inaugural, From one Louvre to another:
opening a museum for everyone, que se presentará el 21 de diciembre. En ella se
rastrea la historia del Museo del Louvre en París y tendrá en cuenta 145
obras de las colecciones reales de Versalles bajo el reinado de Luis XIV,
continuará con la residencia de la Academia y Salones en este palacio para
artistas y concluirá con la creación del moderno Museo del Louvre.
El entorno en el que
está enclavado también ha permitido desarrollar un programa de arte
exterior, extendiendo la experiencia más allá de sus paredes y permitiendo
interactuar con el espíritu del museo y el tejido de la arquitectura. Por un
lado, el artista italiano Giuseppe Penone ha creado Germination,
una instalación de cuatro partes que revela la fascinación del artista con el
uso de materiales orgánicos, como árboles, para resaltar la conexión entre el
hombre, la naturaleza y la cultura.
Por otro, la
artista estadounidense Jenny Holzer ha creado tres muros de piedra
grabados con textos de importantes fuentes históricas de todo el mundo. «Decidimos
crear un museo universal que amparase a todas la generaciones», concluyó Jean-Luc
Martinez, presidente de la pinacoteca parisina que, con 7,4 millones de
visitantes en 2016 se ha convierto en una de las más visitadas del mundo. «Representa
magia y demuestra innovación. Hay mucho más que arte».
Vista exterior del museo del Louvre de Abu Dabi, diseñado . El arquitecto se inspiró por la posición de la isla "entre la arena y el mar, la sombra y la luz", según la página web del museo.
Acuerdos y préstamos millonarios
El acuerdo entre Abu Dabi y Francia, firmado en marzo de
2007, incluye el permiso para usar el nombre del Louvre durante 30 años y seis
meses, así como la obligación de prestar obras para las galerías del nuevo
museo durante 10 años en una cantidad que irá decreciendo de las 300 actuales,
según vaya aumentando su colección permanente, que ya cuenta con más de 600
piezas. El Louvre de Abu Dabi tiene derecho a préstamos para exposiciones
temporales durante 15 años. Por todo ello, se acordó el pago de unos 1.000
millones de euros.
El Louvre de Abu Dabi es el primero de los grandes
proyectos terminados en la isla de Saadiyat, con la que el emirato pretende
incentivar el turismo con el reclamo de la cultura. Se prevé la construcción de
una sucursal del Guggenheim, diseñada por Frank Gehry, así como el Museo
Nacional Zayed, obra de Norman Foster. Para este centro, el emirato había firmado
una colaboración con el British Museum, que la institución londinense dio por
terminada en octubre. Ambos proyectos han sufrido graves retrasos.
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