El poema no era de Borges...
Carlos E. Cué
Ahora parece muy evidente que Matteo
Renzi, el primer ministro italiano, metió la pata hasta el fondo. Pero en
ese momento nadie pareció darse cuenta. Renzi, cuya visita de dos días a Buenos
Aires ha causado un fuerte impacto en Argentina -hacía 18 años que no viajaba
un primer ministro italiano- ofreció un sentido discurso sobre la emigración,
los vínculos Italia-Argentina -"hay 900.000 italianos eneste país, más que
en Bologna"- y los problema de Europa ante unas 500 personas en el aula
magna de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, la universidad pública
argentina por excelencia. En primera fila estaban varios embajadores
importantes, incluido el nuncio, ministros, catedráticos, investigadores. Al
final, todos aplaudieron en pie con mucho entusiasmo. Aparentemente, nadie
notó, a pesar de que estaba en Buenos Aires, que Renzi acababa de leer en
castellano con fuerte acento florentino un poema que atribuyó a Borges pero no
es de Borges.
Los asesores de Renzi, que le
escriben los discursos como a todos los primeros ministros, debieron pensar que
no había mejor manera de halagar a los argentinos que leyendo un poema del
mayor genio de la literatura patria. Pero en vez de buscar en sus libros, lo
hicieron en internet. Y allí encontraron -está en muchas páginas diferentes- un
supuesto "poema a la amistad" del autor de El Aleph. El contenido era
ideal para hablar de las relaciones fraternales Italia-Argentina. "Somos
dos naciones hermanas", insistía el primer ministro.
Ahora todos los borgianos, que en
Argentina -y en Italia y España- son legión se llevan las manos a la cabeza.
¿Cómo alguien pudo pensar que Borges escribiera algo tan cursi? Pero pasó todos
los filtros, incluido el del selecto público de la universidad de Buenos Aires
-también este cronista- y nadie se dio cuenta hasta que la prensa italiana se
puso a rebuscar.
Renzi leyó este fragmento:
No puedo darte soluciones para
todos los problemas de
la vida, ni tengo respuestas para
tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y
compartirlo contigo.
No puedo cambiar tu pasado ni tu
futuro.
Pero cuando me necesites estaré
junto a ti.
No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes
y no caigas.
El italiano insistió varias veces
en que el poema era del gran maestro Borges. "Eso no es de Borges ni es
borgeano. Renzi no es un hombre versado en literatura, ni argentina ni
universal, eso lo hacen los ghost writers, que no buscaron en los libros sino en
internet. Y en la web hay que saber buscar", se ríe Rodolfo Terragno, un
intelectual y político argentino, experto en Borges, que acaba de ser nombrado
embajador ante la UNESCO.
"Esto le pasa mucho a
Borges. Se pueden incluso leer supuestas entrevistas suyas con frases que él
nunca dijo ni diría, son respuestas antiborgianas. Ese poema a la amistad
parece más de Sor Juana Inés de la Cruz que de Borges", bromea Terragno.
Él cree que el autor de
"Historia universal de la infamia" no se habría indignado si aún viviera.
Habría ideado alguna ironía hiriente. "No me gusta hablar en su nombre
porque es precisamente lo que critico. Pero él tenía un estilo claro. Cuando
tuvo una polémica muy fuerte con Ernesto Sábato, le plantearon la cuestión y él
contestó a su manera: "Me dicen que en Europa los libros de Sábato se
venden con una faja que dice "el rival de Borges". Qué extraño, a los
míos nunca le pusieron una faja que diga "el rival de Sábato". Ese
era Borges, así habría reaccionado", se ríe Terragno.
Lo que tampoco sabemos es qué le
pasó al asesor de Renzi que hizo esta gaffe, como la llaman en Italia. No es la
primera de un primer ministro bastante acostumbrado a ellas.
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