Estados Unidos: por qué las primarias de Iowa son decisivas
Los habitantes de Iowa, uno de
los más pequeños, deshabitados y rurales rincones de Estados Unidos, tienen su
momento de gloria cada cuatro años. Por cuenta del peculiar sistema electoral
estadounidense, han recibido un papel de desproporcionada importancia a la hora
de escoger quién será el hombre (o la mujer) más poderoso de la Tierra. El 1 de
febrero arranca aquí la carrera por la Casa Blanca, que culminará en noviembre
con la elección presidencial. En el estado de Iowa tiene lugar la primera
elección interna que llevarán a cabo los dos partidos principales, el Demócrata
y el Republicano. Por los siguientes seis meses, demócratas y republicanos
organizarán comicios independientes en cada uno de los 50 estados. Esos
comicios elegirán delegados a las convenciones de los partidos que tienen lugar
en julio, donde en últimas, se proclamarán los candidatos oficiales de los dos
partidos principales a las elecciones presidenciales de noviembre próximo.Pero
para los aspirantes republicanos y demócratas, en muy pocas partes es tan
importante ganar como aquí, en esta provinciana región alejada de las grandes
capitales pero que estará en el foco de la atracción mundial por las próximas
horas.
Blanco y rural
Iowa es un estado de 3 millones
de habitantes, apenas el 1% del total del país. Más aún, con su población mayoritariamente
blanca y rural, está lejos de reflejar la sociedad multiétnica y urbana en que
se ha convertido Estados Unidos. El 91% de su población es anglosajona. Solo el
5% son hispanos. Esto en contraste con el total de Estados Unidos, en el que 72%
son anglosajones y 17% tienen ancestro latino.Y como si lo anterior fuera poco,
está el hecho que muy pocos de los votantes elegibles participan en el proceso
de selección del candidato en Iowa. Las primarias de cada partido en Iowa están
abiertas a los votantes registrados de la respectiva colectividad en ese estado.
Pero muchos deciden no hacerlo. En 2012, por ejemplo, apenas 19.7% de los
republicanos registrados en Iowa, unas 120.000 personas, hicieron parte de las
primarias de su partido en ese estado.
Entonces, se preguntarán muchos,
¿por qué es tan importante electoralmente esta región tan periférica?
El primer golpe
En este caso aplica muy bien el
refrán de "quien pega primero, pega dos veces".Las primarias
estadounidenses son un prolongado y, dirían algunos, despiadado camino de
espinas por el que los candidatos deben proceder por cerca de medio año. Están
24 horas al día bajo el escrutinio más intenso que desplieguen los medios sobre
grupo alguno de personas en todo el mundo. El sistema está diseñado para hacer
que los más débiles se den por vencidos relativamente pronto. Aparte de la
resistencia personal y emocional que debe tener un candidato para atravesar una
y otra vez el continente norteamericano en busca de votos, está el factor
financiero, una campaña presidencial puede costar cerca de US$1.000 millones.Por
lo que los aspirantes a la Casa Blanca necesitan estar alimentados por un flujo
casi constante de donaciones, o mantienen ese río de donaciones, o mueren
políticamente en el intento. Por todas
estas razones, obtener un primer triunfo en las primarias de Iowa es un
objetivo crucial para todas las campañas.
Al llegar primeros, empiezan a obtener más cobertura gratuita de los
medios. Los dirigentes regionales de las próximas primarias se interesan más en
ellos. Los donantes les entregan más dinero. Empieza a construirse lo que
llaman la "inevitabilidad" del candidato, un creciente impulso que,
como bola de nieve, va acumulándose y puede llevar al beneficiado directo a la
Casa Blanca.
Del mismo modo, una derrota
estruendosa en Iowa espanta a los donantes, lleva a la apatía de la prensa, al
desánimo de sus seguidores, y frecuentemente, a una retirada sin pena ni gloria
de la contienda electoral.
