Los tesoros artísticos que revelan la cultura de los celtas
Los druidas trayendo el muérdago, 1890
por George Henry (1858-1943) y Edward Atkinson Hornel
Hace cerca de 2.500 años, los
escritores griegos definieron como "bárbaros" a los celtas que vivían
al norte de su mundo mediterráneo. Hoy en día, reconocemos identidades y
lenguajes celtas en lugares como Escocia, Irlanda, Gales y Bretaña. Pero estos
pueblos no dejaron nada por escrito; lo poco que sabemos sobre su historia quedó
registrado por los griegos y los romanos. Unos textos que proporcionan tan sólo
un atisbo a un mundo que los autores de los manuscritos no lograron entender, y
cuyas perspectivas demostraron ser muy influyentes. Entre estos lugares y tiempos tan diferentes,
yace una compleja historia que podemos desentrañar a través de los poderosos
objetos decorativos que sobrevivieron a su época. A estos objetos se les llama celtas y son el
tema principal de la nueva exposición del Museo Nacional de Escocia.
Una ventana a su mundo
Los escritores del siglo XIX
mezclaron fragmentos de historias clásicas con mitos medievales y pruebas
arqueológicas de lugares y tiempos muy diferentes, lo cual permitió construir la
idea romántica de los celtas que permanece hoy.
Pero los objetos decorativos son una ventana hacia su mundo.Lo que
llamamos celta no era un estilo, sino varios, desarrollados y puestos en
práctica a lo largo de más de 2.000 años, durante la Edad de Hierro, el auge y
la caída del Imperio Romano, y la llegada del cristianismo. El arte celta adoptó diferentes significados
y usos en distintos periodos de tiempo.El de la primera época, que data de la
Edad de Hierro, se ve extraño a nuestros ojos, con sus diseños fascinantes y
difíciles de entender.
La joyería de oro de
Waldalgesheim (300 - 240 a.C.)
Un descubrimiento significativo
fue el entierro de una importante mujer en Waldalgesheim cerca del 320 a.C.,
con muchos objetos ricamente adornados. Vestía
joyas de oro y bronce, y fue sepultada con vasijas de bronce. Un carro adornado
la acompañó a su tumba. La inusual decoración de estos objetos los convierten
en algo extraordinario y muestra las conexiones a un mundo desconocido.
El casco con cuernos del Río
Támesis (250 - 200 a.C.)
El arte celta de la Edad de
Hierro se contextualiza frecuentemente en el campo de batalla, con armas
decoradas, escudos y cascos.La decoración y el estátus eran tan importantes
como la función práctica, y a veces incluso más que ésta última, como debió ser
el caso de este casco con cuernos, encontrado en el Río Támesis, Londres. La ornamentación
del casco es una versión alargada de lo que se ve en los torques de la época.
La caldera de Gundestrup,
Dinamarca (150 - 50 a.C.)
Se encuentra en el Museo Nacional
de Dinamarca y es uno de los descubrimientos más misteriosos de la antigua
Europa.
La magnífica caldera de plata de
Gundestrup, Dinamarca, revela las conexiones entre comunidades a miles de kilómetros
de distancia. Y, aunque suele llamarse céltico, nos traslada lejos de cualquier
idea simple sobre los celtas. Muchas de sus escenas son fantasiosas pero
incluyen objetos típicos de Europa occidental y central. Su estilo sugiere que
fue fabricada en el sureste de Europa (Bulgaria o Rumanía), donde abundaba la
plata.
La cabeza del carnyx de Deskford
(75 - 150 d.C.)
Gran parte de lo que conocemos
como arte celta consiste en versiones locales de una idea internacional. Por
ejemplo, el carnyx era un animal con un cuerno en su cabeza que se utilizaba en
guerras y ceremonias para causar inspiración o terror. Esta cabeza de carnyx de
Deskford, Escocia, está decorada con un distintivo estilo de Caledonia.
El broche de Auldearn, (75 - 150
d.C.)
Nuevos estilos de arte y
artefactos, como broches con cabezas de animales, se utilizaron para definir
nuevas identidades, que les diferenciaran de los romanos. Un ejemplo es este
reciente hallazgo, en 2014, de este torque de bronce y un broche
romano-británico, encontrados cerca de Auldearn, Escocia. El torque es el
primero de este estilo en Escocia, mientras que el broche es la combinación de
un ornamento de estilo celta en un broche romano. Fue así como se creó el nuevo arte celta del
primer periodo medieval.
La placa de plata con símbolos
pictos (siglos VI - VII)
A partir del año 600 a.C.,
comenzaron a establecerse conexiones entre diferentes regiones y épocas. Cuencos
finamente decorados y otros objetos fabricados en los reinos del norte y del
oeste acompañaban a los muertos en tumbas paganas de sus vecinos del sur. Las
técnicas de joyería se extendieron, entrelazando ornamentos de Bretaña e
Irlanda.
La cruz de Minifieth, Angus
(siglo VIII)
El cristianismo unió todas las
islas en una sola fe alrededor del año 650 d.C. Y la diversidad de la herencia
artística de Gran Bretaña e Irlanda expresó esta nueva creencia. Nuevas formas
de arte, como enormes cruces talladas en piedra y manuscritos iluminados con el
mismo tipo de diseño, se extendieron por distintos lugares de Europa.
Cabeza de báculo de St Fillan de
Glendochart (siglo XI)
Algunos objetos decorativos
sobrevivieron siglos después de haberse fabricado, muchos de ellos gracias a
las familias influenciables, que se convirtieron en los guardianes de estos
tesoros sagrados, así como de los mitos y tradiciones asociadas a ellos.
1.000 años después de la caída de
Roma, la palabra celta vio reducido su uso. Pero en el año 1.500 los
académicos europeos re descubrieron los escritos celtas de los griegos y
romanos, y trataron de vincular estas historias a sus conocimientos en
arqueología, lenguaje y estilos artísticos.
Eran tiempos de cambio, especialmente en la recientemente unida Gran
Bretaña, que luchaba por reconciliar sus divisiones lingüísticas, culturales y
políticas. El resurgimiento de lo celta
dio lugar a un poderoso sentido de identidad compartida, que todavía abarca
muchas de nuestras ideas sobre los celtas de hoy.
Curadores de Arqueología de los Museos Nacionales de Escocia
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