martes, 18 de febrero de 2020

CHINA ESTORNUDANDO...


El coronavirus amenaza la industria tecnológica






















Gigantes tecnológicos como Samsung, Foxconn o Apple se ven obligados a cerrar temporalmente en China fábricas, oficinas y tiendas. Un brote prolongado puede afectar drásticamente a la fabricación de dispositivos tecnológicos, según GlobalData


Afectará el coronavirus de Wuhan a la producción de dispositivos de Huawei, Apple o Lenovo? ¿Podría llegar a provocar un aumento en los precios de smartphones u ordenadores? ¿Hasta qué punto la escalada del brote tendrá consecuencias en el sector tecnológico? Son algunos de los interrogantes que deja esta alerta sanitaria a medida que se expande por China, donde ya ha afectado a más de 20.000 personas. Mientras que algunas empresas han pedido a sus empleados en el país asiático que trabajen desde casa, otras se han visto obligadas a cerrar algunas de sus fábricas. GlobalData alerta de que un brote prolongado puede afectar drásticamente a las obligaciones de fabricación. Sobre todo teniendo en cuenta que tres de cada cuatro móviles se fabrican en China y alrededor del 30% de smartphones a nivel global se venden en su mercado, según un informe de GSMA Intelligence.

Una calle casi vacía cerca del Jardín Yuyuan, una atracción turística en el centro de Shanghái
Credit...Yuyang Liu para The New York Times
Antes de nada, conviene aclarar porque la expansión de un virus como el que hoy nos ocupa en China tiene tanta relevancia a nivel mundial. Ciudades como Wuhan, Guandong, Yiwu o Shenzhen son conocidas como las fábricas del mundo. De hecho, solo en 2017, la industria supuso el 40,5% del producto interior bruto, solo superada por el sector servicios, que fue del 51,6%.
China es el mayor productor del mundo, hasta el punto de que en torno a 130 empresas chinas están presentes en el ranking Global 500 de Fortune. Tiene más de 2,8 millones de fábricas repartidas a lo largo y ancho de su territorio, 22.009.092 entidades legales y que su producto interior bruto en 2019 fue de 14,3 billones de dólares (trillones de dólares estadounidenses).


 “El impacto dependerá del tiempo que se prolongue la situación. En general, se suele trabajar con un stock suficiente que permita satisfacer la demanda, pero si la situación se alarga puede llegar a afectar al suministro de componentes de todo tipo”. “El efecto más inmediato y visible podría ser el aumento de costes por la escasez de suministro”.
La OMS declaró una emergencia internacional por el coronavirus. Todo apunta a que se contagia entre personas que están cerca a través del contacto y de pequeñas gotas de saliva que el portador del virus excreta al toser. Para evitarlo, el país asiático trata de minimizar el contacto humano. Ha ordenado el cierre de ciudades enteras y, a su vez, de centros de producción, según el portal de noticias financieras Zero Hedge. Por ejemplo, del de Suzhou, una ciudad de 10 millones de habitantes al oeste de Shanghai con fábricas de Foxconn, Johnson & Johnson o Samsung Electronics. Según el mismo medio, se ha comunicado a los trabajadores que no acudan a estas instalaciones durante al menos una semana.


Las empresas que esperan un impacto por el coronavirus
Una de las empresas que se han visto afectadas por el virus ha sido Foxconn, cuyo nombre seguramente resulte familiar por ser, junto a Pegatron, la compañía que ensambla los iPhone, entre otros dispositivos. 
La empresa, según Reuters y Bloomberg, ha parado casi toda su producción y no es precisamente poco, porque la compañía tiene a 350.000 empleados montando la mitad de los iPhone que se distribuyen a nivel mundial.
Ahora que hablamos de los iPhone, conviene mencionar que LG Display, que fabrica parte de sus pantallas, no ha cerrado las plantas, pero sí ha advertido de un posible problema de producción debido a sus proveedores. LG Electronics, por su parte, ha cancelado su asistencia al Mobile World Congress 2020 y al ISE 2020 de Ámsterdam. Apple, por su parte, ha cerrado sus 42 tiendas en China y Samsung ha hecho lo propio con su Experience Store de Shangai.

Siguiendo con otros nombres y de acuerdo a Nikkei, Sony le ha explicado a sus inversores que el brote de coronavirus podría entorpecer sus operaciones. En concreto, Sony ha hecho referencia al negocio de sensores de imagen (los que se usan en las cámaras de fotos y en los móviles). Apunta Hiroki Totoki, CFO de la empresa, que "dependiendo del futuro progreso del virus, no podemos negar que nuestra producción y cadena de suministros de sensores de imagen y electrónica pueda verse afectada enormemente". Sony, recordemos, produce el 70% de los sensores de cámara que se introducen en los smartphones.

