Hallan en Egipto la tumba de una reina desconocida
Jacinto Antón
Cuando el perfil
de los camellos se recorta en el horizonte una nueva reina nos llega
desde Oriente. La noticia del hallazgo de una reina
egipcia desconocida de 4.500 años de antigüedad ilumina con un
fulgor de excitación y misterio. No es que sea completamente
excepcional encontrar personajes desconocidos de la realeza faraónica —las
listas están en algunos períodos muy incompletas (son listas abiertas) y la
arena cubre aún muchas sorpresas—- pero añadir una reina a la historia del
Antiguo Egipto es, además de un gran logro científico, algo maravillosamente
estimulante.
El Ministerio de
Antigüedades de Egipto anunció el descubrimiento de la tumba en Abusir de
una reina hasta ahora desconocida y que es denominada en las inscripciones en
los muros del recinto Khentakus III. La sepultura ha aparecido durante la
campaña de excavaciones de Instituto Checo de Egiptología que dirige Miroslav
Barta en la necrópolis de Abusir, uno de los cementerios de la antigua capital
faraónica de Menfis, que componen además Guiza, Saqqara y Dashur. Abusir fue el
cementerio principal de la V dinastía e incluye varias pirámides, aunque de
menor altura y menos espectaculares que las de Giza, donde se enterraron los
grandes faraones de la IV dinastía.En declaraciones al Luxor
Times Barta ha
recalcado que el descubrimiento "revela una parte desconocida de la
historia de la V dinastía y abre la puerta a futuros estudios sobre el árbol
genealógico de esta reina de la que nada sabíamos”.
En la tumba, cuya destinataria está identificada inequívocamente en las inscripciones que la decoran con los títulos de "Mujer del Rey" y "Madre del Rey", lo que quiere decir que fue una esposa principal que se casó con un faraón y alumbró a otro, se han hallado 23 vasijas de cerámica bajas y altas, incluida una jarra, y cuatro herramientas de cobre, parte del ajuar funerario de la reina. Nada se nos dice del sarcófago y la momia de la soberana lo que significa que probablemente desaparecieron hace mucho tiempo.
En la tumba, cuya destinataria está identificada inequívocamente en las inscripciones que la decoran con los títulos de "Mujer del Rey" y "Madre del Rey", lo que quiere decir que fue una esposa principal que se casó con un faraón y alumbró a otro, se han hallado 23 vasijas de cerámica bajas y altas, incluida una jarra, y cuatro herramientas de cobre, parte del ajuar funerario de la reina. Nada se nos dice del sarcófago y la momia de la soberana lo que significa que probablemente desaparecieron hace mucho tiempo.
La tumba es una
mastaba, la estructura sepulcral clásica del Antiguo Imperio junto con la
pirámide, en forma de caja rectangular, y contiene una capilla de ofrendas y la
cámara de enterramiento, a la que se accede por un pozo, en el subsuelo.
“La tumba es parte de un pequeño cementerio al sudeste del complejo de la pirámide del rey Neferefre”, ha explicado Barta, “lo que nos lleva a pensar que la reina Khentkaus puede haber sido la esposa de ese faraón dado que fue enterrada cerca de su complejo funerario”.
La dinastía V se suele considerar la pariente pobre de la IV, pues levantaron pirámides mucho más modestas que las de sus famosos predecesores como Keops, Kefrén y Micerinos. No obstante, fue la suya, con nueve faraones, una época de prosperidad y proyección de Egipto en el extranjero, tanto por campañas militares como por empresas comerciales. Los faraones se enterraron en Abusir, aunque al final de la dinastía, Isesi y Unas volvieron al cementerio real de Saqqara. Una curiosidad de la V dinastía es que el Papíro Westcar asegura que los tres primeros reyes fueron trillizos concebidos por Ra en otra Khentkaus, la primera.
La famosa reina Khentkaus I, que luce el desconcertante título de "Madre de un rey dual", habría reinado efectivamente como faraón o regente durante la minoría de edad de sus hijos (los farones Userkaf y Sahure), pues se la muestra en su muy particular tumba en Giza con barba falsa. El faraón Neferirkare I, su supuesto tercer hijo, tuvo como esposa a otra Khentkaus (II), propìetaria de pirámide en Abusir. Otra Khentkaus más (A) es una hija de Unas enterrada en Saqqara.
“La tumba es parte de un pequeño cementerio al sudeste del complejo de la pirámide del rey Neferefre”, ha explicado Barta, “lo que nos lleva a pensar que la reina Khentkaus puede haber sido la esposa de ese faraón dado que fue enterrada cerca de su complejo funerario”.
La dinastía V se suele considerar la pariente pobre de la IV, pues levantaron pirámides mucho más modestas que las de sus famosos predecesores como Keops, Kefrén y Micerinos. No obstante, fue la suya, con nueve faraones, una época de prosperidad y proyección de Egipto en el extranjero, tanto por campañas militares como por empresas comerciales. Los faraones se enterraron en Abusir, aunque al final de la dinastía, Isesi y Unas volvieron al cementerio real de Saqqara. Una curiosidad de la V dinastía es que el Papíro Westcar asegura que los tres primeros reyes fueron trillizos concebidos por Ra en otra Khentkaus, la primera.
La famosa reina Khentkaus I, que luce el desconcertante título de "Madre de un rey dual", habría reinado efectivamente como faraón o regente durante la minoría de edad de sus hijos (los farones Userkaf y Sahure), pues se la muestra en su muy particular tumba en Giza con barba falsa. El faraón Neferirkare I, su supuesto tercer hijo, tuvo como esposa a otra Khentkaus (II), propìetaria de pirámide en Abusir. Otra Khentkaus más (A) es una hija de Unas enterrada en Saqqara.
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