Más allá de Banksy: artistas urbanos para conocer
Texto:Brenda Chávez
JonOne en su estudio.
Banksy es el
grafitero más conocido del mundo, pese a su anonimato. Pero más allá de él, o
de Obey (Frank Sheard Fairey, fundador de la firma de ropa OBEY)
hay otros 'street artists' cuya obra es global: Blu con una trayectoria de 20
años y tan misterioso como Banksy (con quien ha colaborado); Invader artista
anónimo francés, nacido en 1969, que realiza mosaicos de píxeles; Revok, que ha
expuesto en 2016 en la sede de Los Ángeles de la prestigiosa galería de arte
contemporáneo White Cube; o el veterano Kenny Scharf, amigo de Wharhol,
Keith Haring o Basquiat que hace desde collage a instalaciones,
pasando por cuadros, murales, escultura o productos.
Y también los hay
mediáticos como Kaws, que encandila a raperos como Pharrel Williams, o
Meres One, alma mater del mítico espacio de grafiti 5Pointz en Queens, Nueva
York; así como James Goldcrown, que siempre repite sus motivos de corazones. O
el francés JR, conocido por trasladar fotocopias y fotografías a las
fachadas urbanas. Pero fuera de estos “lugares comunes”, existen más artistas
urbanos míticos con cuya impronta podríamos toparnos de paseo por las calles
planetarias, o fisgando en las redes sociales.
JONONE: Este
experimentado neoyorkino quiso dedicarse al 'street art' porque A-One
(fallecido grafitero de la vieja escuela) le relataba historias sobre Basquiat.
Fue de los primeros en mudarse a París, allí se le consideró un referente en
los años 90. Sus dibujos beben del expresionismo abstracto, se declara un
adicto a la pintura, y ahora se ha refugiado en el ritmo que le impone el óleo.
PEZ: Es un
barcelonés de fama global que trabaja desde 1999. Aparece en el film de
Bansky Exit Throught the Gift Shop y toma su nombre del elemento más
significativo de sus murales: un pez sonriente que le hizo célebre en su
ciudad. Ha participado en multitud de concursos y exposiciones en galerías,
festivales, ferias internacionales o subastas, tanto en España, como en Europa,
Latinoamérica, Asia o EE.UU. También pinta demonios, ángeles, jirafas, aliens,
etc... y esa sonrisa distintiva pervive en todos ellos contagiando sus buenas
vibraciones al espectador. Posee también una marca de aerosoles, mochilas,
prendas, peluches, carcasas de móviles...
Pez en Londres
JUSTIN BETTMAN: Fotógrafo especialista en retratos que renueva el
arte urbano instalando en las calles de Londres, París o Nueva York decorados
de habitaciones, con actores incluidos. Al terminar deja esos sets para que los
viandantes puedan hacerse sus propias fotos y subirlas bajo el hashtag
#SetintheStreet.
SLINKACHU: Este británico inició su proyecto europeo de instalación urbana Little People, en 2006, disponiendo decorados en miniatura donde coloca estratégicamente pequeños personajes para sorprender y hacer reflexionar sobre la magia del entorno metropolitano próximo, a menudo menospreciado. Los culmina con títulos humorísticos que reflejan la soledad, la melancolía y lo abrumador que resulta vivir en las grandes ciudades.
Slinkachu
PETER DAVERINGTON: Este australiano vive en la Gran Manzana y grafitea desde los once años. Se distingue de sus colegas por las referencias a la historia del arte y por su estilo rococó que le ha llevado a exponer en su país, en Asia, o Europa, en más de una decena de muestras individuales y otras tantas colectivas.
STIK: Es británico,
comenzó a grafitear en Hackney (East London) en 2001, y sus murales
esquemáticos transmiten su conciencia social. Además, crea proyectos
monumentales en todo el mundo y suele colaborar en trabajos que autofinancia
para hospitales, causas filantrópicas o entes que ayudan a las personas sin
hogar.
Intervención en un edificio del británico Stik
VHILS: Es un artista y poeta visual portugués de nombre Alexandre
Farto (1987). Creció en Seixal, un suburbio hipertrofiado por el desarrollismo
arquitectónico de los años 80 y 90. Desde el 2000 se dedica a la pintura, a las
plantillas, a la pirotecnia, al modelado 3D, o a los mosaicos. En 2007 encontró
la técnica y estilo por los que le reclaman globalmente: excavar la superficie
de las paredes y los suelos (símbolos de la cultural material) para desarrollar
retratos hiperrealistas que invitan a reflexionar sobre las emociones humanas,
la identidad, las sociedades urbanas, sus ambientes saturados, la lucha por las
aspiraciones individuales, o la erosión de la singularidad cultural frente a la
globalización.