“Las compañías dentro del ámbito tecnológico están acostumbradas a prever situaciones de catástrofe natural, como terremotos o inundaciones, y otras provocadas por causas no naturales, como el cibercrimen. Se han definido normas internacionales para ello. Pero en muy pocos casos se han previsto situaciones similares a esta en las que se podría carecer de personal durante un periodo de semanas o incluso meses”.
Google, por su parte, ha cerrado temporalmente sus oficinas de China (cuatro en total), Hong Kong y Taiwan, además de estar poniendo en pausa los viajes a China y Hong Kong y haberle dicho a los empleados que trabajen desde casa durante al menos dos semanas. Amazon también ha restringido los viajes de negocios a y desde China, movimiento que también ha seguido Facebook, Razer y Microsoft. Esta última también ha instado a los empleados a trabajar desde China.

Airbnb afirmó a finales de enero que "de acuerdo con la orientación y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, el gobierno chino y otras autoridades locales y sanitarias, hemos activado nuestra política de circunstancias atenuantes para ofrecer a los anfitriones y huéspedes afectados la opción de cancelar sus reservas sin cargos". Airbnb opera en China, aunque debe cumplir con unas regulaciones locales especiales.
Para rematar la parte más techie, procede mencionar el caso de Nintendo, que ya ha advertido de un retraso en la producción de la Nintendo Switch. Su CEO, Shuntaro Furukawa, ha calificado estos retrasos como "inevitables", y es que aunque la empresa empezó a mover su producción de China a Taiwán el año pasado, todavía no tiene músculo para suplir la fabricación en China. También se verá afectada la producción del Ring Fit Adventure.


Se ha reforzado la desinfección, esterilización y ventilación de las oficinas y todas sus zonas comunes y ha puesto a disposición de los empleados mascarillas faciales y productos de limpieza especiales. Además, la compañía ha contactado con los empleados que han viajado a China para que trabajen desde sus domicilios durante un periodo de 14 días y acudan al médico en caso de que tengan algún síntoma.

Esta última medida también la han tomado otros gigantes tecnológicos como Facebook. La compañía de Mark Zuckerberg ha restringido los viajes "no esenciales" a China y ha pedido a los empleados que en algún momento han viajado al país asiático que trabajen desde casa, según la agencia Reuters.
Oppo subraya que, pese al coronavirus, sus estrategias y planes de producto “siguen su marcha sin ningún inconveniente". Al igual que Huawei, ha puesto en marcha un protocolo para seguir las pautas de higiene y salud necesarias. Mientras tanto, compañías como Alibaba, Tencent o Baidu han optado por el teletrabajo de sus empleados de forma temporal para evitar la expansión del coronavirus, según el portal asiático Nikkei Asian Review.
Lenovo, por su parte, ha recomendado a sus empleados minimizar todos los viajes innecesarios. “Como empresa global con múltiples sitios de fabricación en todo el mundo, estamos bien ubicados para minimizar cualquier impacto potencial”, afirman.

Dejamos los fabricantes de smartphones y tecnología de consumo para mirar a los fabricantes de coches. En los 9,5 millones de kilómetros cuadrados de territorio chino hay infinidad de fábricas de coches donde, solo en 2018, se produjeron 23,5 millones de vehículos para el público masivo y 4,3 millones de coches para la industria. Por ponerlo en contexto, en el mismo año se produjeron en Alemania 5,1 millones de automóviles.

Tesla es uno de los fabricantes afectados. La empresa ha cerrado su Gigafactory de Shangai, estrenada a principios de años, hasta el próximo 10 de febrero, lo que viene a traducirse en retrasos para el Tesla Model 3. Hyundai, que es el quinto fabricante a nivel mundial, ha cerrado sus plantas de Corea del Sur debido a la falta de piezas chinas. Similar ocurre con Ford, Fiat Chrysler, Honda Motor, Renault, Nissan, General Motors cuyas fábricas permanecerán cerradas hasta la semana que viene.

Consecuencias económicas

El brote del coronavirus amenaza con dejar, al menos a corto plazo, profundos efectos en la economía de China. El crecimiento del PIB en el primer trimestre de este año podría reducirse en un punto porcentual y situarse en el 5% o incluso menos, según ha apuntado el economista Zhang Ming, de la Academia China de Ciencias Sociales —el principal think tank estatal chino—, en declaraciones que recoge la revista Caijing. El impacto también se notará en el sector tecnológico. La empresa de análisis de datos GlobalData estimaba antes del brote un crecimiento del 8% en 2020 en el mercado empresarial de las TIC en China. Pero prevé que el coronavirus probablemente reduzca alrededor del 2% este crecimiento.

La escalada del brote afectará en mayor medida a unas empresas que a otras: “No es lo mismo una empresa de desarrollo o servicio, donde el teletrabajo es una posibilidad real y que no tiene por qué afectar a la producción, que una compañía de producto físico, como componentes o infraestructura”. Por lo tanto, los que saldrían más perjudicados serían quienes “fabrican y ensamblan componentes” como móviles u ordenadores.

Aunque la crisis podría llegar a tener repercusión en otros sectores. “Hoy en día la tecnología está presente en números ámbitos que se podrían ver afectados como pueden ser los vehículos. Un efecto en cadena que podría llegar a afectar incluso a sectores insospechados”. Multitud de dispositivos de todo el mundo utilizan componentes de origen chino por lo que compañías de todo el planeta podrían verse afectadas. "Si China estornuda, el mundo se resfría".















































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