La reforma no autorizada de una capilla mete en problemas al artista.
Jesús Cees podría ser multado por los murales de Sant Cristòfol, situación asimilada al furor del 'Cristo Mono'
Durante más de seis siglos, el austero interior de la ermita de Sant Cristòfol ha saludado a los cansados excursionistas en su camino a través de las montañas cercanas a la Costa Blanca española.
Eso fue, al menos, hasta que la inspiración "intensa" golpeó a Jesús Cees, quien decidió transformar las paredes blancas de la capilla remota con un derroche de murales vívidos que el artista describe como algunos de sus mejores trabajos.
No todo el mundo ha quedado tan impresionado: los funcionarios regionales están sopesando si multarlo por pintar sobre un sitio patrimonial protegido sin permiso, mientras que los medios españoles rápidamente compararon el cambio de imagen de la capilla con la restauración fallida del "Monkey Christ"
Cees había jugado durante mucho tiempo con la idea de salpicar de color todo el sitio. Hace cuatro años, planteó la idea a los funcionarios de Alcoy, la ciudad encargada de supervisar la capilla, ya que ya no se usa con fines religiosos.
Uno de los murales vívidos. Fotografía: Jesús Cees
“Me dijeron que no lo tocara; me lo prohibieron”, dijo Cees. El hombre de 53 años intentó dejar de lado la idea, pero las paredes blancas de la capilla lo perseguían. “La inspiración fue intensa… Decidí hacerlo y pedir perdón después”.
Era una estrategia que había funcionado antes. Ocho años antes, Cees había pintado una versión colorida y de ojos amarillos del santo homónimo de la capilla: "Lo hice con mi estilo, ya sabes", dijo, para cubrir un parche de graffiti garabateado en la entrada.
Su última remodelación comenzó en el verano de 2020. Casi a diario se levantaba al amanecer y pasaba horas caminando hacia y desde la capilla en las montañas de la Sierra de Mariola.
Su revisión no autorizada se hizo pública a principios de este mes después de que la ciudad le pidiera al gobierno regional de Valencia que investigara el asunto, lo que podría allanar el camino para multas o volver a pintar la capilla.
El Ayuntamiento de Alcoy confirmó que había rechazado una propuesta anterior de Cees para pintar la capilla, describiendo los planes del artista como "discordantes" con su estilo gótico y su condición de edificio protegido. “Sin menospreciar el trabajo (del artista), es anacrónico y podría afectar los pigmentos originales”, dijo en un comunicado.
Cees dijo que estaba sorprendido por la reacción de la ciudad a sus esfuerzos. "¿Que es mejor? ¿Cómo es ahora o cuando las paredes estaban en blanco? preguntó. “No les costó un centavo. ¿Qué más quieren?"
Rechazó cualquier asociación entre su obra y la del devoto feligrés que intentó restaurar la pintura del Ecce Homo* descascarada en una iglesia del noreste de España en 2012. “No se pueden comparar. Tomé un espacio en blanco, ella restauró un pequeño fresco”, dijo.
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Se vio obligado a detener su proyecto cuatro meses después de que se cayera de una escalera mientras intentaba pintar el techo. Cees golpeó el suelo de piedra de la capilla y se rompió ambas muñecas.
Una vez que se recuperó por completo, estaba decidido a regresar al sitio. “Mi plan es terminar de pintar toda la capilla, con suerte este verano”, dijo. “Porque lo que empiezo, lo termino”.
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