VHILS
RONE: Nació
Melbourne de madre española, también se dedica al retrato de grandes
dimensiones, en su caso sólo de chicas. El hilo conductor de su obra es la
decadencia y la belleza fugaz, sus murales se deterioran con el paso del tiempo
motivando a cavilar sobre ello. Comenzó su andadura en las escena del street
art de su ciudad natal como parte del colectivo Everfresh, de ahí pasó a marcar
las paredes de ciudades como Nueva York, París, Tokio, Londres o Santo Domingo,
ha expuesto en galerías de arte y ha colaborado con Jean Paul Gaultier.
LEVALET: Se llama Charles Leval, es francés y nació en 1988, en
Espinal. Se crió en Guadalupe donde entró en contacto con la cultura urbana y
completó sus estudios en artes visuales en Estrasburgo. Hace cinco años comenzó
a hacer grafitis de personajes en tinta cuya disposición establece diálogos
ópticos y semánticos lúdicos (humorísticos o absurdos) con los espacios urbanos
donde los inserta. En ellos se percibe la influencia del teatro, del diseño o
de la instalación.
'Exode', de Levalet, en París en 2015.
LOGAN HICKS: Estudió
arte contemporáneo en Maryland en los años 90, y tras pasar por California, e
inspirarse en el movimiento Brow Low, echó raíces en Nueva York. Ha plasmado en
grandes muros de Estambul, París o EEUU sus diseños realistas sobre la
identidad o la contemplación del mundo. Su estilo es oscuro, arquitectónico,
metafórico, poético y onírico. Traslada sus fotografías a plantillas, donde
superpone hasta 15 capas, y las finaliza con un meticuloso trabajo de color con
aerosoles.
HOXXOH: Su
nombre real es Douglas Hoekzema. Este 'street artist' de Miami entiende el
concepto del tiempo como una energía ante la que maravillarse. Sus obras
representan lo que sucede cuando se fluye en él sin controlarlo. Su obra más
llamativa ha sido el Nathional Historic Preservation Trust, en el estadio
Marítimo de Miami, donde pintó del suelo a las sillas.
Hoxxoh
KENOR: Este
colaborador de Pez despliega su trabajo caleidoscópico en murales, cuadros,
esculturas, vídeos o performances. Hasta el año 2000 estaba más próximo al
grafiti tradicional centrado en la tipografía, los logos y la experimentación
textual, pero ahora se nutre de lo performativo, del movimiento, de la música o
la danza. Sus diseños crean mundos paralelos, sueños, esperanzas, ilusiones,
preguntas, alternativas o salidas para transformar, revitalizar o resucitar los
suburbios y las zonas degradadas de las urbes rompiendo su color gris con
galerías callejeras con las que deleitar al viandante.
El proyecto 'Genesis', del artista Kenor, en el Museo de Ámsterdam
SIXE PAREDES: Es
Sergio Hidalgo Paredes, otro español que empezó a grafitear en los 80, y que en
los 90 se puso a investigar con la pintura, la escultura y la instalación
creando su propio taller. En 2008 fue uno de los seis artistas que pintaron la
fachada de la Tate Modern como parte de la exposición Street art. Su
reconocible estilo de intenso colorido, simbologías complejas y criptografía
numérica, posee referentes de la tradición artística catalana de Antoni Tàpies
o Joan Miró, del arte urbano, de la arquitectura barcelonesa, de culturas
primigenias peruanas, del arte pop, del precolombino o del étnico de
Mesoamérica.
Ellas también:
En un ambiente como
éste, dominado por hombres, el talento de un buen puñado de mujeres se destaca,
como el de las americanas Maya Hayuk y Tatyana Fazlalizadeh con su temática
social, racial y feminista; o el de la española Btoy que fusiona su pasión por
la fotografía, con el grafiti y los retratos de mujeres ilustres. También estas
otras artistas urbanas dan mucho que hablar:
LADY PINK: Esta
ecuatoriana es de las grafiteras más conocidas del mundo. Comenzó su carrera en
Nueva York, en 1979, dejando su huella a golpe de spray en muchos trenes de la
metrópolis. Fue una de las protagonistas de Wild Style, la primera
película sobre el movimiento hip-hop, y ha logrado que sus lienzos estén en las
colecciones del MET, del Whitney Museum, del Brooklyn Museum o del Groningen
Museum en Holanda. Además, comparte su experiencia con los jóvenes a través de
proyectos didácticos.
