El legado oculto de Jackie Kennedy
"No, que vean
lo que han hecho". Esa fue la frase que usó Jackie
Kennedy para justificar por qué no quería cambiarse el vestido rosa de
Chanel manchado de sangre después del asesinato de su esposo, John F. Kennedy.
Su imagen bajando del Air Force One en Washington DC, con el mismo
atuendo que llevaba en Dallas (Texas) cuando dispararon al presidente, está
marcada en la memoria de los estadounidenses.
Tan importante ese
vestido fue que hoy se mantiene intacto, resguardado en un contenedor especial
dentro de una habitación sin ventanas en el complejo de la Administración
Nacional de Archivos y Registros en Maryland. Pero fuera del alcance del
público. Está prohibida su exhibición al menos hasta el año 2103 por petición
de su
hija y única heredera, Caroline.
Muchos objetos
relacionados con ese día parecen manejados con sigilo. Incluso un papel recién
descubierto en el que Jackie detallaba a su asistente personal qué meter en la
maleta para el trágico viaje se ha convertido en el último ejemplo de la
batalla entre la privacidad de la familia y el interés público que despiertan.
Nota manuscrita
El papel apareció
en 2015, cuando Shirley Ann Conover, de 79 años, que trabajaba en la oficina de
veteranos del Gobierno, se lo dio a su ahijado, Gil Well. "Nov. 22. 8:45
Desayuno, 10:45 Salir al aeropuerto, 11:35 Llegada a Dallas, Desfile,
Almuerzo", dice la nota escrita por Jackie en un papel oficial de la Casa
Blanca, según publica The New York Times. Luego aparece un
añadido indicando lo que se pondrá: "Traje de Chanel rosa y azul marino,
zapatos azul marino, bolso azul marino, guantes de cuero blancos".
Las indicaciones,
que también incluyen eventos que luego nunca ocurrieron, eran para su
asistente, Providencia Paredes. Se cree que quizá ella y Conover eran amigas,
aunque no se sabe cómo llegaron a intercambiar el documento.
En 2016, Well
entregó en nombre de su madrina la nota al Gobierno, con la idea de que
acabaría en algún museo. Y así fue: desde entonces permanece guardada en la
Biblioteca y Museo Presidencial John F. Kennedy de Boston, un instituto bajo
tutela de la Administración Nacional de Archivos y Registros. Pero tampoco ha
sido exhibida.
Aunque no está
expresamente incluido en la herencia de Caroline, el centro se ha reservado
para sí el papel, sin dejar siquiera que sea visto por historiadores o
científicos, quizás por respeto a la familia o a la espera de que se aclare
cómo acabó en manos ajenas.
Well, que llevó su
historia a los medios probablemente con la esperanza de que alguien supiera que
este papel existía, nunca pudo verlo de nuevo. Falleció en mayo. El museo
aseguraba esperar la aprobación de Caroline para mostrar su descubrimiento.
Ahora, al igual que el vestido de Chanel, la nota está destinada a ser
custodiada, a la espera de 100 o más años para ver la luz.
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