HUSMANN & TSCHAENI

Husmann & Tschaeni, mágicos.

En un diálogo con Borges sobre la poesía, Octavio Paz dijo que había la posibilidad de que todos los días los hombres inventen el mundo; Borges agregaba que la idea de reinventar la realidad diariamente quedaba además a cargo de un número indefinido de insomnes.

Una obra de arte de Husmann / Tschaeni te mira a la cara. Debajo de las capas de rosas, verdes y azules, percibes el movimiento. Como si estuviera mirando tu espalda. De repente, te sientes atraído por el arte, perdiendo el foco. "Trabajamos hacia atrás ..." te saluda al entrar en las puertas. 
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Los personajes que parecen construidos desde atrás te saludan, dan la mano. Telas, muebles y células corporales flotan en el aire. Al tocar una de las celdas, el paisaje se desplaza lateralmente hacia los aceites voladores, el brillo y los crayones. Una voz se escucha por encima del caos: "Nuestro lienzo nos obliga a pensar hacia atrás ... lo que está pintado no se puede pintar". Una pluma entra en su visión y, a medida que se transforma lentamente en un guante de hierro, cambia de nuevo. Ahora ves personas que viven con gatos, cabras y peces en un idílico valle de lago. Están haciendo arte, las historias de su vida cotidiana. El último capítulo de sus bisabuelas, el nacimiento de los gatitos, el paso de sus cabras, los árboles caídos en el bosque vecino, el crecimiento de sus hijos, la desaparición de la infancia. Todo lo que los rodea se empapa de su arte.

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