Una selección personalizada
Pero incluso con todo ello, dicen
los críticos, ¿no tendría más sentido que este primer filtro estuviera a cargo
de un estado más poblado o más importante económicamente? El encanto de Iowa radica precisamente en su
reducida población, aseguran los que defienden su papel en las primarias. La
campaña presidencial, que casi siempre se practica al por mayor, a través de
los medios de comunicación masiva, se lleva en Iowa al nivel personal. Para ser
elegido en noviembre como líder de la superpotencia, el candidato tiene que
hacer campaña en enero, casa por casa, tienda por tienda, en poblados
minúsculos de ese estado. En esa contienda, más que verlos por televisión, los
electores de Iowa quieren conocer a sus candidatos en persona, a veces en la
sala de sus casas, adonde van estos poderosos a tratar de convencerlos de
darles su voto. Un proceso personalizado que sería imposible en las grandes
ciudades. Y así, como si estuvieran haciendo campaña entre sus vecinos para ser
elegidos concejales de su pueblo, los candidatos son examinados en detalle por
gente que puede decir que los conoció en persona.
Iowa elige
Ganar en Iowa, hay que decirlo,
no es una garantía absoluta del éxito final de la campaña. En 2008, por
ejemplo, los republicanos de Iowa pusieron de primero a Mike Huckabee, pero al
final del proceso nacional la nominación fue para John McCain, quien a la
postre perdería la elección general contra el demócrata Barack Obama. Del mismo
modo, en 1992, en la primaria demócrata de ese estado, Bill Clinton obtuvo un
humillante tercer puesto, siendo superado por Tom Harkin y Paul Tsongas. Meses
después, Clinton había remontado la diferencia, fue proclamado el candidato
demócrata, y en noviembre de ese mismo año llegó a la Casa Blanca al derrotar a
George Bush padre. No obstante, un buen resultado en Iowa es por lo general, un
indicador de lo que va a pasar en el resto de la campaña. En el Partido
Demócrata, siete de los diez aspirantes que ganaron en Iowa desde 1972
resultaron elegidos candidatos a la presidencia.En los Republicanos, seis de lo
que ganaron en Iowa también fueron escogidos por su partido para la prueba
final.
¿Y después?
La prueba electoral que sigue a
la de Iowa es la de Nueva Hampshire, otro estado similar, de población pequeña,
rural y principalmente blanca. Pero de ahí en adelante siguen Nevada y Carolina
del Sur, estados con una sustancial población hispana en un caso, y
afroestadounidense en el otro. Y unos días después, el 1 de marzo, llega "el
Supermartes", donde cerca de una docena de estados en todo el país llevan
a cabo simultáneamente sus primarias. Para ese momento, la campaña se centra
definitivamente en lo mediático. Los candidatos que sobrevivieron a Iowa tratan
de llevar sus mensajes a millones, no decenas de seguidores. Por los siguientes
meses, hasta llegar a las convenciones de los partidos que proclamarán al
ganador, la infraestructura electoral de los que luchan por la presidencia
adquirirá las dimensiones gigantescas que definirán este noviembre quién se
queda con la Casa Blanca.
Caucus: En los Estados
Unidos y en Suiza se entiende por caucus (traducido como
"asamblea partidista" y pronunciado en inglés /ˈkɔːkəs/ ) el sistema
de elegir delegados en varios estados de la unión (Iowa, Nevada, Wyoming, entre
otros), la etapa primaria o preliminar en la que cada partido decide quién
recibirá la nominación de su partido a la presidencia. Wikipedia.
Hoy 2 de febrero: El senador Ted Cruz se impuso hoy al multimillonario Donald Trump en las elecciones internas republicanas del estado de Iowa,
mientras que Hillary Clinton y
Bernie Sanders quedaron en un empate virtual en la cita electoral demócrata, a
la espera de conocerse los resultados definitivos. El mundo entero ha estado
pendiente de la controversial y ruidosa campaña de Donald Trump por ser
escogido como el candidato del Partido Republicano para las elecciones
presidenciales de Estados Unidos.Pero entre tanto, otro republicano mucho menos
conocido ha estado haciendo un esfuerzo gradual y metódico con el mismo objetivo.Se
concentró en ganarse un grupo del electorado, el de los cristianos evangélicos.
Con paciencia se ha convertido en su candidato preferido y los frutos de esa
campaña están empezando a ser visibles. Trump acapara los titulares de los
medios de comunicación, pero es Ted Cruz,
el cubano-estadounidense que representa a Texas en el Senado estadounidense, el
que obtuvo la victoria en la primera competencia electoral en la ruta hacia la
Casa Blanca: el caucus del estado de Iowa en el que salió victorioso este
lunes.
Miss Musa
Miss Musa
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