jueves, 8 de abril de 2021

PANDEMIA, MODA, CREATIVIDAD

 

La creatividad y su sorprendente poder durante tiempos de crisis

Rosalind Jana
















Cuando termine la pandemia de Covid-19, las industrias creativas ayudarán a impulsar la recuperación del mundo, ¿cómo lo sabemos? La historia lo demuestra.

Cuando el mundo entró en confinamiento por primera vez el año pasado, el mundo de la creatividad reaccionó rápidamente. Los museos lanzaron exhibiciones virtuales y los programas culturales que podían disfrutarse en casa surgieron por todos lados, desde Argentina hasta Canadá y Sudáfrica. Los teatros transmitieron actuaciones en línea. Los músicos colaboraron a través de TikTok. Los pintores dieron clases de pintura a través de Instagram Live. Los diseñadores de moda realizaron presentaciones virtuales.

De modo que nos preguntamos, ¿los tiempos difíciles estimulan la creatividad o la mera supervivencia? Esta es una pregunta que ha sido debatida desde tiempos inmemoriales y frecuentemente adquiere relevancia cuando nos encontramos de nuevo en medio de circunstancias retadoras. Durante el primer confinamiento la pregunta surgió otra vez. ¿Cómo, se preguntaba la gente, afectará este tiempo de perturbación y pérdida lo que se está creando y presentando al mundo? ¿Conducirá a un replanteamiento visionario de sistemas y formas? ¿Afectará nuestro arte? ¿Nuestra cultura? ¿La ropa que usamos? De la misma manera en que Shakespeare escribió El rey Lear durante una plaga o en que Isaac Newton descubrió el cálculo durante otra, ¿qué innovaciones o descubrimientos se pueden hacer aquí?

Con bastante seguridad, la curva de la historia sugiere que hay asociaciones obvias entre los acontecimientos radicales –globales y/o personales– y la respuesta creativa resultante. Obviamente, no ayuda en nada esperar grandeza ingenua durante una época que ha sido trágica para mucha gente, implacablemente estresante para otros (particularmente en lo financiero para los creativos) y monótona para todos. Pero el año pasado ha cedido el paso a una gran cantidad de innovaciones y soluciones creativas –así como a un abrumador sentido de curiosidad acerca de la manera en que esta época puede preparar el camino para una transformación más extensa.

La industria de la moda también ha apostado por un replanteamiento mayúsculo, como demostró la publicación de una carta abierta firmada por Tom Ford a nombre del Council of Fashion Designers of America (CFDA) el año pasado: ‘La industria cambiará, pero el cambio también nos presenta una oportunidad para reajustar, reiniciar y crear unos cimientos fuertes para el futuro de la moda estadounidense’, escribió. Para Tom Ford, 2020 ha sido el año de la introspección. El diseñador texano que preside la CFDA,  culminó un año dominado por la pandemia con el lanzamiento de su primer reloj reciclado, el anuncio de un premio destinado a innovaciones sostenibles y una nueva reescritura de  su firma la que hoy sigue dirigiendo con pulso firme y, por primera vez, sin prisas.
Es esta idea de transformación y renovación la que parece especialmente apremiante ahora mismo alrededor del mundo. Es una idea que plantea más preguntas y reflexiones. ¿Qué cambios nos esperan aún?

¿Cuál es el papel de la industria de la moda después de la pandemia?

A decir verdad, ahora mismo estamos respondiendo a las circunstancias como se presentan: a veces de manera creativa, a veces de manera pragmática. Indudablemente, se avecinan mayores cambios. Las faldas se hicieron más cortas y los años 20 fueron estruendosos porque siguieron la pérdida y la transformación social de la Primera Guerra Mundial. 





















Les années folles


Dior, años '50


Dior adoptó una silueta sustentada por el exceso como una respuesta a las privaciones de la Segunda Guerra Mundial. Como el ex director creativo de Lanvin reflexionó acerca del lanzamiento de su nueva marca, AZ Factory, después de la gripe española y de la Primera Guerra Mundial, la creatividad en Francia alcanzó su pico y a esa época se le conoció como les années folles (los años locos). Me sigo preguntando, ¿qué pasará después de la pandemia? ¿Regresaremos a los años locos?

Ya hay muchas pistas de lo que vendrá. Las grandes casas de moda han tenido que superar retos en lo que respecta a hacer presentaciones en la era del distanciamiento social. La tecnología tiene altas probabilidades de jugar un papel instrumental en lo que sea que ocurra después –potencialmente a través de rutas inesperadas como ropa completamente digital o tecnología de realidad virtual.

La unión de diseñadores y otros profesionales de la industria –fuera con el propósito de crear equipo de protección personal, para derribar las barreras de entrada al mundo de la moda o para apoyar a negocios independientes más pequeños– también sugiere un sentimiento de bienvenida tanto a la cohesión de la comunidad como un deseo de un mejor y más justo mundo de la moda que está avanzando.

Por otro lado, parece que la pandemia ha dado pie a que se preste más atención en el medio ambiente. Soluciones creativas para presentar limitaciones, como el uso de remanentes y telas recicladas, son un guiño hacia un futuro potencialmente más austero y verde. El énfasis en la artesanía realizada con paciencia, acaso como resultado de un deseo de una creatividad y fabricación tangible– también ha hallado nuevas ventas.






































































 
























No hay comentarios:

Publicar un comentario