'Pink Guetto', una muestra del arte de Lady Pink.
OLEC: A
esta creadora urbana polaca le han llovido muchos premios y la reclaman para
trabajar en museos, galerías y en las calles de todo el planeta. Quiso alejarse
de la estrecha mentalidad de Silesia haciendo crochet y lo emplea como metáfora
de las interconexiones entre el cuerpo y la mente. Con él teje pequeños
objetos, lienzos o instalaciones coloristas que exploran temáticas como el
feminismo, la sexualidad, la política, la cultura o la industrial. Sus
referencias provienen de películas que ve mientras tricotea, o de artistas y
escritores a los que venera. Su obra transita los límites entre la artesanía,
la moda y el arte público. También denuncia situaciones como la de los
refugiados (colaborando con algunos para coser piezas como Pink House) o
recaudando fondos para apoyar causas benéficas infantiles o animalistas.
Olec
KASHINK: Esta grafitera feminista desafía desde los 17 años la lucha de géneros, y no sólo con su obra. A diario se dibuja un bigote, que al principio usaba para caracterizarse en actos públicos, y que ahora luce siempre como quien se pinta el rabillo del ojo. Su activismo queda reflejado en sus murales a gran escala entre el pop art y las referencias tradicionales indígenas. Con ellos incita a pensar sobre la diversidad, ya sea en París donde reside,en Marruecos, o en EE.UU. Ha colaborado con Amnistía Internacional en el proyecto Mi cuerpo, mis derechos, acerca de los roles de género y los derechos reproductivos. Y aunque casi todos sus grafitis son encargos, algunos al margen de la ley (como pintar camiones), le han generado problemas con la Policía.
Kashink
SWOON: Se
llama Caledonia Curry, es americana y nació en 1977. Trabaja el retrato en
collage, el grabado, la performance y la instalación. Su mentor fue Jeffrey
Deitch, galerista, comisario y exdirector del MOCA (Museo de Arte Contemporáneo
de Los Angeles) donde ha expuesto. También lo ha hecho en los museos de
Brooklyn, Boston, Sao Paolo o en la Tate Gallery. Colaboró con la arquitecta
Zaha Hadid en el de Cincinnati, aunque le interesan sobre todo las
construcciones comunitarias que ha llevado a Haití, Nueva Orleans, o
Pensilvania. En 2015 creó la fundación Heliotrope 501 que desarrolla estos
proyectos para crisis sociales urgentes. También se dedica a las terapias de
salud mental a través del arte.
Swoon:detalle
Duos urbanos
callejeros
Y como no, en este
amplio universo del Street art también algunas parejas artísticas que están
llamando la atención con sus trabajos:
ELLA & PITR: Este
dúo francés hace murales gigantes que les han granjeado admiración
internacional al plasmar sus conmovedores personajes en los tejados de los
edificios o para ser apreciados desde una vista cenital. Se nutren del comic,
de los libros infantiles, y en vez de intelectualizar, persiguen provocar
diversión con ellos.
Ella y Pitr
FAILE: Desde
Brooklyn, Patrick McNeil y Patrick Miller toman su nombre del anagrama de su
primer proyecto A life (1999). Sus grafitis e instalaciones
multimedia callejeras (donde últimamente persiguen la participación del
público) critican el consumismo y desdibujan las fronteras entre la alta y la
baja cultura con su estética pop, y a través de la apropiación de imágenes
encontradas, elementos religiosos o documentales. Han hecho exposiciones en
EE.UU, Europa o Israel y tampoco se les resiste el collage, la pintura o el
grabado.
Faile
MINT &
SERF=MIRF: Son dos artistas visuales –Mikhail Sokovikov (Mint) y Jason
Wall (Serf)– que se conocieron en 1997 en las calles de la gran manzana. 'Los
Angeles Times' dijo de ellos que recuperan la estética sucia y feísta del
street art ochentero. Eso sí, la saben rentabilizar marketinianamente de formas
impensables entonces, ya sea vendiendo objetos de consumo; con 'pop-up stores'
abiertas pocas horas en edificios abandonados para celebrities (que en alguna
ocasión la policía ha tenido que desalojar) o customizando con aerosoles bolsos
Birkin para Hermés (2013).
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